Claroscuros en la industria de la construcción

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  • Transita sobre suelo disparejo
  • Inversión pública, sesgada y discrecional
  • INSABI, se desploma gasto per cápita

Agustín Vargas *

El sector de la construcción, vital para la economía del país, presenta ya claros signos de recuperación, lo cual se reflejó desde los primeros meses de este año con el aumento de valor de la producción. No obstante ello, los problemas para la construcción persisten.

Esto debido a que, hacia adelante, los riesgos para ese sector continuarán, derivados de un posible repunte de casos de Covid, lo cual podría llevar a cambios en el semáforo epidemiológico y la imposición de restricciones la operación del sector. A esto se agrega la falta de inversión pública en estados en donde no se llevan a cabo proyectos de construcciones insignia.

Por supuesto, que otro de los problemas que sigue padeciendo el sector es el constante aumento de costos de materiales de construcción, producto de crecimientos en la demanda mundial, aunado a la falta de inversión en proyectos de la iniciativa privada, debido a la incertidumbre que siguen generando diversas políticas públicas en México.

La Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) que elaboró recientemente el Inegi, reveló que el valor de la producción se contrajo 1.81% a tasa anual en abril, siendo el primer mes con una caída luego de tres crecimientos mensuales.

La contracción en el valor de la producción se pudo originar por la disminución en los proyectos de inversión pública como resultado del proceso electoral que se vivió en los últimos meses y que culminó el pasado 6 de junio, según opinaron especialistas del Grupo Financiero Base.

En términos anuales, el valor de la producción de la construcción mostró un crecimiento de 1.20%, siendo el primer mes de aumento después de 33 caídas anuales consecutivas, con lo que se terminó el mayor periodo de contracciones anuales en registro.

El crecimiento anual es consecuencia de un efecto matemático de baja base de comparación, ya que en abril del 2020 se dio el cierre de actividades no esenciales debido a la pandemia, lo que resultó en una caída anual de 24.4% en ese mes. Sin embargo, el valor de la producción de la construcción permanece 13.2% por debajo del nivel previo a la pandemia (febrero 2020) y 27.68% por debajo de su último pico (enero 2019).

Suelo disparejo

En cuanto al valor de la producción por subsector, en cifras originales, se observaron contracciones en dos de los tres subsectores. Los trabajos especializados presentaron un aumento de 18.73% (vs. -11.19% en marzo). Mientras la edificación creció a una tasa anual de 8.86% (vs. -13.92% en el mes de marzo).

Por otra parte, las obras de ingeniería civil registraron una contracción anual de 7.33% (vs. -2.56 en marzo), convirtiéndose en el subsector más rezagado hilando 26 caídas consecutivas.

A nivel estatal, se registró un crecimiento anual en el valor de producción en 17 de las 32 entidades del país. Entre las entidades con mayores avances anuales se encuentran: Tabasco (346%), Guerrero (155%), Chiapas (126%), Nayarit (108%) y Oaxaca (94%), mismas que han presentado en múltiples meses los mayores aumentos.

Cabe destacar que los estados de Tabasco, Chiapas y Oaxaca han sido beneficiados en gran manera por la inversión pública (Tren Maya y refinería Dos Bocas). Sin embargo, estas entidades sólo representaron 12.4% del valor de la producción en el mes de abril.

Por otro lado, las entidades federativas con las mayores contracciones en el mes son: San Luis Potosí (-59%), Colima (-51%) y Tlaxcala (-51%), estados que hilan aproximadamente 12 contracciones consecutivas.

Recientemente, la dirigencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Colima, se quejó de que existe un deterioro en la infraestructura carretera en dicho estado derivado de la falta de presupuesto federal, ya que los recursos han sido destinado al sureste del país, donde se ubican los grandes proyectos.

Es decir, la industria de la construcción, considerada uno de los motores de la economía y pilar del desarrollo del país, transita todavía sobre un suelo muy disparejo y tiene que lidiar con criterios muy segados y discrecionales en materia de inversión pública.

INSABI, se desploma gasto per cápita

En otro tema presupuestal, le comento que de acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), en el 2021 el presupuesto total para el Instituto Nacional para el Bienestar (INSABI) es 4.5% mayor al monto ejercido por el Seguro Popular (SP) en 2019; sin embargo, este aumento no es suficiente para cubrir a las 14.4 millones de personas adicionales que se afiliaron a este subsistema desde el 2019.

Lo anterior representa una contracción de 20.4% del gasto per cápita de la población sin seguridad social, al pasar de 3 mil 656 pesos en 2019, ejercidos por el SP a 2 mil 911 pesos en 2021, ejercidos por el INSABI.

Por otro lado, el gasto destinado a enfermedades crónicas pasó de 7 mil 715 millones de pesos (mdp) en 2018 con el Seguro Popular a 5 mil 642 mdp con el INSABI, lo que representa una caída de 27%. Este porcentaje sería equivalente a la atención de 3 mil casos de cáncer de mama, 6 mil 200 casos de cuidados intensivos neonatales y 15 mil casos de VIH.

Según el estudio referido, aumentar la afiliación y los servicios sin incrementos presupuestarios limita los resultados. Además, el Instituto tendría que aumentar su presupuesto y considerar las variables demográficas y epidemiológicas del país.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx