Derrumbes y corrupción, de la mano

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  • Culpas, todos vs todos
  • Sedatu, ahora sí de verdad
  • Cónclave de Canadevi en Oaxaca

Agustín Vargas *

Con el ánimo de encontrar culpables de los derrumbes de diversos edificios habitacionales en la Ciudad de México, no sólo los sismos, sino personajes con nombre y apellido, a casi un mes de ocurrida la tragedia, vemos ahora como poco a poco el tema se va politizando y en medio de todo esto los miles de damnificados que perdieron sus viviendas continúan con su otra tragedia, su viacrucis: encontrar donde vivir y que su clamor por ayuda sea oído y que ésta les llegue realmente y pronto, sin tanta politiquería y demagogia, como ya se nota.

Y es que en las últimas semanas hemos visto y escuchado como algunos legisladores de diversos partidos políticos comienzan a capitalizar la tragedia de los damnificados para enarbolarla como bandera y tratar de encontrar a los responsables de la construcción de los edificios nuevos o seminuevos que se cayeron o están a punto del colapso generado por el sismo del pasado 19 de septiembre.

Esta misma situación, la de utilizar a los damnificados para fines políticos la vimos luego del terremoto del 19 de septiembre, pero de 1985, luego de que muchos de los afectados de aquel entonces jamás fueron atendidos por las autoridades. La tragedia de hace un mes parece estar tomando de nuevo el rumbo que tuvo 32 años atrás.

Lo que sí es un hecho es que el desarrollo inmobiliario moderno de la Ciudad de México tomó cierto auge en el gobierno que encabezó Andrés Manuel López Obrador (5 de diciembre de 2000 al 29 de julio de 2005), actual presidente del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

López Obrador se propuso repoblar las delegaciones céntricas de la Ciudad de México, las más susceptibles a sufrir efectos de sismos, mediante el decreto que como jefe de gobierno emitió para definir el llamado Bando Dos, con lo cual se detonó el boom inmobiliario en la capital del país, con obras deficientes y de mala calidad.

Dunia Ludlow, presidenta de la Comisión de Vivienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), no tuvo empacho alguno en señalar directamente al presidente de Morena como el responsable y artífice de la corrupción inmobiliaria que azota a la capital del país.

En reciente entrevista con el periódico La Razón, la legisladora del PRI destacó que “el Bando Dos es el origen de la corrupción inmobiliaria, de ahí subieron los precios y se generó el boom inmobiliario en todas las delegaciones, fue el origen de la corrupción”, apuntó.

Con ese decreto de diciembre de 2000 y que terminó en julio de 2006, el exjefe de gobierno paralizó el desarrollo en la periferia de la ciudad para incentivarlo en la Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza a través de un “programa de construcción de vivienda para la gente humilde”. Pero su efecto fue el contrario. Mucha gente fue expulsada de esas zonas por falta de vivienda y aumentó en el costo de ésta a las zonas periféricas.

El Bando Dos en vez de motivar la vivienda social, detonó la corrupción y encarecimiento del suelo, además de privilegiar el crecimiento vertical de la ciudad, lo que derivó en construcciones nuevas que al dañarse con el pasado sismo mostraron sus entrañas de deficiencias en las construcciones.

El asunto, por supuesto, no acabó ahí. Los sucesores de López Obrador en el gobierno de la Ciudad de México (Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard y Miguel Angel Mancera Espinosa) siguieron la misma ruta de corrupción inmobiliaria trazada por el líder de Morena y no se cansaron de presumirla. Es más, hasta la exponenciaron haciendo anuncios espectaculares de grandes inversiones en el sector de la construcción en la capital del país.

Sedatu, ahora sí de verdad

Luego de casi cinco años de que el Presidente Enrique Peña Nieto decretara su creación (2 de enero de 2013) y que al cabo de este tiempo tres secretarios de Estado hayan ocupado su titularidad, por fin la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), tiene personalidad jurídica propia y con ello, se supone, dará certeza de sus actos a la ciudadanía.

En la sesión del Pleno de la Cámara de Diputados de ayer martes, se aprobaron, con 420 votos, cambios al artículo 51 de la Ley General de Desarrollo Social para sustituir la denominación de “Secretaría de la Reforma Agraria” por la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, a fin de armonizar dicha norma.
 
El dictamen, remitido al Senado de la República para sus efectos constitucionales, refiere que derivado de la restructuración de los órganos de la administración pública federal, se modificó la denominación de la extinta Secretaría de Reforma Agraria y se creó la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, por lo que se requiere actualizar dicho ordenamiento.
 
Menciona que la Constitución Política establece que la Sedatu será la dependencia que continuará la atención de los asuntos pendientes de la materia agraria y destaca que la precisión de la norma es necesaria para la correcta aplicación del ordenamiento legal de que se trata, ya que la imperfección de la ley pudiese constituir que no se pudiese aplicar, que las entidades involucradas no se sujeten a ella o que simplemente su cumplimiento se vea menoscabado por la misma imprecisión.
 
Subraya que las leyes deben ser precisas, evitando equivocas interpretaciones de su contenido integral, generando certeza jurídica a los gobernados. Quizá ahora sí doña Rosario Robles Berlanga, actual titular de la Sedatu, pueda estar segura de que sus acciones al frente de esa dependencia y sus discursos sean creíbles.

Cónclave de desarrolladores en Oaxaca

La Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda, (Canadevi), llevará a cabo su XXVIII Convención Nacional del 26 al 29 de octubre en la ciudad de Oaxaca, la cual estará enfocada en revisar las acciones a favor de la reconstrucción desde la perspectiva y realidad de cada una de las regiones afectadas por los sismos del mes de septiembre del 2017.

Los constructores de vivienda de todo el país, además de hacer patente su solidaridad con la población de Oaxaca, analizarán el comportamiento del sector durante el año 2017 y se establecerán los objetivos para el año 2018.

“La pronta reconstrucción de los estados afectados es fundamental para que Oaxaca, Chiapas, Morelos, Puebla, el Estado de México y la Ciudad de México puedan reactivar su economía pero, sobre todo, para que las miles de familias que se han quedado sin hogar puedan recuperar su patrimonio habitacional, con lo cual podrán recuperar su seguridad”, comentó Carlos Medina Rodríguez, presidente nacional de Canadevi.

Los desarrolladores afiliados a esa cámara se han sumado a los esfuerzos para apoyar la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos a través del fideicomiso Fuerza México y continúan trabajando coordinadamente con las autoridades locales y federales y con otros organismos empresariales, apoyando en tareas de demolición y recolección de escombros, entre otros aspectos.

La industria de la vivienda es motor de la economía mexicana, impacta a 37 de las 42 ramas de la economía nacional, genera 3 millones de empleos directos e indirectos a nivel nacional; aporta 7% al PIB y, además, conlleva una creación real de patrimonio habitacional a nivel nacional, inexistente hace algunas décadas entre las familias con menores ingresos.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx