De Norte a Sur

246

Cien años de desigualdad pensionaria: A los políticos todo, para nosotros nada

Guillermo Correa

Con miras al futuro inmediato, hay especialistas que han lanzado la advertencia de lo prudente que es abordar el tema de las pensiones en la discusión de las campañas presidenciales de 2018. Uno de ellos es el doctor Héctor Juan Villarreal Páez quien no hace mucho presentó en el Senado de la República sus consideraciones sobre uno de los problemas que amenazan al país de no abordarse y enfrentar con oportunidad.

El director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria recuerda que México fue pionero en abordar el asunto de las pensiones, sólo que en la actualidad no existe un sistema nacional que integre todos los subsistemas que existen en el país. Imagínense, nos cuenta, que hay más de 1000 donde los grandes jugadores PEMEX, ISSSTE y CFE, además de que hay municipios que tiene el propio. En su análisis: ¨Pensiones en México. 100 Años de Desigualdad, el funcionario nos habla de las distintas modalidades que existen, de la reforma al sistema hecho durante el sexenio de Ernesto Zedillo, del papel que juega la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (CONSAR) y de la necesidad de aumentar éste de manera voluntaria para que el trabajador no reciba tan miserables percepciones en el ocaso de su vida. Aclara: de la gente que actualmente participa o recibe alguna pensión, poca es la población que posee algún esquema individual. Por el contrario, el grueso del sistema de reparto de pensiones se concentra en el sector público. En 2017 se estima que el monto de pensiones de este sector alcanzó 3.7% del PIB, esto, sin considerar el gasto pensionario de los gobiernos estatales. El Gobierno Federal gasta en pensiones el equivalente a toda la recaudación del IVA, a través de un esquema de reparto que concentra a dos millones de personas. Por otro lado, el monto de pensión de un trabajador del IMSS no se compara con el de un empleado del sector público, y de realizar la comparación con trabajadores del esquema no contributivo, la brecha es aún mayor.

Y si de desigualdad se trata hay que ponderar la lucha del doctor Arturo Warman a favor del establecimiento de que los campesinos que entregan toda su vida a la producción de alimentos, puedan recibir también una pensión. Más si se reconoce que la mayoría de los que viven son mayores de 65 años –por eso se habla en México de un campo envejecido–, que son discriminados en este sentido ya que si millones de trabajadores reciben un promedio de 1,400 pesos al mes, los que trabajan en la agricultura nada merecen. El ex secretario del ramo pedía instrumentar un sistema de pensiones o de jubilaciones para los que trabajan la tierra equivalente al salario mínimo, lo que equivaldría al 0.25 por ciento del PIB Anual. Claro que a cómo está la situación llegar a esa meta significa un sueño guajiro.

De hecho, para la Forbes, la revista especializada en asuntos financieros, el caso de que la pensión es insuficiente para cubrir necesida­des básicas es un recordatorio de que se acerca la fecha de caducidad para los distintos sistemas de pensiones que coexisten en México, con conse­cuencias para las finanzas públicas. Una investigación de Orquídea Soto nos dice que en su estado actual el problema ya rebasó la capacidad financiera del estado mexicano. Si el gobierno quisiera que millones de trabajado­res tuvieran una pensión que les permita mantener su nivel de vida, tendría que inyec­tar al sistema el equivalente 31.6 por ciento del PIB (unos 4.2 billones de pesos), según calcula la consultora De la Calle Madrazo Mancera.

Pero volvamos a la desigualdad. A las pensiones insuficientes y al hueco financiero que producen, se suman casos de mal manejo, como los en­contrados por la Auditoría Fiscal de la Federación que desde su informe de 2013 reportó casos de pensionados en la Universidad de Nuevo León que recibían más de 200,000 pesos mensuales. Para tapar el hoyo que ya tienen las finanzas esta­tales, cada año el gobierno mexicano toma 528,000 mdp, equivalentes a 3.8% del PIB, del dinero debería ir a dependencias federa­les, como las secretarías de estado. Y luego están los trabajadores de empresas estatales como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y de burócratas de gobiernos estatales y universidades públicas, cuyos trabajadores no aportan al sis­tema pero reciben una pensión con cargo al presupuesto público. Para complicar más el esce­nario, el aumento en la expec­tativa de vida, que ya sobrepasa los 70 años, extiende el tiempo de cobertura de las pensiones y configura una amenaza más para los recursos públicos. “El tema de envejecimiento está acercando a México cada vez más a una crisis financiera”, opina Moisés Pérez, analista de Invex. Todo esto nos lo trasmite Forbes.

Sólo que si de desigualdad se trata no se puede dejar de lado las pensiones que recibe la clase política en México, principalmente los expresidentes que –como dice un terco candidato a la Presidencia de la República, que va por su tercer intento—“no las tiene ni Obama”. Ejemplo de ello es el del panista Felipe Calderón Hinojosa que, asegura el candidato de MORENA, ha costado cada año 54 millones 262 mil 11 pesos desde que dejó el poder en diciembre de 2012.

Mientras que George W. Bush, Presidente de Estados Unidos de 2001a 2009, ha costado a sus ciudadanos 22 millones 847 mil 184 pesos. Secretarios de Estado, Magistrados, diputados, senadores, gobernadores, alcaldes y líderes sindicales, entre otros, no se quedan atrás.
Por si fuera poco. A la desigualdad hay que sumarle los fraudes que se cometen a los trabajadores a través del sistema de pensiones que estimaciones de la Organización de Jubilados y Pensionados de la UNAM, llega a los 9.9 billones de pesos. Por tal motivo hay 1,300 demandas en contra del ISSST, de un pequeño grupo que busca recuperar 750 millones de pesos. Sucede que ese dinero ahorrado por quienes si trabajan es utilizado para todo en el gobierno e incluso por trasnacionales que jinetean lo de las Afores inventadas durante el mandato del dictador chileno Augusto Pinochet y exportadas de su país al resto del mundo.

En fin. De acuerdo con el estudio que presenta el Dr. Villarreal el problema de las pensiones en México estará en su climax en diez años, si no es que antes. El reto es enorme –ha dicho– y se tienen que escuchar las diferentes propuestas que los candidatos presidenciales tengan al respecto. Cuando se habla de pensiones, y al ser un problema de tan largo plazo, se debe considerar hasta dónde el entramado institucional permite discutir este tipo de asuntos.

DESDE EL CENTRO
Hoy Juan Pablo Rojas Pérez, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, explicará por qué el precio de tonelada del grano no debe ser inferior a los 4,200 pesos, del déficit anual cercano a las 9 millones de toneladas del producto amarillo que se exporta de Estados Unidos, que es transgénico y que va para el ganado mexicano, así como del TLCAN Agropecuario…Marichuy, la candidata independiente de los indígenas a la ¨Presidencia de la República, sigue cosechando firmas en su recorrido por el país…El cenecista Germán Escobar, presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Sistemas de Riego de la Cámara de Diputados, consideró que el próximo año el recorte al presupuesto del campo ascenderá a 6 mil millones de pesos priista, aunque el plazo para evitarlo vence el 15 de noviembre de este año.

[email protected]