Ciudad de México.- La comisión de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, que preside el diputado Pablo Bedolla López (PRI), pedirá que en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2018 se destinen recursos para la reconstrucción de zonas afectadas por los sismos del 7 y el 19 de septiembre pasado, especialmente en Oaxaca.
La solicitud, que forma parte de la opinión presupuestal que esta instancia legislativa turnará a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, busca que se asigne un fondo extraordinario para la reconstrucción de las zonas dañadas en Chiapas y Oaxaca, y pide a los titulares de las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y ubano (Sedatu) incrementar los recursos y acelerar la ayuda a la población afectada.
Pide también una ampliación de 86 millones de pesos (mdp) para el programa de Prevención de Riesgos, y 200 mdp al programa de Impulso a la Movilidad Urbana.
Además, buscará asignaciones para 316 proyectos en materia de desarrollo urbano y ordenamiento territorial.
Bedolla López explicó que la reconstrucción es un tema generalizado en todas las fracciones parlamentarias, por lo que se han pedido mayores recursos para las entidades. “La propia Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública está consciente de esta necesidad de una mayor reasignación, sobre todo para las dos entidades citadas”.
Sostuvo que la situación no es fácil, pues antes de los temblores de septiembre, se presentaron lluvias, inundaciones y ríos fuera de cauce, por lo que se requiere de mucho más dinero, aunque, aclaró, no hay una cifra precisa para atenderlos.
Precisó que la mayoría de los proyectos solicitados, son para reconstrucción en Morelos, Oaxaca y Chiapas, así como para la recuperación de espacios de convivencia.
En cuanto al tiempo que tomará la reparación de daños, el legislador enfatizó que no será un tema que pueda resolverse en unos días, sino que llevará varios meses; además, respecto a las viviendas antisísmicas que se han propuesto por diversas instancias, dijo que “son muy pocas las que se están construyendo”, porque los pobladores recurren a los materiales propios de la región en que viven.
