Moisés Sánchez Limón
El desprecio que muchos políticos tienen por los periodistas no es nada nuevo, menos lo es que, quienes nos descalifican, suelen desgarrarse las vestimentas cuando uno de los nuestros cae víctima del crimen organizado, que igual asume aquella máxima de pan o plomo a los comunicadores que los critican y denuncian sus tropelías.
Hay evidencias de ese desprecio que el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz tenía por los periodistas; lo mismo cómo el tabasqueño y entonces legislador panista Juan José Rodríguez Prats, se refirió a los colegas que cubren la Cámara de Diputados como muertos de hambre, aunque hoy se asume periodista. ¡Válgame!
El extremo es la práctica de vivir de la desgracia de los periodistas, del pretexto de dizque defensa y el luto oportunista y extemporáneo cuando un colega cae.
Así ha ocurrido, lamentable y ofensivamente con el actuar de las llamadas comisiones legislativas creadas en aras de la defensa de periodistas.
El caso que ocupa ese espacio legislativo, es el de la diputada federal panista Brenda Velázquez Valdez, presidenta de la Comisión de Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación, que en febrero de este año presentó varias iniciativas de reformas para expedir la llamada Ley General de Protección a Periodistas y la Ley para la Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
La legisladora nuevoleonesa adujo que, con dichas medidas, se busca proteger, promover y garantizar los derechos humanos, así como “implementar y operar medidas de prevención, protección y alerta de riesgo que garanticen la vida, integridad, libertad y seguridad de los periodistas”. Así de demagógica la fundamentación de sus iniciativas que no han prosperado.
Y conste que, en la sesión del 17 de febrero de este año, ante el pleno de la Cámara de Diputados, sostuvo que “este ordenamiento se hace inminente, ante las alarmantes cifras que ubican a México como el quinto país en el mundo donde resulta más peligroso ejercer el periodismo”. ¡Vaya novedad!
Pero, bueno, el caso es que el martes último, retomó el tema y, ahora, al paquete le llamó “miscelánea para la libertad de expresión en México”.
¡Vaya novedad! Ahora, en su exposición de motivos, la diputada Brenda Velázquez Valdez puntualiza que “dada la ineficiencia del Gobierno Federal para garantizar la vida y seguridad de los periodistas, desde el Congreso de la Unión tenemos que adoptar un papel proactivo para crear un andamiaje legal y constitucional, que propicie un marco de protección integral a la labor periodística y al derecho a la Libertad de Expresión.
Y su miscelánea para la Libertad de Expresión contempla, entre otros puntos, la creación de una nueva Ley General de protección exclusiva para periodistas; dotar de facultades al Congreso para legislar en la materia; elevar a rango constitucional la confidencialidad de las fuentes periodísticas; derogar en los Códigos Estatales de delitos anacrónicos como los delitos contra el honor y el halconeo; la incorporación de nuevos conceptos internacionales, como los derechos digitales.
Y aumentar las penas a los servidores públicos que incurran en espionaje ilegal, y sancionarlos dentro del Sistema Nacional Anticorrupción.
Pero, también propone la transición de una Comisión Especial, a una Comisión Ordinaria de Protección a Periodistas y Medios de Comunicación en esta Cámara de Diputados; amén de la creación de una Comisión ejecutiva para Prevenir y Erradicar las Agresiones contra Periodistas.
Por si fuera poco lo propuesta, también plantea la creación de una Fiscalía Especial para la atención de delitos cometidos contra la Libertad de Expresión dentro de la nueva Fiscalía General de la República; hacer obligatoria la facultad de atracción de la Fiscalía General; y la incorporación de un tipo penal específico que sancione los delitos contra la Libertad de Expresión, el derecho a la información y los derechos digitales.
¡Uf! Es la carta demagógica a los reyes legisladores, además de que a la diputada y sus asesores les pasó de noche que varias de sus propuestas ya fueron legisladas. Pero, vaya, el cerrojazo es de antología demagógica y lacrimógena. A saber:
“La Libertad de Expresión es un pilar fundamental para construir una sociedad democrática, hago un llamado respetuoso a los integrantes de las comisiones dictaminadoras para que cuanto antes, se pongan a discusión estas propuestas”. ¿Rumbo a la congeladora legislativa? Será lo mejor para que no ofenda más al sentido común. Digo.
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@msanchezlimon