Madrid.- El acuerdo de asociación con el Mercosur afronta un proceso «muy duro» para entrar en vigor en la UE, pero si se divide en dos, su parte comercial podría quedar ratificada antes de que acabe 2025, según expertos en el funcionamiento de la Eurocámara.
El futuro del pacto con el bloque sudamericano centró un encuentro con la prensa este jueves en Madrid por parte de la eurodiputada socialista Hana Jalloul y dos antiguos eurodiputados expertos en la negociación con el Mercosur: José Ignacio Salafranca (PP) y Ramón Jáuregui (PSOE).
Los tres coincidieron en que es “probable” que, de cara al proceso de ratificación europeo, el acuerdo alcanzado la semana pasada en Montevideo se divida “en una parte política y otra comercial, porque así sería más fácil ratificar la parte comercial”, en palabras de Jalloul.
Salafranca explicó que la porción política del pacto “requiere unanimidad, pero no es la parte problemática”: no es la que ha generado la feroz oposición de Francia al arreglo.
Dado que “la liberalización comercial es competencia exclusiva de la Unión Europea”, y no de los Estados, “es evidente que la Comisión va a buscar una fórmula para que no tenga que resolverse por unanimidad”, y esquivar así el bloqueo de Francia, apuntó.
Salafranca, que fue eurodiputado durante más de dos décadas y siguió el proceso de negociación con el Mercosur desde sus inicios, opinó que se hará lo mismo que en el caso del acuerdo con Chile y se permitirá que el Consejo de ministros de la UE “apruebe la parte comercial a través de un acuerdo interino”.
La Comisión Europea ya ha adelantado “que va a tardar 6 meses en presentar el tema si el Consejo lo aprueba”, pero una vez que se remita al Parlamento Europeo, el proceso allí “tarda poco; se puede hacer en 3 meses”, precisó.
El también exeurodiputado Jáuregui pronosticó, en ese sentido, que la porción comercial de pacto podría estar ratificada a “final del año” que viene, y cuando eso ocurra, esa parte, la más relevante para casi todos los sectores, entrará en vigor provisionalmente.
Eso permitiría sacar adelante las disposiciones comerciales y dejar que los parlamentos nacionales de los Veintisiete países miembros de la UE se pronuncien, si lo desean, sobre la parte política del pacto, mientras el resto entra en vigor.
Sin embargo, si Francia consigue una minoría de bloqueo compuesta de al menos cuatro países que representen el 35 % de la población de la UE, la parte comercial del acuerdo tampoco saldría adelante en el Consejo.
Halloul aseguró que tiene “esperanzas” de que eso no ocurra, a pesar de que Francia ya cuenta con el apoyo de Polonia y posiblemente el de Italia, y se mostró “animada” respecto a las perspectivas del pacto, que tendrá “más posibilidades” de salir adelante “si se divide” en dos.
Respecto a la situación política en Francia, Jáuregui consideró que “ningún Gobierno francés” que se forme apoyará el pacto con Mercosur, y la única variable es el grado de “beligerancia” que adoptará a la hora de impulsar la minoría de bloqueo.
“Va a ser muy, muy difícil la aprobación del acuerdo, muy complicada, pero creo que con una buena preparación y una buena organización, el tema puede pasar, y espero que pase”, apuntó Salafranca, que ahora es vicepresidente de la Fundación Euroamérica, presidida por Jáuregui.
Los países del Mercosur son hoy el décimo socio comercial de la UE, mientras que la UE es el segundo socio comercial de ese bloque formado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.