Violencia vs Estrategia: el urgente llamado a la paz
Norberto Vázquez
“Para que el mal triunfe solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada”, decía Edmund Burke. Esto no puede seguir así. Las notas periodísticas en redes sociales, prensa, revistas, radio y televisión simplemente son apocalípticas. Son actos de psicópatas, valga la expresión.
Los límites por parte del crimen organizado para ejecutar a sus rivales y civiles simplemente ya rompieron lo inimaginable que puede hacer un ser humano con otro. Llegó el momento de ponerles un alto. Al parecer, el nuevo gobierno ya lo entendió.
La inseguridad tiene un impacto directo en la vida cotidiana de los mexicanos. La violencia y la criminalidad limitan la libertad de movimiento, afectan el desarrollo económico y merman la confianza de la ciudadanía en las instituciones y en el Estado de derecho.
Los altos índices de violencia, el crimen organizado y la impunidad afectan la calidad de vida de todos y obstaculizan el desarrollo del país. Es fundamental adoptar un enfoque integral que fortalezca las instituciones de seguridad y justicia, promueva la prevención del delito y fomente la cooperación internacional.
La prevención del delito también debe ser un pilar fundamental de cualquier estrategia de seguridad. Es necesario invertir en programas y políticas que aseguren la prevención del delito desde sus raíces. Éste es uno de los desafíos más importantes que enfrenta México en la actualidad.
En días pasados con la finalidad de instituir un diseño sistematizado contra la inseguridad y la violencia la presidenta Claudia Sheinbaum presentó la Estrategia Nacional de Seguridad que implementará durante toda su administración, teniendo como estratega a Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Este modelo incluye un enlace cotidiano de García Harfuch con el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), general Ricardo Trevilla Trejo; el secretario de Marina (Semar), almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles; y el comandante de la Guardia Nacional (GN), Hernán Cortés Hernández, para consolidar cuatro ejes de acción contra grupos delictivos en el territorio nacional.
Estos cuatro métodos de acción son: atención a las causas; consolidación de la GN; fortalecimiento de la inteligencia e investigación; así como la coordinación con los gobernadores de las 32 entidades federativas.
El eje de inteligencia e investigación jugará un papel determinante, por lo que se envió una iniciativa de ley al Congreso de la Unión para dar pie a la creación de un Sistema Nacional de Inteligencia e Investigación, que será el centro estratégico donde se generará la coordinación entre los sistemas de seguridad de SSPC, Sedena, Semar, la Fiscalía General de la República (FGR) y las fiscalías estatales.
En la práctica esto se traducirá, según lo planteado, en que la inteligencia naval, militar y financiera se integren en un solo mecanismo de consulta y se traduzcan en productos cibernéticos operables por parte de agentes de investigación que permita la identificación de células criminales y sus principales líderes.
Sin duda llegó el momento de que se consolide el propósito de disminuir los delitos de alto impacto siguiendo una estrategia que se va a cumplir.
Esta táctica se guiará por tres objetivos principales para la construcción de la paz: disminución de la incidencia delictiva, principalmente de los homicidios dolosos y la extorsión; neutralización de los generadores de violencia y redes criminales; y fortalecimiento de las capacidades de prevención y proximidad social de las policías locales.
Según lo planeado, en el nuevo sistema de inteligencia las dependencias encargadas de la seguridad podrán hacer uso de la tecnología para anticiparse a los delitos, identificar patrones, comprender las dinámicas de las zonas con mayor incidencia, así como generar estrategias más efectivas para combatir a las organizaciones delictivas.
Lo novedoso aquí, es que se creará la subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial en la SSPC, la cual contará con equipos de analistas, investigadores de campo, de gabinete y especialistas técnicos que mantendrán coordinación con la FGR.
Desde años es lo que necesitábamos: incrementar las capacidades humanas y tecnológicas del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), además de fortalecer al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, por ello, se va a implementar una Academia Nacional de Seguridad para homologar los planes y programar estudios para enfrentar al crimen organizado.
Dirían los abuelos, todo tiene un límite y el crimen organizado no tiene el derecho de regentear a todo un país. Que se pongan a trabajar o se inscriban en los modelos sociales del gobierno.