Beneficiaria de Donald

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  • Trump realza a Sheinbaum
  • Popularidad y apoyo se fortalecen
  • Se acelera debilidad económica   

Agustín Vargas *

Las amenazas del mandatario estadunidense Donald Trump han generado un rechazo generalizado en México –aun antes de que tomara posesión– situación que le ha servido y ha utilizado muy bien, hasta ahora, la Presidenta Claudia Sheinbaum para catapultar su popularidad y recibir apoyo de diversos sectores, situación a la que también contribuyó la campaña mediática que desató con motivo de sus primeros 100 días de gobierno.

La serie de encuestas sobre popularidad presidencial publicadas recientemente en México muestra cómo el regreso de Trump a la Presidencia de Estados Unidos ha generado un cierre de filas entre los mexicanos, en respaldo a Sheinbaum.

El tono nacionalista en el discurso de la Presidenta y su aparente serenidad han vuelto convincente el discurso de que su gobierno está dispuesto a colaborar con el de Trump en el combate contra el crimen organizado y en temas migratorios, pero sin ceder soberanía.

Una de las más recientes encuestas registra que 68% de la población opina que está mal que Estados Unidos designe a los cárteles criminales mexicanos como organizaciones terroristas internacionales, mientras 26% lo ve bien. De manera similar, 62% de los mexicanos está en desacuerdo con que EU realice operativos armados en territorio mexicano para combatir a los cárteles, mientras que 37% lo aprueba.

Estos datos revelan que, a pesar de que la inseguridad y la violencia siguen registrando niveles muy altos y continúan como la principal preocupación de los mexicanos, la mayoría respalda la defensa que Sheinbaum hace de la soberanía.

Paradójicamente, al menos hasta ahora, la disruptiva y agresiva agenda del Presidente Trump hacia México ha contribuido a fortalecer la imagen y popularidad de Sheinbaum.

Es probable que la agresividad de Trump se mantenga a lo largo de los cuatro años que durará su administración, mientras sus amenazas no se concreten, el efecto positivo para Sheinbaum se prolongaría, aunque internamente la economía, la seguridad, el empleo, los ingresos de los mexicanos y el Estado de Derecho deberán mejorar sustancialmente en la realidad, no en el discurso.

Debilidad económica, acelerada

Recientemente la Secretaría de Hacienda, que encabeza Rogelio Ramírez de la O, dio a conocer su Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al cuarto trimestre de 2024, en el que resalta el crecimiento de la actividad económica impulsada por el buen dinamismo de la demanda interna, con tasas de crecimiento del consumo y la inversión por arriba de su promedio histórico, así como finanzas públicas en línea con lo aprobado por el Congreso, de tal manera que el déficit y la deuda pública se mantuvieron estables y sostenibles en el largo plazo.

Sin embargo, los principales indicadores económicos muestran una tendencia a la baja desde prácticamente hace un año, acelerando su debilidad en los últimos meses del 2024.

En materia de crecimiento, la estimación oportuna del INEGI muestra que en 2024 el PIB creció solo 1.3%, cifra inferior tanto al rango oficial estimado que va de 1.5% a 2.5%, como a la estimación más reciente de los especialistas del sector privado que preveían un aumento de 1.54%.

En materia de inversión, si bien es cierto que el crecimiento anual del periodo enero-octubre supera su promedio histórico, también es un hecho de que en pocos meses muestra un importante debilitamiento, de tal forma que a noviembre ya acumula tres meses consecutivos con variaciones negativas. En el caso del consumo pasa algo similar, aunque si bien aún se mantiene en terreno positivo, igualmente muestra un constante debilitamiento.

Las expectativas ante esta coyuntura no son alentadoras, lo que ha permitido que los pronósticos de crecimiento sigan corrigiéndose a la baja. De hecho, la tasa de crecimiento promedio para los próximos diez años ya está por debajo del 2%.

Las operaciones del sector público durante 2024 arrojaron un déficit presupuestario equivalente a 4.9% del PIB, en línea con lo aprobado por el Congreso. Por su parte, los requerimientos financieros del sector público representaron 5.7%, dos décimas de punto porcentual por arriba de lo aprobado.

El reporte señala que en 2024 la “deuda pública mantuvo una trayectoria estable y sostenible” al sumar 17 billones 426 mil millones de pesos, monto que representa el 51.4% el PIB. Esto significó, además, que en todo el sexenio que terminó, la deuda creció en 65.1%.

El INEGI dio a conocer recientemente que durante el segundo trimestre de 2024, el PIB de la economía fue de 33 billones 887 mil 988 millones de pesos corrientes y representó un incremento de apenas 7.3 % a tasa anual. Las cifras son verdaderamente contrastantes.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx