La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, destacó hoy el rol clave que cumple el sector privado -y en especial las cámaras de comercio- y la integración regional, en la recuperación económica post crisis del coronavirus, en un evento virtual de alto nivel organizado por la Asociación de Cámaras de Comercio de Estados Unidos en América Latina y el Caribe (AACCLA, por sus siglas en inglés).
La reunión titulada “Forecast on Latin America and the Caribbean” se enmarca dentro de la Conferencia Anual de la AACCLA, que agrupa a 23 Cámaras de Comercio de Estados Unidos (AmChams) e incluye a más de 20.000 compañías que representan más del 80% de la inversión norteamericana en la región. Estuvo encabezada por José Luis Sánchez, Presidente de AACCLA; Tom Donohue y Neil Herrington, CEO y Vicepresidente senior para las Americas, respectivamente, de la Cámara de Comercio de Estados Unidos; y contó con la intervención especial del Presidente de Argentina, Alberto Fernández.
En su discurso, el Presidente Fernández destacó la gran oportunidad que representa la pandemia para pensar el futuro de otra manera y replantear el sistema económico actual. “Es la hora de construir un capitalismo distinto, más solidario, que exija cohesión social. No podemos estar tranquilos con un capitalismo que promueve la concentración del ingreso en tan pocos, y la concentración de la pobreza en tantos. Debemos hacer crecer la economía con un criterio solidario, generando cohesión social, y de un modo ambientalmente sostenible”, declaró el mandatario.
En su participación, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL remarcó que la actual crisis será larga y más profunda de lo esperado, y que debido a la incertidumbre que genera, tomará varios años lograr una recuperación. “Si consideramos la tasa de crecimiento promedio de la década pasada, de 1,8%, el PIB regional solo regresará a los niveles que tenía en 2019 el año 2025”, explicó.
La pandemia ha revelado y magnificado las brechas estructurales de la región, como la desigualdad y baja productividad, indicó Alicia Bárcena. Para enfrentar sus efectos, la CEPAL ha hecho una serie de propuestas para el corto y mediano plazo, entre las que se encuentran un ingreso básico de emergencia (equivalente a una línea de pobreza), un bono contra el hambre (para las personas en situación de extrema pobreza), una canasta digital que permita acortar la brecha de 40 millones de hogares que no cuentan con conectividad adecuada en la región, profundizar la integración regional y la cooperación internacional, ya que los esfuerzos fiscales de los gobiernos nacionales -que hasta ahora han invertido un 4% del PIB en promedio y 10% en garantías crediticias para las compañías- no serán suficientes.
“Globalmente, la pandemia está reforzando dos tendencias interrelacionadas: la primera es el cambio hacia una menor interdependencia en la producción, el comercio y la tecnología entre las principales economías mundiales, especialmente entre Estados Unidos y Europa, por un lado, y China, por otro. La segunda es que el comercio mundial es menos abierto y más influenciado por consideraciones geopolíticas y de seguridad nacional, con disputas más frecuentes y una gobernanza multilateral debilitada”, señaló.
La pandemia también ha revelado la debilidad del comercio intrarregional, prosiguió Bárcena, que este año “colapsará”, llegando solo a un 11%, el mismo nivel que había en los años 1980. “Necesitamos aprovechar esta oportunidad histórica y poner realmente al comercio como motor del crecimiento, pero un crecimiento que tenga a la igualdad y la sostenibilidad en el centro”, enfatizó.
Para esto es necesario poner énfasis en la facilitación del comercio, en la infraestructura y la logística, y promover la inversión en sectores dinámicos como las energías renovables y la economía digital, agregó. También es necesaria una armonización y homologación de las capacidades técnicas, especialmente en los acuerdos de libre comercio ya implementados en el área de la Alianza del Pacífico y en Centroamérica con México.
“Creo que estamos listos para implementar un gran acuerdo de facilitación de comercio y movernos hacia un mercado digital regional”, declaró.
En materia digital, Bárcena remarcó que se debe incluir al sector privado para cerrar las grandes brechas de infraestructura que aún persisten y que impiden que, por ejemplo, 32 millones de niñas y niños en la región no puedan acceder a la teleducación. “Debemos garantizar realmente el acceso a las tecnologías digitales y por eso hemos sugerido una canasta básica digital, que incluye un teléfono celular, un computador portátil o tablet, y un plan de acceso a banda ancha, que permita el acceso digital a todos los ciudadanos. Esto costaría 1% del PIB. Es posible hacerlo, y definitivamente necesitamos que el sector privado se una a esta iniciativa”, dijo.
“Necesitamos políticas públicas, incentivos y regulaciones para garantizar un desarrollo justo y la adopción de estas tecnologías. El sector privado tendrá un rol crucial en esto, en especial las cámaras de comercio. Necesitamos un diálogo del sector público y privado para lograr mejorar la conectividad y accesibilidad digital”, indicó Bárcena a los asociados de AACCLA.
En materia de estimulación de empleos para reactivar el ciclo de producción, ingreso y consumo, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL recordó que el organismo ha propuesto medidas como el co-financiamiento de las nóminas salariales de las 2,6 millones de micro y medianas empresas que ha sido afectadas por la crisis, mediante créditos blandos y períodos de gracia extendidos para las medianas empresas, así como el rescate a las grandes empresas bajo ciertas condiciones, como no invertir en paraísos fiscales ni redistribuir ganancias entre sus accionistas.
“También debemos movernos hacia una protección social universal y proteger a los más vulnerables, como las personas mayores y las mujeres, que han sido las más afectadas por la pandemia debido a su carga extra de trabajos de cuidado, tanto remunerados como no remunerados”, indicó. “Asimismo, la formalización es uno de los motores del crecimiento: tenemos 159 millones de trabajadores informales en la región (54% en promedio), para que puedan acceder a la protección social y programas de salud, que son urgentes en este momento”, agregó.
Alicia Bárcena enfatizó que la crisis está golpeando más fuerte a los sectores industriales tecnológicos más dinámicos y eso ahonda los problemas estructurales de la región. “Esto significa que, a menos que se implementen políticas apropiadas para fortalecer a estas industrias, es muy probable que ocurra un cambio estructural regresivo, lo que llevaría a una reprimarización de las economías de la región”, advirtió.
“Las cámaras de comercio y las asociaciones empresariales han estado jugando un rol clave durante la crisis. Las empresas tendrán un papel crucial en la recuperación. Por eso debemos mantener un diálogo con el sector privado para incrementar la productividad, la innovación, la creación de trabajos de calidad. Movernos, por ejemplo, hacia las energías limpias renovables, electrificación en el transporte urbano, inversiones en digitalización y soluciones basadas en la naturaleza, agroecológicas, y fomentar la infraestructura y la adopción de nuevas tecnologías con mejoramiento de las habilidades. Las cámaras de comercio pueden jugar también un rol clave en avanzar hacia la Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y así lograr una recuperación mejor, diferente, en un mundo que sea más sostenible e inclusivo”, finalizó la alta funcionaria de las Naciones Unidas.