Pekín.- China quiere meter en vereda a sus gigantes tecnológicos el lunes, ordenándoles que pongan fin a la práctica de bloquear los enlaces de los rivales en sus portales web o que se atengan a las consecuencias.
Los comentarios, realizados por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT, por sus siglas en inglés) en una conferencia de prensa, suponen el último acto en la amplia ofensiva reguladora de Pekín, que ha afectado a sectores que van desde la tecnología hasta la educación y la propiedad, y ha reducido el valor de mercado de algunas de las mayores empresas del país en miles de millones de dólares.
La Internet china está dominada por un puñado de gigantes tecnológicos que históricamente han bloqueado los enlaces y servicios de sus rivales en sus plataformas.
Restringir el acceso normal a los enlaces de Internet sin una razón adecuada «afecta a la experiencia del usuario, daña los derechos de los usuarios y altera el orden del mercado», dijo el portavoz del MIIT, Zhao Zhiguo, añadiendo que el ministerio había recibido informes y quejas de los usuarios desde que inició una revisión de las prácticas del sector en julio.
«En la actualidad estamos orientando a las empresas pertinentes para que lleven a cabo un examen de autoevaluación y una rectificación», dijo, citando las plataformas de mensajería instantánea como una de las primeras áreas en las que estaban centrados.
No especificó cuáles serían las consecuencias para las empresas que no cumplieran las nuevas directrices.
El MIIT no nombró a ninguna empresa, pero el periódico 21st Century Business Herald informó el sábado que Alibaba Group Holding (NYSE:BABA) Ltd y Tencent (HK:0700) Holdings Ltd estaban entre las empresas a las que se les pidió la semana pasada que pusieran fin a esta práctica en un plazo no especificado.
Tencent dijo que apoyaba el objetivo del MIIT y que realizaría los cambios necesarios por fases.
Un portavoz de Alibaba remitió a Reuters a las declaraciones realizadas por el consejero delegado Daniel Zhang el 3 de agosto, cuando dijo que la rectificación era «muy necesaria».