París.- La demanda global de petróleo se desacelerará este año, con un crecimiento previsto de 1.2 millones de barriles diarios frente al aumento de 2.3 millones de 2023, adelantó este jueves la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
El año pasado terminó con una demanda media de 101.8 millones de barriles diarios y en 2024 se prevé que alcance los 103 millones, señaló la AIE en su informe mensual sobre el mercado de petróleo.
Esta tendencia al menor crecimiento de la demanda durante este año sigue a la ralentización ya registrada en el cuarto trimestre del año pasado,
China, India y Brasil seguirán “dominando el crecimiento” de la demanda en este ejercicio, mientras que en los países de la OCDE el aumento será “tibio” debido a la desaceleración de sus economías, añade el documento.
En el caso chino, incluso a pesar de que en el último trimestre del año pasado se registró una “fuerte caída” en la demanda, de 500,000 barriles diarios, respecto al trimestre anterior.
En producción global registró un descenso intermensual en enero de 1.4 millones de barriles diarios debido al fuerte temporal ártico que paralizó durante algunos días la producción en Norteamérica, y a los “nuevos recortes voluntarios” de la producción de la OPEP y sus aliados (OPEP+), por unos 300 mil barriles diarios.
Otro factor, señala la agencia, fue el “recrudecimiento de las hostilidades” en Oriente Medio.
La AIE ya advirtió el pasado mes del “elevado” riesgo de tránsito por el Mar Rojo, que, apuntó, podría acarrear problemas en el suministro y subidas en los precios de los mercados europeos.
En este informe, confirmó que “el desvío del tráfico de petroleros del Mar Rojo congestionó las cadenas de suministro Asia-Europa y retrasó los flujos hacia el Atlántico”.
No obstante, la extracción a niveles récord de Estados Unidos, Brasil, Guayana y Canadá contribuirá a aumentar la oferta fuera de la OPEP+, con 1.6 millones de barriles diarios adicionales este año, frente a los 2.4 millones de incremento de 2023.
Las existencias mundiales de petróleo se desplomaron en unos 60 millones de barriles en enero, según datos preliminares, y los inventarios en tierra cayeron a su nivel más bajo desde 2016.
“Dados los crecientes riesgos geopolíticos y los bajos inventarios mundiales de petróleo, un modesto superávit (de la producción) puede ayudar a contener la volatilidad del mercado”, constata la AIE.
Y es que la agencia destaca el aumento de precios en enero, debido tanto al conflicto en Oriente Medio como a la disrupción de la producción en América del Norte.
Como ejemplo, señala que el Brent aumentó una media de 5 dólares por barril en enero, su primera subida mensual desde septiembre, y en el momento de elaborar el informe se cotizaba a 83 dólares.
En cuanto a Rusia, el informe de la AIE constata que las exportaciones de crudo se mantuvieron estables en unos 7.7 millones de barriles diarios, entre diciembre y enero, pero los ingresos subieron un 1.7% intermensual hasta 15,700 millones de dólares debido al aumento de precios.
En concreto, los precios del barril ruso, que habían comenzado enero a 60 dólares, terminaron el mes cerca de los 66, si bien en febrero volvió a caer a los 61 dólares.
El informe advierte de que los recientes ataques ucranianos a refinerías y otras instalaciones petrolíferas rusas podrían tener un impacto “significativo” si los trabajos de reparación se prolongan.