Washington.- El presidente Joe Biden inicia su gira de la victoria para celebrar la nueva ley de gasto en infraestructura de Estados Unidos, comenzando el miércoles en Detroit, donde promoverá inversiones destinadas a impulsar el mercado de vehículos eléctricos.
Biden promulgó una ley de infraestructuras por 1 billón de dólares el lunes y, con sus índices de aprobación cayendo, está ansioso por exhibir su promesa de campaña ya cumplida.
La ley, que se aprobó con el apoyo de demócratas y republicanos, proporciona 7.500 millones de dólares en fondos para crear una red de carga de vehículos eléctricos en el país, con inversiones que, según la industria, inspirarán a más estadounidenses a comprar autos y a los fabricantes a producirlos.
La iniciativa destina fondos para instalar cargadores de vehículos eléctricos en los márgenes de autopistas y dentro de zonas urbanas, a fin de incentivar los viajes locales y de larga distancia.
Biden destacará las inversiones durante una visita a la planta de ensamblaje de General Motors Co en Detroit, la ciudad más grande de Michigan, un estado clave en el campo de batalla política en las elecciones estadounidenses.
El presidente hablará sobre cómo la ley «creará estaciones de carga de vehículos eléctricos en todo el país para facilitar la conducción de un vehículo eléctrico, reduciendo las emisiones para combatir la crisis climática y creando empleos sindicalizados bien pagados», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Una extendida transición a los automóviles y camiones eléctricos ayudará a Estados Unidos a cumplir el compromiso de Biden de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del país en un 50% desde los niveles de 2005 para el 2030.
Los demócratas están trabajando en un proyecto de ley de gasto social y climático por separado que contiene hasta 12.500 de dólares en créditos fiscales para autos eléctricos fabricados en Estados Unidos, incluido un crédito de 4.500 dólares para vehículos fabricados por trabajadores de sindicatos.
El proyecto es un pilar clave de la agenda de Gobierno de Biden, pero ha enfrentado a obstáculos para superar las diferencias entre legisladores progresistas y moderados de su partido.