- Más empleo… pero con sueldos precarios
- Sigue cayendo crédito a empresas
- Financieras de marca desplazan a banca
Agustín Vargas *
Durante el cuarto trimestre del 2021 el PIB de México se mantuvo sin cambio, lo que confirmó la falta de dinamismo de la economía, es decir, se encuentra en total atonía. En términos anuales, de acuerdo con el reciente reporte del Inegi, el PIB creció 5.0% en el año, porcentaje inferior a diversas estimaciones previas.
Así, el resultado de 2021 añade a la pobreza del crecimiento en lo que va de la administración, particularmente desde 2020. No obstante, el desempeño económico ha sido distinto entre las entidades federativas. Donde el dinamismo ha sido mayor es probable que haya más nichos de oportunidad que permitan una actividad económica más saludable.
De acuerdo con las cifras del PIB por entidad federativa (hasta 2020), se puede considerar que la producción de bienes y servicios del país tiene una elevada concentración. Al menos en los últimos cinco años, poco más del 40% del PIB se concentró en sólo cuatro entidades del país: La Ciudad de México generó el 17.5%; el Estado de México 8.9%; Nuevo León 7.6%; y Jalisco 6.8%.
Dichas entidades fueron las que mayor inversión extranjera concentraron entre 2015 y 2021: La Ciudad de México recibió 19.2%; Nuevo León, 9.9%; Estado de México, 8.0% y Jalisco, 5.7%.
Existen suficientes evidencias de que a partir del proceso electoral en 2018 se generó incertidumbre acerca de las políticas públicas y el respeto a los compromisos que propició cautela entre los inversionistas y el crecimiento de la economía en general se vio afectado.
Al inicio del 2022, y casi dos años desde que llegó la Covid-19 al país, todavía la recuperación en el mercado laboral enfrenta retos importantes en materia de precarización de los empleos, que se encuentran vulnerables ya sea por su condición de informalidad, por una relación inadecuada entre las remuneraciones y las jornadas laborales o por el tipo de actividad que realizan.
Precarización del empleo
Es innegable que la llegada de la pandemia Covid-19 impactó de manera importante el mercado laboral en México, que ya desde antes mostraba problemas, y aunque gran parte de los empleos se han recuperado y cada vez más trabajadores se reincorporan a sus actividades, como lo presumen a cada momento los oficiosos del oficialismo presidencial, esto no se ha traducido en mejores condiciones laborales o remuneraciones más altas.
Esto, no obstante que este año entró en vigor uno de los más significativos incrementos al salario mínimo, que pasó de 141.70 a 172.87 pesos diarios, lo que representó un aumento de 22% y que benefició directamente a cerca de seis millones de trabajadores, según reportó la Comisión Nacional de Salarios Mínimos.
Sin embargo, todavía existe un porcentaje muy elevado de trabajadores que no alcanza ni un salario mínimo y de acuerdo con las cifras del Inegi el grupo de trabajadores que perciben máximo un salario mínimo creció apenas 8.8% en comparación con el mismo mes del 2021.
Se observa también un engrosamiento de este grupo trabajadores como proporción del total de la población ocupada, pues mientras en enero del 2021 representó el 25% del total de los trabajadores, ahora quienes perciben máximo un salario mínimo representan el 34%.
Sigue a la baja crédito empresarial
Durante enero pasado, el saldo del crédito vigente de la banca comercial al sector privado ascendió a 4 mil 826 millones de pesos, cifra que representó una reducción real de 1.8% respecto al mismo de 2021, aunque, eso sí, fue la menor caída el financiamiento bancario en 16 meses consecutivos.
Por componentes, el crédito a empresas observó una caída anual de 4.2%, mientras que el financiamiento al consumo aumentó 0.8%, su primer incremento desde febrero 2020.
El crédito a la vivienda continúa expandiéndose, al aumentar 2.8% anual. Diversos analistas prevén que la recuperación del crédito será lenta, considerando el poco dinamismo que se anticipa en el consumo y la inversión.
Financieras desplazan a bancos
Ante la caída del crédito bancario a diversas actividades económicas, las financieras están ganando terreno, como sucede, por ejemplo en el sector automotriz.
El Reporte de Financiamiento y Compradores por Estado, enero 2022, publicado por la AMDA en colaboración con JATO y Urban Science, destaca que del total de automotores adquiridos mediante financiamiento, 82% fueron otorgados por una financiera de marca y el restante 18% por bancos.
Las financieras de marca tuvieron mayor participación en los segmentos de subcompactos y minivans, en tanto que el nicho de los bancos se concentró más en SUVs, pick-ups, deportivos, de lujo y compactos.
De acuerdo con el reporte automotriz los bancos mantienen una mayor proporción de financiamiento en los segmentos de gama alta (deportivos y de lujo), además de pick-ups; en cambio, las financieras presentaron las participaciones más elevadas en minivans y subcompactos.
En el primer mes de este año, a los segmentos de subcompactos, compactos, SUVs y deportivos se sumó de lujo para el plazo de financiamiento favorito de sus compradores a 60 meses (5 años), mientras que para los segmentos restantes (pick-ups y minivans) el preferido se situó en 36 meses (3 años).
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx