Caracas.- La comunidad internacional volvió a expresar su rechazo a los cambios antidemocráticos realizados por el gobierno de Venezuela, que agudizan más su crisis política.
El Grupo de Lima, integrado por 12 países de América, criticó la decisión de la Asamblea Constituyente de asumir las funciones legislativas de la Asamblea Nacional.
El Grupo afirmó que ésta decisión «ratifica la ruptura del orden democrático y constitucional en Venezuela».
El viernes, la Asamblea Constituyente de Venezuela aprobó un decreto el cual asume las tareas legislativas de la Asamblea Nacional, bajo el control de una mayoría opositora.
El Parlamento venezolano fue declarado «en desacato» por el Tribunal Supremo poco después de la contundente victoria de la oposición en las elecciones legislativas de diciembre de 2015.
Este tribunal, acusado de servir al presidente Nicolás Maduro, eliminó la inmunidad parlamentaria y se atribuyó en marzo las funciones legislativas, dos decisiones revocadas parcialmente después que provocaron una ola de protestas multitudinarias en el país, indicó la Deutsche Welle.
En tanto, la Cancillería venezolana señaló que el grupo intenta aislar a este país y desconocer las decisiones «soberanas» de la Asamblea Constituyente, que afirma tener poderes plenipotenciarios.
Afirmó que además constituye un acto de «injerencia» en los asuntos de Venezuela por parte de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, en violación de los principios de la Carta de Naciones Unidas y las normas del derecho internacional.
«Venezuela repudia la amenaza de la conjura de Lima de aplicar la Carta Democrática de la OEA, lo que supone el empleo del chantaje, la presión y el terrorismo de Estado, como ocurrió en Mercosur, para tratar de torcer el brazo a países dignos de la región que no han sido parte de su fracasada campaña de aislamiento contra Venezuela», indicó la dependencia.
La Cancillería hizo alusión a la decisión tomada por el Mercado Común del Sur (Mercosur), cuyos países fundadores aplicaron a principios de agosto una cláusula democrática para suspender de forma indefinida a Venezuela como miembro del bloque, ante la situación política que enfrenta este país.
«Estas acciones son consistentes y necesarias para crear las condiciones que justifiquen al imperio estadunidense realizar una intervención militar contra nuestro pueblo, nuestro suelo sagrado y nuestra forma de gobierno republicana y democrática», agregó la entidad.
Venezuela vive una crisis política y económica que fue acentuada con la instalación de la Asamblea Constituyente propuesta por el presidente Nicolás Maduro, lo que generó protestas que han dejado más de 130 muertos desde principios de abril.