Con un ojo en el sureste y el otro en el centro

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Claudia E. Anaya (*)

Pareciera ya lejana aquella ceremonia con tintes esotéricos en la que se solicitó la bendición de la Madre Tierra para dar inicio a la construcción del Tren Maya, y sin embargo aún hace falta mucho camino para ver finalizado el proyecto.

Por cómo se ha manejado, la obra requiere de una cantidad ingente de recursos, consultas puntuales, múltiples estudios y licitaciones varias para materializarse. De estos puntos, los últimos dos dieron de qué hablar la semana pasada.

En primer lugar, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) dio a conocer las bases de licitación para la contratación de los servicios de ingeniería básica del proyecto turístico.

La licitación, publicada en Compranet mediante el número de procedimiento LA-021W3N003-E66-2019, es de carácter nacional y tiene por objetivo la contratación de la ingeniería de los 7 tramos que componen el tren.

Se tiene contemplado el proceso en cinco etapas; la primera será el registro de participantes, que tendrá lugar del 6 al 14 de mayo; la segunda corresponderá a un taller informativo, impartido al día siguiente.

Posteriormente, el día 27 de mayo se realizará una junta de aclaraciones, el 5 de julio se presentarán las propuestas y el 22 de julio se dará a conocer el fallo final.

Respecto a los estudios de impacto ambiental, el director del Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, dio a conocer que se iniciarán tras obtener los resultados del concurso y que se tendrán listos antes de noviembre, para dar paso a la consulta a los pueblos indígenas de la región.

“No puedes lanzar una consulta sin tener previamente los estudios de impacto ambiental, y estos no se pueden hacer si no tienes el proyecto”, aseveró el funcionario, enfatizando que se tiene la necesidad de saber cuáles serían los medios de remediación posibles.

Según Jiménez Pons, ya se cuenta con algunos estudios preliminares, por lo que únicamente faltaría la ratificación de algunos datos para tener la “suficiente confirmación” para llevar a cabo la consulta.

También aclaró que, pese a que se cuenta con el apoyo de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), habrá una licitación para los estudios de impacto ambiental.

No obstante, no todo va viento en popa para el proyecto, pues el mismo Fonatur informó que el monto solicitado para realizar los estudios de preinversión aumentó 710 por ciento. Esto representa un cambio de los 120 millones de pesos contemplados originalmente a un nuevo total de 972 millones.

“El incremento obedece a que también creció el número de estudios a realizar. Es también relevante señalar que, cuando se registró el presente proyecto, la cantidad de estudios fue estimada, y los montos se ajustaron al presupuesto autorizado en el Presupuesto Federal de Egresos 2019”, explicó el Fonatur.

Por si esto no fuera suficiente, al día siguiente de darse a conocer la información, el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría Treviño, solicitó al gobierno respetar los compromisos en materia de cambio climático ante el inicio de la construcción del Tren Maya y de la refinería de Dos Bocas.

El secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indicó que se deben tomar decisiones de inversión en infraestructura que sean congruentes con un futuro sustentable.

De momento la proyección para empezar formalmente la edificación del tren se encuentra fijada en enero de 2020. ¿Los recursos darán para sustentar la viabilidad de la obra para entonces? Y, en caso contrario, ¿cómo reponer los millones invertidos exclusivamente a los estudios? ¿mayores medidas de austeridad? Ojalá se puedan dar respuestas sin considerar la “calidad moral” de quienes lo llegasen a preguntar.

San Luis Potosí, próximo destino a desarrollar

El titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Miguel Torruco Marqués, dio a conocer que la actividad turística de San Luis Potosí representa actualmente 3.1 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).

Durante un viaje de trabajo en el estado, el funcionario especificó que el año pasado la llegada de viajeros se incrementó 12.4 por ciento, alcanzando un promedio de ocupación hotelera de 64 por ciento.

Aunado a ello, la entidad cuenta con 96.2 por ciento de turistas nacionales y 3.8 por ciento internacionales, con una estadía promedio de 1.8 y 3.3 días respectivamente. La derrama económica por concepto de hospedaje es de dos mil 543 millones de pesos.

Lo anterior se desprendió del hecho de que el motivo principal del viaje de Torruco Marqués fue ver la viabilidad de construir un nuevo aeropuerto para impulsar el desarrollo de la región.

Según el secretario, se analiza la posibilidad de que se amplíe la actual terminal de Tamuín o de edificar una nueva en Ciudad Valles. La decisión técnica entre una u otra opción será tomada por el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, junto con el jefe del Ejecutivo.
Considerando los antecedentes problemáticos que afectan actualmente al aeropuerto de Santa Lucía, cabe esperar que se logren prever todos los elementos necesarios para realmente arrancar un nuevo proyecto de infraestructura. Impulsar destinos alternos a las playas o la Ciudad de México es fundamental, pero también lo es que no se vean opacados por ningún cerro inoportuno.

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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx