Fráncfort.- El Banco Central Europeo rebajó en 0.5% su previsión de crecimiento del PIB de la eurozona en 2022, al tiempo que elevó en casi 2% su previsión de inflación debido al impacto económico de la guerra en Ucrania.
Esta guerra «tendrá un impacto significativo en la actividad económica y en la inflación, con el aumento de los precios de la energía y de las materias primas, la perturbación del comercio internacional y la confianza», dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los riesgos para la economía de la eurozona «han aumentado significativamente» debido al conflicto, añadió.
Los expertos del BCE prevén que el PIB aumente un 3.7% este año, frente al 4.2% de las últimas proyecciones, mientras que la subida de precios alcanzaría el 5.1%, frente al 3.2% previsto hasta ahora.
«Todavía se espera que la economía de la Eurozona crezca con fuerza en 2022, pero a un ritmo más lento de lo que se esperaba antes de que empezara la guerra», dijo Lagarde.
Los precios de la energía, que se dispararon un 31.7% en febrero, siguen impulsando la inflación, según la institución.
La energía «sigue siendo la principal razón de esta elevada tasa de inflación y está haciendo subir los precios en muchos otros sectores», afirmó Lagarde.
Los precios, ya afectados por la elevada demanda tras la pandemia y la falta de oferta, se ven ahora presionados al alza por la guerra de Ucrania porque Rusia es uno de los principales proveedores de energía de la Unión Europea.