- Quedaron fuera 38.4 millones de personas
- Baja eficacia del sector salud
- Sustitución del servicio público por el privado
Agustín Vargas *
Hasta ahora los nombres de los personajes que conformarán el gabinete presidencial de la doctora Claudia Sheinbaum a partir de octubre próximo han causado buena impresión e incluso aceptación en los mercados financieros del país, que se han mantenido relativamente estables desde mediados de junio pasado.
Hacia finales de este mes deberá quedar conformado totalmente el gabinete presidencial de la siguiente administración. Sheinbaum Pardo deberá hacer frente quiera o no, a los pendientes que dejará el presidente Andrés Manuel López Obrador para lograr la prometida promesa de llevarle bienestar a las familias mexicanas, sobre todo las más pobres.
Prácticamente está por concluir el sexenio, uno que se caracterizó por muchas decisiones y acciones inconclusas, la violencia e inseguridad, entre ellos, con un costo significativo para los hogares. Otro de los objetivos incumplidos, posiblemente el más relevante por su incidencia en el bienestar de las familias, especialmente las de menores ingresos, es la de mejorar la calidad y atención en el sector salud.
El desmantelamiento del seguro popular significó que, en 2020 en medio de la crisis por el Covid-19, casi 16 millones de personas perdieran su acceso a servicios de salud, cifra que prácticamente se duplicó para 2022 como resultado de la evidente ineficiencia del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).
A pesar de los esfuerzos que las autoridades aseguran haber hecho para mejorar el sector, aún se aprecian problemas serios en la calidad de la atención y falta de medicamentos.
La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2023, confirma el deterioro del sector salud en lo que va del sexenio. Sus resultados muestran que entre 2018 y 2023 fueron 22.7 millones de personas las que perdieron su afiliación a alguna institución de salud y 15.7 millones dejaron de asistir a las instituciones del sistema público, como hospitales generales e institutos del gobierno federal.
Sustitución del servicio
Esto propició que los hogares se vieran en la necesidad de sustituir el servicio público por el privado. La ENADID indica que la demanda de servicios médicos en farmacias privadas aumentó en 9 millones de personas y la atención en clínicas y hospitales privados creció en 9.8 millones. Los datos disponibles de la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), por su parte, señalan que entre 2018 y 2022 el gasto de los hogares en salud aumentó 30.9%.
Uno de los mayores problemas del país en materia de salud es la cantidad de recursos que se canalizan para su funcionamiento. Con base en las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2022 el gasto en salud de México como porcentaje del PIB representó el 5.5%, mientras que en Dinamarca fue de 9.5%. Esto ubica a nuestro país en el penúltimo lugar del ranking de los países de la OCDE.
Evaluar la eficacia de la salud pública a través de indicadores de mortalidad evitable como lo hace la OCDE, es fundamental para establecer políticas de prevención y atención más eficientes cuando se busca reducir las muertes por diversas enfermedades.
En este contexto se consideran dos indicadores: la tasa de mortalidad por causas prevenibles, que son aquellos que pueden evitarse mediante políticas eficaces de salud pública y prevención, y la tasa de mortalidad por causas tratables, que pueden evitarse a través de intervenciones sanitarias oportunas y eficaces.
Mientras que en México la tasa de mortalidad por causas prevenibles, -tasa estandarizada por edad por cada 100 mil habitantes-, fue de 435 en 2021, en Dinamarca fue de 120. En cuanto a la tasa de mortalidad por causas tratables, en México se ubicó en 230 y en Dinamarca en 54. En ambos casos nuestro país ocupa el último lugar entre los países de la OCDE. Sin duda queda en evidencia la baja eficacia del sector salud en nuestro país y lo lejos que estamos del sistema danés, como prometió el presidente López Obrador.
La cobertura del servicio de salud es fundamental para el bienestar de los hogares. Si bien las cifras de la OCDE indican que en México la cobertura de población para un conjunto básico de servicios es de 72%, en Dinamarca es del 100%.
Origen del financiamiento
Un tema fundamental es el origen del financiamiento del servicio de salud, toda vez que puede representar un costo importante para las familias. Mientras que en Dinamarca el 84% del financiamiento tiene su origen en esquemas gubernamentales, en México solo 24% se financia a través de esta fuente.
A pesar de que el presidente prometió en diversas ocasiones tener el mejor sistema de salud del mundo, incluso mejor que el de Dinamarca, dicha meta no se cumplió en el tiempo marcado que era marzo del presente año. No obstante, pese a que es imposible lograrlo, el presidente insistió en este objetivo y se volvió a comprometer a lograrlo antes de concluir su administración, es decir, en septiembre próximo, lo cual es prácticamente improbable.
El siguiente gobierno deberá hacer muchos más esfuerzos para lograr el fortalecimiento del sector salud y reposicionarlo como uno de los factores fundamentales para mejorar el bienestar de los hogares, incluso para incidir positivamente en los niveles de pobreza.
El uso más eficiente de los recursos públicos destinados a la salud debe ser una prioridad en el presupuesto de egresos del sector público; es un elemento esencial para mejorar el bienestar de los hogares, así como los niveles de productividad y competitividad del país.
La población no debe seguir enfrentando problemas de acceso a los servicios de salud y la falta de medicamentos y tratamientos para enfermedades graves.
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx