Banxico prevé que convergencia a meta de inflación sea lenta

Se espera que la inflación alcance niveles cercanos al objetivo de 3.0 por ciento a finales del próximo año, y que fluctúe alrededor de dicho nivel en 2019

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Ciudad de México.- La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) señaló que el panorama para la inflación en México se ha tornado complejo, por lo que este año podría cerrar por arriba del 6.63 por ciento de noviembre pasado.

De acuerdo con la minuta la reunión de la Junta de Gobierno del Banxico, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 14 de diciembre de 2017, la mayoría prevé que la convergencia al objetivo de 3.0 por ciento sea más lenta que lo previsto.

Con ello, se espera que la inflación alcance niveles cercanos al objetivo de 3.0 por ciento a finales del próximo año, y que fluctúe alrededor de dicho nivel en 2019.

“El panorama para la inflación se ha tornado más complejo, alcanzando niveles más elevados a los anticipados y con un balance de riesgos al alza”, agrega la minuta de la reunión, en la cual la Junta de Gobierno del Banxico decidió subir la tasa de referencia a 7.25 por ciento.

La mayoría advirtió que el panorama para la inflación se ha deteriorado, pues si bien alcanzó 6.66 por ciento en agosto de este año y se redujo en los siguientes dos meses, la presencia de nuevos choques provocó que al mes de noviembre la inflación general mostrara un aumento respecto a septiembre, al pasar de 6.35 por ciento a 6.63 por ciento.

Mencionó que, en particular, desde el tercer trimestre de este año se registraron presiones sobre la cotización de la moneda nacional asociadas a diversos factores, especialmente las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la normalización de la política monetaria en Estados Unidos.

En el mismo sentido, consideró que la inflación general anual se vio afectada recientemente por choques adicionales no previstos, llevándola a niveles mayores a los anticipados.

“Considerando el impacto de los choques anteriormente mencionados, así como el efecto del incremento al salario mínimo que entró en vigor en diciembre, en lugar de enero, la mayoría de los integrantes de la Junta anticipa un cierre para la inflación general anual de 2017 mayor a la cifra de noviembre”.

Dada la simultaneidad y magnitud de los choques que han venido afectando a la inflación, y los altos niveles que esta ha registrado recientemente, agrega, el principal reto que enfrenta la Junta de Gobierno en el entorno descrito es mantener ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo plazo y reforzar la tendencia descendente de la inflación general hacia su meta.

Por ello, la mayoría de la Junta de Gobierno decidió el 14 de diciembre pasado aumentar el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 25 puntos base, a un nivel de 7.25 por ciento, y un miembro votó por incrementar el objetivo para la tasa de interés de referencia en 50 puntos base.

Hacia adelante, refiere el documento, la Junta seguirá muy de cerca la evolución de la inflación respecto a la trayectoria prevista, considerando el horizonte en el que opera la política monetaria, así como la de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo.

Esto incluye la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos, el traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios y la evolución de las condiciones de holgura de la economía, mencionada.

Ante la intensificación de los riesgos que pudieran afectar a la inflación, la Junta de Gobierno del Banxico estará vigilante y, en caso de ser necesario, tomará las acciones correspondientes, tan pronto como se requiera.

Ello, para asegurar que se mantenga una postura monetaria que fortalezca el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo y logre la convergencia de esta a su objetivo.

Por otra parte, el documento divulgado este jueves por el Banxico, indica que la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno mencionó que la economía mexicana registró una contracción en el tercer trimestre de 2017.

Esta contracción, registrada entre julio y septiembre, fue reflejo tanto de la desaceleración que se ha venido observando en algunos componentes de la demanda agregada desde finales de 2016, como de los efectos adversos, de carácter temporal, que tuvieron los sismos y la importante reducción en la plataforma de producción petrolera en septiembre.

La mayoría de los integrantes de la Junta destacó que el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja.

Agrega que ello es debido principalmente al entorno de incertidumbre que ha prevalecido, especialmente en relación con la renegociación del TLCAN, lo que ha afectado la inversión y posiblemente es una de las causas de la desaceleración del consumo respecto a lo observado en la segunda mitad de 2016.

Según la minuta, la mayoría apuntó que ante el complejo entorno que la economía mexicana sigue enfrentando, es relevante que las autoridades perseveren en mantener la solidez de los fundamentos macroeconómicos del país.

Destacó que tanto las acciones de política monetaria que se han venido implementando para mantener ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo plazo, lograr la convergencia de la inflación a su meta y el compromiso del gobierno para cumplimir las metas fiscales para 2017 y 2018, han contribuido a fortalecer los fundamentos macroeconómicos del país.