Madrid.- BBVA defiende el atractivo de la oferta lanzada a los accionistas del Banco Sabadell, sin embargo, ante los inversores contempla la posibilidad de retirarla si la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no se pronuncia a tiempo o deja de interesarle por las condiciones impuestas.
En un folleto remitido a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, en sus siglas en inglés), el supervisor bursátil estadounidense, el BBVA recuerda que el 9 de mayo lanzó una oferta pública de adquisición de acciones (opa) sobre el Sabadell con el objetivo de hacerse con el control de la entidad e integrarla en su grupo y los pasos dados desde entonces.
El banco solicitó en primer lugar el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco Central Europeo (BCE) a la opa, así como la autorización de la CNMC a la fusión de las dos entidades, por el impacto que tendría en la competencia, lo que siempre ha pensado que podría llevar entre cinco y seis meses.
En cuanto el BCE y la CNMV den luz verde a la operación, el BBVA podría lanzar su oferta a los accionistas del Sabadell, a los que propone canjearles 4.86 títulos de la entidad catalana por uno nuevo del BBVA, pero queda la duda de si para entonces ya se habrá pronunciado Competencia.
El BBVA recoge en el folleto remitido a la SEC que no puede garantizar que se cumplan todas las condiciones de la oferta de canje, ni que se cumplan en el plazo previsto actualmente, con lo que deja la puerta abierta a no completar el canje de títulos.
El BBVA defiende el atractivo de la oferta lanzada a los accionistas del Banco Sabadell, sin embargo, ante los inversores contempla la posibilidad de retirarla si la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no se pronuncia a tiempo o deja de interesarle por las condiciones impuestas.
En un folleto remitido a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, en sus siglas en inglés), el supervisor bursátil estadounidense, el BBVA recuerda que el 9 de mayo lanzó una oferta pública de adquisición de acciones (opa) sobre el Sabadell con el objetivo de hacerse con el control de la entidad e integrarla en su grupo y los pasos dados desde entonces.
El banco solicitó en primer lugar el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco Central Europeo (BCE) a la opa, así como la autorización de la CNMC a la fusión de las dos entidades, por el impacto que tendría en la competencia, lo que siempre ha pensado que podría llevar entre cinco y seis meses.
En cuanto el BCE y la CNMV den luz verde a la operación, el BBVA podría lanzar su oferta a los accionistas del Sabadell, a los que propone canjearles 4.86 títulos de la entidad catalana por uno nuevo del BBVA, pero queda la duda de si para entonces ya se habrá pronunciado Competencia.
El BBVA recoge en el folleto remitido a la SEC que no puede garantizar que se cumplan todas las condiciones de la oferta de canje, ni que se cumplan en el plazo previsto actualmente, con lo que deja la puerta abierta a no completar el canje de títulos.
Además, explica que la finalización de la oferta de canje no está condicionada a la obtención de la aprobación de las autoridades de competencia, pero admite que si no las obtiene y completa la oferta de canje, se podrían ver afectados tanto el propio BBVA como el Sabadell.
Asimismo, recuerda que la fusión que se busca si la opa prospera y el BBVA puede tomar el control del Sabadell está sujeta a la autorización expresa o tácita de las autoridades de defensa de la competencia españolas, lo que tiene distintos efectos.
En primer lugar, si antes de la finalización del plazo de aceptación de la oferta a los accionistas del Sabadell, la CNMC no se ha opuesto, el proceso podrá seguir su curso.
Sin embargo, si antes de que finalice el plazo de aceptación, las autoridades antimonopolio españolas declaran que la oferta de canje es “inapropiada”, el BBVA deberá retirarla.
Otro escenario es que antes de que se cierre el plazo dado a los accionistas del Sabadell para vender sus acciones, Competencia se pronuncie y condicione su autorización al cumplimiento de algunas condiciones. En ese supuesto, aunque el BBVA no estaría obligado a hacerlo, el banco abre la puerta a retirar la oferta.
Es decir, el BBVA contempla la posibilidad de desistir de la compra del Sabadell si las condiciones impuestas por la CNMC hacen que la operación tenga sentido, lo que le ha pasado a Iberia, que ha decidido abandonar la compra de Air Europa ante las trabas que ponían las autoridades de competencia europeas.
También existe la posibilidad de que la CNMC no dé su autorización expresa a la oferta de canje que el BBVA propone a los accionistas, lo que podría llevar a la entidad a retirar la opa, según recoge este folleto que aglutina una larga lista de riesgos ligados a la operación.
No obstante, a pesar de todas advertencias, esta misma semana el consejero delegado del BBVA, Onur Genç, se mostró convencido en rueda de prensa de que la operación saldrá adelante por el “atractivo” que supone para los accionistas del Sabadell, a los que se ofrece una prima del 30% respecto a los precios de cierre de abril.
Y confiaba en que Competencia actuara como lo había hecho en el pasado, en operaciones recientes como la fusión de CaixaBank y Bankia, que dio lugar a un grupo bancario mayor que el que crearían el BBVA y el Sabadell si finalmente se unieran.