Fráncfort.- El Banco Central Europeo todavía necesita más pruebas de que la inflación está volviendo a su objetivo del 2% antes de que pueda recortar las tasas de interés, incluso si hay una creciente confianza en que las presiones sobre los precios están disminuyendo, dijeron el jueves dos responsables clave.
El BCE ha mantenido las tasas de interés en un nivel récord desde septiembre, pero la ralentización del crecimiento y la disminución de las presiones sobre los precios están alimentando las conversaciones sobre un recorte de los tipos, y los inversores esperan la primera medida en abril o junio.
«Los nuevos datos sugieren que el proceso de desinflación a corto plazo podría ser más rápido de lo previsto», declaró en Washington Philip Lane, economista jefe del BCE.
Aunque esto puede considerarse positivo, una desinflación más rápida llevará a un mayor crecimiento de la renta real, lo que podría aumentar las presiones inflacionarias en 2025 y más allá, complicando las perspectivas, dijo en un discurso en la Brookings Institution.
«Tenemos que avanzar más en el proceso de desinflación antes de poder confiar suficientemente en que la inflación alcanzará el objetivo en el momento oportuno y se estabilizará en él de forma sostenible», afirmó.
El director del banco central belga, Pierre Wunsch, se mostró igualmente cauto en Bruselas, afirmando que había algunas señales esperanzadoras en los salarios, el componente más vigilado de la fijación de precios, pero no las suficientes para que el BCE empiece a dar marcha atrás en sus políticas monetarias restrictivas.
«Seamos sinceros, no nos sentiremos plenamente tranquilos en un plazo razonable», dijo Wunsch en un acto organizado por el grupo de expertos Bruegel.
«Así que creo que tiene cierto valor esperar a tener más detalles sobre los salarios, pero en algún momento vamos a tener que apostar por dónde va la inflación», agregó.
Los salarios son una cuestión clave porque los trabajadores han perdido parte de sus ingresos reales a causa de la inflación y ahora exigen compensaciones, lo que amenaza con alimentar aún más las presiones sobre los precios si las empresas se ven obligadas a realizar pagos excesivos.
Sin embargo, Lane afirmó que los indicadores muestran ahora algunos signos de ligera desaceleración del crecimiento salarial, aunque todavía faltan muchos datos cruciales del cuarto y primer trimestres.
La próxima reunión del BCE tendrá lugar el 7 de marzo, fecha en la que también se presentarán las nuevas proyecciones económicas, consideradas como un probable desencadenante de al menos un debate sobre recortes de tasas en los próximos meses.