Claudia E. Anaya (*)
La semana antepasada se armó revuelo por el tema de los puentes vacacionales y la denostada idea del presidente López Obrador en torno a su eliminación. Entonces salió el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, afirmando que defendería estas fechas y comunicaría las inquietudes del sector alrededor del tema.
No pasó mucho para que siguiera con el status quo de la Cuarta Transformación, pues a inicios de la semana pasada aseveró que se eliminarán los fines de semana largos y se respetarán las fechas cívico-históricas del país.
De acuerdo con el titular de la Sectur, tras haberse reunido con Alfonso Romo y el propio Andrés Manuel se acordó el respeto a las fechas conmemorativas del país, teniendo como alternativa ajustar el calendario escolar para propiciar los viajes a través de nuevos puentes.
Torruco Marqués insistió en que la iniciativa no afectará la actividad turística y que el mismo presidente está de acuerdo en que se propicien los viajes a las más de 100 plazas turísticas del país, con la finalidad de fortalecer la industria interna y beneficiar económicamente a la población local.
Como era de esperarse, la respuesta del sector privado llegó pronto. El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, señaló que la propuesta es una ocurrencia sin sustento y recomendó la reflexión en torno a la idea antes de afectar a la economía, al turismo y al bienestar de las familias.
“Los puentes no sólo ayudan a la economía, sino que hacen un espacio para que exista una mayor convivencia familiar; hacemos votos para que esta iniciativa no prospere, porque sería un daño más que tendría el sector turístico”, indicó el líder empresarial.
Por otro lado, Luis Humberto Araiza López, presidente de la Asociación de Secretarios de Turismo (Asetur), indicó que el secretario de Turismo federal mostró empatía con las peticiones del gremio y que funge como un defensor de las temporadas de asueto, por lo que podría contrarrestarse el efecto negativo de la iniciativa si efectivamente se implementan nuevos días de vacaciones.
Pese a esto, José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), insistió que la propuesta del Ejecutivo federal implicaría daños al turismo y la productividad, además de los efectos comerciales.
“La contrapropuesta de otros puentes es otra de las alternativas que se planteó (…) escucharemos en qué consiste, pero una cosa no tendría porqué sustituir a otra. No estamos hablando de mover las fechas, sino únicamente los días hábiles que marca la Ley Federal del Trabajo”, aseveró.
Posteriormente, el presidente del Consejo Nacional de Empresarial Turístico (CNET), Pablo Azcárraga, saldría a afirmar que el sector privado necesita de un titular de la Sectur que defienda la industria de ideas erróneas como la eliminación de los fines de semana largos.
El empresario explicó que se le ha informado a Miguel Torruco que puede contar con el respaldo de la iniciativa privada para apoyar al sector, pero que se ha visto poca defensa por parte del funcionario.
“Nosotros lo que queremos es un secretario que realmente defienda su sector. A veces lo hace y otros no. Nosotros queremos un secretario al 100 por ciento”, sentenció Azcárraga.
Respecto a la iniciativa insistió que podía tratarse de una buena idea con una ejecución inadecuada e instó a que se le haga caso al empresariado para apoyar al país, ya que “no sólo son buenos para el turismo y para el país, son positivos para las empresas y el empleo, lo que se traduce en algo positivo para la productividad”.
Ante las críticas que han rodeado la defensa de la ocurrencia del presidente no ha habido una respuesta pronta como la primera vez, por lo que ya se puede ir intuyendo que las cosas se impondrán a modo desde Palacio Nacional como siempre. ¿Y Torruco? Calladito y cooperando.
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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx