Amenazas arancelarias no terminarán con el T-MEC

La política comercial se vuelve más incierta, advierten analistas de Citibanamex; la SHCP afirma que existe un blindaje financiero para “paliar la peor crisis” que pudiera presentarse en México

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Agustín Vargas

La aprobación del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), por parte del Senado de la República, es una medida alentadora; sin embargo, en opinión de expertos financieros, no alcanza para disipar la incertidumbre que aún prevalece sobre la economía mexicana, cuyo crecimiento para este año prevén será por debajo del 1%.

México se ha visto afectado por una serie de noticias negativas y los flujos de datos siguen mostrando un sesgo preocupante a la baja y de acuerdo, con el reporte económico del Grupo Financiero Citibanamex, la potencial ventaja que generaría la ratificación del T-MEC ahora se ve contrarrestada por una política comercial que se vuelve, en general, más incierta. 

“Por lo tanto, mientras que la aprobación del T-MEC por parte del Senado mexicano es bienvenida, ya no vemos esto, ni su potencial ratificación por los legisladores en Estados Unidos y Canadá, como una garantía “anti-balas” de que es la última vez que escuchamos de amenazas arancelarias en Norteamérica”, se advierte en el documento de la referida institución financiera.

Ante esta situación y debido al cúmulo de datos negativos que han afectado la economía en los últimos meses, los especialistas financieros revisaron a la baja su pronóstico de crecimiento del PIB para 2019, por cuarta vez desde noviembre de 2018, a 0.9% desde 1.2% anteriormente. 

También modificaron su pronóstico de crecimiento del PIB para 2020 a 1.5% desde 1.7%. Ahora vemos un tipo de cambio más volátil que cerraría 2019 y 2020 en 19.8 y 20.3 pesos por dólar, respectivamente, en contraste con el dato de 19.6 y 19.9 pesos por dólar de la estimación previa. Se espera una inflación de 3.8% y la tasa de interés de referencia en 7.75% al cierre de 2019.

Hay recursos, pero no política anticíclica

Por otra parte y ante el nerviosismo que prevalece sobre el desarrollo de la economía, el subsecretario de Hacienda y Crédito Público (SCHP), Arturo Herrera Gutiérrez afirmó que México tiene los recursos para “paliar la peor crisis” que pudiera tener, como una caja de la economía de 5.0 por ciento, pero carece de reglas definidas para utilizarlos.

Durante un foro de la calificadora Fitch efectuado el pasado 19 de junio en la Ciudad de México, previó a la aprobación del T-MEC en el Senado de la República, el funcionario advirtió que el contexto internacional no se ve particularmente optimista, y sumado a la desaceleración de la economía mexicana, el país debe de tener un esquema de riesgos adecuados, pero le falta contar con una política contracíclica. 

La política económica anticíclica o contracíclica consiste en el conjunto de acciones gubernamentales dedicadas a impedir, superar, o minimizar los efectos del ciclo económico

“Si tenemos fondos muy, muy importantes, pero nuestros fondos están asociados a disminuciones en los ingresos públicos, y tienes que usar fondos que se utilicen cuando estás en una recesión, y que se amplíe el fondo cuanto estás en un boom; esa cosa no la tenemos nosotros”, añadió.

México tiene más de 280,000 millones de pesos en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), equivalente a más de 1% del Producto Interno Bruto (PIB).

Al FEIP se suman la línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional por 74,000 millones de dólares y 178,000 millones de dólares de las reservas internacionales del Banco de México.

Además, el país recauda alrededor de 20% del PIB y ante una fuerte caída de la actividad económica de 5 %, la cual sólo ha ocurrido tres veces en los últimos 100 años, el impacto en los ingresos públicos sería de 1% del PIB.

Destacó que el país ha visto tres crisis graves en los últimos 100 años, todas con caídas de 5% en el PIB.

Por otro lado, dijo que el gobierno está siendo «muy prudente con el gasto» y aseguró que no se tienen previstos recortes adicionales, como advirtió el 17 de junio la firma de riesgo Moody’s, al argumentar que los ingresos son insuficientes.

«Los ingresos no van mal. La razón por la que nosotros podríamos recortar el gasto es si la disminución en la actividad económica hubiera impactado en los ingresos, pero éstos no han sido afectados», aseveró.

No obstante, matizó, «sí hay posibilidades de ajuste, pero no es algo que estemos planeando por el momento».