Candidatos presidenciales: ficción y realidad económica a debate

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Uno de los objetivos fundamentales de la Reforma Financiera era facilitar, y aun obligar, a que los bancos presten más y más barato. El objetivo planteado por el gobierno e impuesto a los bancos, era que la penetración bancaria, es decir el monto de los créditos, debería ser al menos equivalente al 40% del PIB al término de la presente administración. Nada más alejado de la realidad.

Agustín Vargas

Este año, México se debatirá entre la ficción (salpicada de esperanza) y la realidad. Las promesas de campaña externadas una y otra vez por los candidatos a la Presidencia de la República en este ciclo electoral abonarán a la primera perspectiva; los resultados de la contienda a la segunda. Lo que es un hecho, es que durante el 2018 el país no llegará al paraíso prometido de crecer 5%.
A pesar de las reformas estructurales aprobadas desde el cierre del 2012, el crecimiento del PIB nacional sigue anclado alrededor de un 2%. Dichos cambios debieron significar un crecimiento económico del 5.2% en 2017 y 5.3% para 2018, de acuerdo a las estimaciones oficiales; sin embargo, para 2017 la economía de mexicana tuvo un crecimiento de apenas 2.1%, según cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Más allá de la ficción, la realidad se impondrá sobre los contendientes y una vez llegado el momento, el ganador de las elecciones presidenciales tendrá que hacer frente a los retos que tiene el país y revertir los graves problemas que le aquejan:
Inflación por encima del objetivo, devaluación del peso mexicano, crecimiento de las tasas de interés, la renegociación del TLCAN, los efectos de la Reforma Fiscal de Estados Unidos, las finanzas públicas con costo financiero creciente y recorte en la inversión pública, la mayor inseguridad y los problemas estructurales como pobreza, inequidad y mercado laboral precario.
“Nosotros lo que queremos es escucharlos (a los candidatos presidenciales), no meter ruidos, habrá personas ahí que opinen qué necesita el país, pero no seremos nosotros, queremos ser más bien receptivos de las ideas que nosotros decirles qué es lo que a nosotros nos gustaría y tratar de inducir”, comentó recientemente Marcos Martínez Gavica, Presidente de la Asociación de Bancos de México.
Esta asociación, una de más influyentes y poderosas del país, celebrará su 90 aniversario en el marco de su Convención Bancaria número 81 los días 8 y el 9 de marzo, misma que tendrá como invitados especiales a los candidatos presenciales.
Como ocurrió hace seis años, en la convención de Acapulco del 2012, los candidatos punteros de aquel entonces, Enrique Peña Nieto (PRI), Andrés Manuel López Obrador (PRD) y Josefina Vázquez Mota (PAN), respondieron a la invitación y acudieron a la cita.
En esta ocasión también acudirán los candidatos presidenciales Andrés Manuel López Obrador (Morena-Encuentro Social); Ricardo Anaya (PAN-PRD-Movimiento Ciudadano) y José Antonio Meade Kuribreña (PRI-Verde-Nueva Alianza), pues la Convención Bancaria es un foro importantísimo que los aspirantes a la primera magistratura del país no se pueden dar el lujo de despreciar.
Pero ¿qué esperan los banqueros del próximo Presidente de la República, con independencia del partido o del color que sea? se le preguntó al presidente de la ABM.
“Que lo hagan muy bien, si lo hacen bien, seguro, nosotros cooperamos”, respondió a este reportero Martínez Gavica.

