Arena en el zapato

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Claudia E. Anaya (*)

Han pasado los días y la denominada nueva normalidad ha ido permeando en el país de forma un tanto confusa, con el sistema de semáforos siendo muy mal interpretado (o de plano ignorado) y pretensiones de apoyos en distintos rubros que se antojan insuficientes.

Como no podía ser la excepción, el turismo se ha visto envuelto en toda la situación, ya que el gobierno federal se ha empeñado en hacer alusión a sus estrategias para ponerlo nuevamente en marcha.

A inicios de la semana pasada, la Secretaría de Turismo (Sectur) aseveró que tanto los touroperadores como los agentes de viaje jugarán un papel clave para lograr reanudar los flujos turísticos de los países latinoamericanos hacia México.

De acuerdo con el titular de la dependencia, Miguel Torruco Marqués, estos actores del rubro son fundamentales en la comercialización de la oferta con la que cuenta el país como destino turístico, ya que son los principales especialistas respecto a los lugares y los productos disponibles.

El secretario enfatizó que en fechas recientes se ha reiniciado la apertura de destinos como Cancún y Los Cabos, manteniendo estrictas medidas de higiene y protocolos homologados a nivel mundial con miras de proteger a los prestadores de servicios y a los turistas.

Aunado a ello, el funcionario reiteró que se está fortaleciendo la conectividad mediante la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, la remodelación del aeropuerto de Chetumal y la edificación del Tren Maya.

Pese a esto, en días subsecuentes, el senador Manuel Añorve indicó que la situación del semáforo epidemiológico hace necesaria la comparecencia de Torruco Marqués para que explique cuál será la estrategia que se utilizará para reactivar al sector.

De acuerdo con el legislador, la reducción del consumo turístico en el país durante lo que va del año podría ascender a los 1.6 billones de pesos, situación que pone en riesgo millones de empleos e implica una posible reducción en la recaudación de cerca de 100 mil millones de pesos.

El senador señaló que la respuesta de la Sectur al problema ha dejado mucho que desear al no contar con un verdadero plan de apoyo para el sector y que la comparecencia es un asunto urgente para poder conocer a detalle las estrategias para recuperar empleos en el rubro.

Por si fuera poco tener que lidiar con las crecientes críticas a la estrategia adoptada por la dependencia a su cargo, Torruco ha tenido que afrontar otra polémica nacida del sureste.

Durante la semana pasada, usuarios de redes sociales se quejaron de que el acceso a las playas se mantuviera cerrado para los locales, mientras que los turistas estaban autorizados para utilizarlas.

De acuerdo con el presidente de la Asociación de Hoteleros de Cancún y Puerto Morelos, Roberto Cintrón, la medida tiene por finalidad evitar un mayor número de contagios de Covid-19 al tener un mayor control en el acceso de los bañistas.

Señaló que no se busca tener una confrontación con los ciudadanos sino que estos puedan cooperar esperando un poco más para poder mejorar la situación.

Tras esto, Miguel Torruco solicitó a los prestadores de servicios apegarse a la ley, ya que en el país no existen playas privadas o de uso exclusivo para turistas.

El funcionario puntualizó que los bienes nacionales (entre los que se incluyen las playas) son patrimonio de los mexicanos, de uso público bajo las modalidades determinadas por las leyes vigentes.

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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx