Washington.- El presidente Joe Biden dijo que aumentará el límite en la cifra de refugiados admitidos este año en Estados Unidos, un día después de recibir críticas de legisladores demócratas por mantener el número en niveles históricamente bajos.
Biden firmó un decreto que extiende un límite de refugiados admitidos de 15,000 emitido por su predecesor Donald Trump hasta fines de septiembre. Al firmar la orden, Biden archivó un plan anunciado en febrero para que el límite aumentara a 62,500.
Biden dijo a periodistas en Delaware el sábado después de jugar al golf que superará el límite de 15,000.
Con Biden bajo críticas de legisladores y grupos de defensa de refugiados, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el viernes que él planeaba aumentar el límite de refugiados para el resto de este año fiscal antes del 15 de mayo.
La orden de Biden de seguir limitando las admisiones en 15,000 fue un golpe para los grupos de defensa que querían que el presidente demócrata actuara rápidamente para revertir las políticas de refugiados del republicano Trump, que había fijado la cifra como una forma de limitar la inmigración.
El programa de admisión de refugiados es distinto del sistema de asilo para migrantes. Los refugiados deben ser examinados mientras aún están en el extranjero y deben recibir autorización para ingresar a Estados Unidos, a diferencia de los migrantes que llegan a una frontera estadounidense y luego solicitan asilo.
El enfoque cauteloso de Biden parece haber estado vinculado a las preocupaciones por admitir a más refugiados en un momento en que un número creciente de migrantes llega a la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos meses, y a no querer parecer demasiado «blando», dijo a Reuters el viernes otro funcionario estadounidense con conocimiento del asunto.
Psaki dijo el viernes que la «meta inicial de Biden de 62,500 parece poco probable… dado el diezmado programa de admisión de refugiados que heredamos».
Los republicanos culpan a Biden por la situación en la frontera, principalmente por sus movimientos para revertir las políticas de inmigración de línea dura de la era Trump.