Metas incumplidas, acusaciones mutuas

La pregunta vino a colación porque justo al inicio del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, cuando todo apuntaba que la relación entre el sector bancario y el gobierno sería como una luna de miel, éste emprendió una severa campaña de críticas en contra de aquél, por su baja participación en la economía como proporción del Producto Interno Bruto, cuando países con menor grado de desarrollo que el nuestro tienen una elevada penetración financiera entre la población, algo que en México no sucedía.
El entonces secretario de Hacienda Luis Videgaray, se encargó literalmente de regañar a los banqueros una y otra vez en cuanto foro se aparecía por esa baja participación en el PIB y por no atender a la población en más comunidades, entre otros puntos.
Era insistente en afirmar que la banca nacional, si bien está integrada por instituciones sólidas y solventes, poco apoyaba la actividad económica del país. El funcionario criticaba el hecho de que el monto de los créditos otorgados era equivalente al 26% del Producto Interno Bruto, cuando el promedio de América Latina rebasa el 50%. En Estados Unidos o países europeos se supera inclusive el 100% de su producto.
“Tenemos bancos fuertes y sólidos, pero que prestan muy poco”, decía reiteradamente Videgaray.
Uno de los objetivos fundamentales de la reforma era facilitar, y aun obligar, a que los bancos presten más y más barato. El objetivo planteado por el gobierno e impuesto a los bancos, era que la penetración bancaria, es decir el monto de los créditos, debería ser al menos equivalente al 40% del PIB al término de la presente administración. Nada más alejado de la realidad.
“Nosotros dijimos hace como un año que no íbamos a llegar al 40%”, porque las circunstancias del país y del mundo no lo permitían. Eso incluso se planteó desde el 2012, afirmó Martinez Gavica.
Aún así, los resultados han sido buenos, dijo, porque se ha crecido el crédito más del doble de lo que crece la economía y se sigue bancarizando al país. “Si la economía crece más estamos obligados a multiplicarlo por dos en términos reales”, indicó.
“Estamos cumpliendo a la sociedad con nuestro 36% o 37% de penetración (financiera), porque estamos logrando llegar a la gente y a los públicos en las dimensiones en las que nos proponíamos cuando pensábamos en el 40%… Seguiremos penetrando como porcentaje de PIB en el crédito. El 40 % no se ve realista. No hay forma”, recalcó.
Sobre el particular Carlos Rojo Macedo, director general del Grupo Financiero Interacciones y vicepresidente de la ABM, comentó que el crédito ha venido creciendo de manera importante, pero sobre todo con responsabilidad de los dos lados: de quien da crédito y de quien toma crédito. De ahí también, agregó, la baja en los índices de morosidad.
A su vez, Alberto Gómez Alcalá, director ejecutivo del Grupo Financiero Citibanamex, afirmó que la banca en México ha venido invirtiendo como nunca en su historia y si no se está cumpliendo la meta de crédito a PIB, es porque no se cumplió el crecimiento de la economía.
“Lo que sí cumplimos es crecer el crédito tres veces el PIB, que en un principio eso fue lo que más se dudó. Si se hubiera presentado el crecimiento que estaba implícito en el Plan Nacional de Desarrollo, creciendo la cartera 3 a 1, hubiéramos logrado esa cifra… entonces, realmente lo que no se consiguió fue más bien el crecimiento del PIB”, acusó Gómez Alcalá.
Al cierre del 2017, la banca en México registró un crecimiento cercano a 10% y en algunos segmentos el crédito creció a doble dígito, como el financiamiento a empresas, que cerró el año pasado con alza de 12% y en ese tenor se mantuvo el crédito a la vivienda, pese a que la economía sólo lo hizo en 2.1%.
El sistema bancario de México muestra bastante solidez, lo que se traduce en confianza para los usuarios de la banca, además de que la morosidad de los acreditados se encuentra en la actualidad en el nivel más bajo de la última década, destacaron los funcionarios de la banca.
Más aún, dijeron, el costo de los créditos al consumo de los usuarios del sistema financiero no se incrementó en el último año, debido a que los bancos absorbieron el alza en las tasas de interés de referencia.
En el último año el crédito bancario al consumo de las familias llegó a 981 mil millones de pesos, 8.5 por ciento más que el nivel registrado al cierre de 2016.
Esta tendencia, coincidieron los representantes del sector bancario, se sigue en un ambiente en el que el Sistema Financiero Mexicano se mantiene como uno de los temas financieros más capitalizados y más sólidos del mundo.
Entonces ¿qué esperan los banqueros del próximo Presidente de la República, con independencia del partido o del color que sea? se le volvió a con la la pregunta a Marcos Martínez Gavica.
“Que lo hagan muy bien, si lo hacen bien, seguro, nosotros cooperamos”, respondió a este reportero el Presidente de la ABM.