Hangzhou.- La empresa aeroespacial china Space Epoch anunció una colaboración con la plataforma de comercio electrónico Taobao, del gigante tecnológico Alibaba, para desarrollar un sistema de entregas exprés a nivel mundial mediante cohetes reutilizables.
Este proyecto tiene como objetivo reducir el tiempo de entrega a cualquier punto del planeta a tan solo una hora, informó este lunes el portal de noticias económicas Yicai.
La iniciativa se encuentra en una etapa inicial de pruebas y se centra en el diseño de un cohete capaz de transportar hasta diez toneladas de carga en un contenedor de 120 metros cúbicos.
Space Epoch planea emplear su modelo Yuanxing-1, el cual ya superó con éxito pruebas de encendido y recuperación en alta mar el año pasado.
Las pruebas de entrega mediante cohetes están programadas para comenzar próximamente, reportó la compañía el domingo.
Sin embargo, la empresa reconoce las dificultades a corto plazo para alcanzar las metas establecidas en el proyecto.
Este esfuerzo se alinea con el impulso del Gobierno chino al sector espacial comercial, considerado estratégico para el desarrollo de constelaciones satelitales destinadas a la comunicación, la observación remota y la navegación.
En los últimos años, China ha visto un aumento en el número de empresas privadas que se dedican al desarrollo y lanzamiento de cohetes.
El pasado mes de enero, Orienspace lanzó con éxito el cohete Gravity 1, el más potente del mundo con propulsión de combustible sólido, mientras que, en septiembre de 2023, la compañía Galactic Energy se convirtió en la primera empresa privada china en llevar a cabo un lanzamiento exitoso desde el mar.
Por su parte, el pasado mes de abril, China llevó a cabo una prueba de aterrizaje vertical de un cohete en una plataforma marina, lo que sentaba los cimientos para la recuperación de los lanzadores y su posterior reutilización.
Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha conseguido alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna -primera vez que se logra- y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país -tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética- en ‘amartizar’.