Londres.- Los precios del petróleo revirtieron el viernes las ganancias iniciales y caían, ya que los indicios de una fuerte oferta rusa contrarrestaron los datos de Estados Unidos mejores a lo esperado, los fuertes márgenes de refinación de destilados y las esperanzas de una rápida recuperación de la demanda china.
A las 16:29 GMT, los futuros del Brent cedían 0,51 dólares, o un 0,6%, a 86,96 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate en Estados Unidos bajaba 0,65 dólares, o un 0,8%, a 80,37 dólares.
Ambos referenciales mejoraron más de un 1% el jueves, pero se encaminaban a romper una racha de ganancias semanales.
Los cargamentos de crudo de los puertos rusos del Báltico aumentarán un 50% este mes respecto a diciembre, ya que los vendedores intentan satisfacer la fuerte demanda de Asia y beneficiarse de la subida de los precios mundiales de la energía, según operadores y cálculos de Reuters.
«Si la oferta rusa sigue siendo fuerte de cara al mes que viene, el petróleo probablemente seguirá tendiendo a la baja», dijo John Kilduff, socio de Again Capital LLC en Nueva York, quien añadió que una toma de ganancias antes del fin de semana también puede haber arrastrado a los precios.
Los delegados de la OPEP+ se reunirán la próxima semana para revisar los niveles de producción de crudo y fuentes del grupo de productores no esperan cambios en la actual política.
La próxima decisión de la Reserva Federal estadounidense sobre las tasas de interés se tomará en una reunión que se celebrará entre el 31 de enero y el 1 de febrero, con el telón de fondo de una desaceleración de la inflación y un Producto Interno Bruto que creció un 2,9% -por encima de lo previsto- en el cuarto trimestre.
«La positiva serie de datos dio alas a los precios del petróleo», afirmó Stephen Brennock, analista de PVM.
La acumulación de 4,2 millones de barriles de reservas en Cushing, el centro de fijación de precios de los futuros del petróleo NYMEX, esta semana, también pesó sobre los precios.
En China, los casos graves de COVID-19 se han reducido un 72% desde el máximo alcanzado a principios de mes, mientras que las muertes diarias en los hospitales han descendido un 79% desde su máximo, lo que apunta a una normalización de la economía china e impulsa las expectativas de recuperación de la demanda petrolera.