Londres.- El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, envió el domingo una nueva señal de que el banco central británico se está preparando para subir las tasas de interés por primera vez desde el inicio de la crisis del coronavirus, a medida que aumentan los riesgos inflacionarios.
Bailey dijo que sigue creyendo que el reciente salto de la inflación es temporal, pero que un alza de los precios de la energía la acelerará y hará que su subida dure más tiempo, aumentando el riesgo de que las expectativas de inflación sean mayores.
«La política monetaria no puede resolver los problemas del lado de la oferta, pero tendrá que actuar y debe hacerlo si vemos un riesgo, especialmente para la inflación a mediano plazo y para las expectativas de inflación a mediano plazo», dijo Bailey durante una mesa redonda organizada por el equipo consultivo del Grupo de los 30.
«Por eso en el Banco de Inglaterra hemos señalado, y esta es otra de esas señales, que tendremos que actuar», sostuvo. «Pero, por supuesto, esa decisión se toma en nuestras reuniones de política monetaria».
El Banco de Inglaterra (BoE, por su sigla en inglés) ha pronosticado que la tasa de inflación británica superará el 4%, más del doble de su objetivo, a medida que la economía mundial se reabre tras los confinamientos impuestos para frenar la propagación del COVID-19, provocando escasez de suministros y personal, y que el precio de la energía se dispara.
Los inversores especulan con la posibilidad de que el BoE se convierta en el primero de los mayores bancos centrales del mundo en subir sus tasas, a finales de este año o a principios de 2022.
Bailey dijo que la demanda de trabajadores en Reino Unido ha sido más fuerte que lo esperado y que ha aumentado el número de trabajadores jóvenes y mayores que abandonaban el mercado laboral.
«Me preocupa el crecimiento de la oferta de trabajo», comentó.
Pero Bailey agregó que no cree que exista un «patrón general de presión en el mercado laboral», ya que los salarios subieron mucho en algunos sectores, pero menos en otros.
También dijo que los gobiernos que intentan prevenir futuras crisis de la cadena de suministro pueden aprender de la forma en que los reguladores financieros respondieron a la crisis financiera mundial de 2007-09, incluyendo pruebas periódicas.
«No digo que tengamos la respuesta mágica para las cadenas de suministro en general, pero creo que hay lecciones que hemos aprendido en términos de resiliencia que pueden ser adaptadas y utilizadas y trasladadas a algunos otros mercados, en particular, por ejemplo, cuando miro el suministro de energía», dijo.