Política Global

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  • Regresa el Frente Amplio a la presidencia de Uruguay
  • Sin mayoría Yamandú Orsi tendrá que negociar con el bloque opositor
  • La apuesta es por el “cambio seguro”, sin sobresaltos

Juan Barrera Barrera

Las elecciones del domingo pasado en Uruguay marcan el regreso del Frente Amplio al poder. El opositor izquierdista Yamandú Orsi obtuvo en la votación de segunda vuelta el 49.8 por ciento de la votación, contra el 45.8 por ciento del oficialista Álvaro Delgado del Partido Nacional de centro-derecha, quien tuvo un gesto de civilidad al reconocer su derrota y felicitar al triunfador.

Con las presidenciales en ese país sudamericano se cierra un largo ciclo electoral de curo años en América Latina iniciado en el 2021 que abarcó 18 procesos electorales en la región Latinoamericana. En 2021 se eligieron presidentes en Ecuador, Perú, Chile, Nicaragua y Honduras; en 2022 se registraron tres: Costa Rica, Colombia y Brasil; en 2023 Paraguay, Guatemala y Argentina: finalmente seis en 2024; El Salvador, Panamá, México, República Dominicana, Venezuela y Uruguay.

Orsi, profesor de historia y de origen humilde, tendrá que gobernar con un Congreso dividido. El presidente electo deberá negociar con la oposición en la Cámara de Diputados donde el Frente Amplio cuenta con 48 escaños dos menos de las que se requiere para alcanzar la mayoría absoluta. Pero en el Senado el FA tiene mayoría con 16 senadores. Durante su campaña Yamandú, de 57 años, puso énfasis en el diálogo como herramienta clave de su próximo gobierno.

Latinoamérica gana con un líder de izquierda moderada

El nuevo gobierno tendrá que negociar con la Coalición Republicana que lidera el gobierno de Luis Lacalle desde el 2019 que está conformada por el Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Independiente, pero los dirigentes de esas formaciones aun no saben si continuarán como bloque opositor o se desarticulará cuando tome posesión Yamandú Orsi el 1° de marzo del 2025 cuando asuma la presidencia del Uruguay que culminará hasta el 2030. La otra opción es que se siente a negociar con Identidad Soberana, un nuevo partido antisistema que logro dos diputaciones.

El candidato perdedor del Partido Nacional de inmediato le tomó la palabra a Orsi al destacar la importancia del diálogo y los consensos para el futuro del país: “Hoy Orsi tiene la llave, la posibilidad de buscar y encontrar los acuerdos nacionales, pero sepan que está coalición, formada por múltiples partidos, llegó para quedarse… Si necesita una mano en pos del país, le ofrecemos ambas”, precisó Álvaro Delgado.

El triunfo de Yamandú Orsi confirma los vaivenes en el terreno democrático de la región. El Frente Amplio logra la alternancia en el poder como lo hicieron en Brasil Inacio “Lula”, da Silva o en Chile con Gabriel Borich, o en Argentina con la llegada del ultraderechista Javier Milei a la Casa Rosada. Con la victoria del frenteamplista la izquierda Latinoamericana se fortalece con un líder moderado, negociador, dialogante, que apuesta por un “cambio seguro” y no un golpe de timón violento.

Uruguay es un país que goza de “democracia plena”

Uruguay es uno de los pocos países de la región Latinoamericana que viven una democracia plena junto con Costa Rica y Chile, de acuerdo con el analista político Daniel Zovatto. El país conosureño goza de una de las democracias más sólidas de la región, pero también ha estado presionado por el fenómeno inflacionario.

El país cuenta, además, con una de las economías más estables del Subcontinente, pero tendrá que poner mayor énfasis en las demandas más urgentes de la sociedad como el costo de la vida y la inseguridad pública. Gabriel Oddone, próximo ministro de economía, ha trazado que las principales metas económicas (mayor crecimiento económico, reducir la pobreza y “redefinir la matriz de protección social”) se enfocarán a mantener la estabilidad macroeconómica y la confianza en las instituciones.

El Frente Amplio gobernó Uruguay de 2005 a 2020 (Tabaré Vázquez y Pepe Mujica) y durante ese lapso realizó una serie de reformas estructurales basadas en el asistencialismo social, enforcadas al combate de la pobreza estructural por ello esas políticas se han convertido en prioridad para los gobiernos progresistas del Frente.

El triunfo de Yamandú Orsi es también un triunfo del veterano y reconocido dirigente izquierdista Pepe Mujica.