Ciudad de México.- La Cámara de Diputados aprobó el miércoles una reforma constitucional para asegurar la “inimpugnabilidad” de las enmiendas a la Constitución, una medida que blinda cambios legales profundos, como la reciente reforma judicial, que incluye la elección popular de jueces y magistrados.
El dictamen, que recibió el visto bueno de 340 de los 474 diputados presentes, supone modificaciones a los artículos 105 y 107 de la Constitución y fue rechazado por legisladores opositores, quienes lo calificaron como “autoritario”. La semana pasada el Senado, donde el oficialismo también tiene mayoría, aprobó lo propio.
“Con la reforma se da certeza y claridad al texto constitucional, evitando que intereses particulares utilicen las vías judiciales para entorpecer o revertir las reformas aprobadas democráticamente”, dijo Juan Luis Carrillo, diputado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
La medida, impulsada por Morena y sus aliados, busca reforzar la supremacía constitucional del Congreso sobre el Poder Judicial estableciendo que las reformas constitucionales sean inmunes a impugnaciones como acciones de inconstitucionalidad, controversias constitucionales o juicios de amparo.
El decreto dispone, además, su aplicación retroactiva, lo cual impedirá que el Poder Judicial revise la reforma judicial justo cuando la Suprema Corte se prepara para pronunciarse la próxima semana sobre la constitucionalidad de la enmienda, que ha golpeado a los mercados y asustado a inversionistas en la segunda mayor economía de Latinoamérica.
“Con la reforma se busca terminar con los derechos de las y los ciudadanos mutilando la Carta Magna; es una regresión histórica que costará años revertir y marca un antes y un después en el verdadero equilibrio de poderes”, dijo la diputada panista Annia Gómez durante el acalorado debate.
“La Constitución, esa que ustedes matan, dejará de ser barrera contra excesos del poder”, agregó.