Recursos para reconstrucción de viviendas detenidos por entuertos legislativos y burocrático administrativos en el gobierno de la Ciudad de México
Rafael Martínez
El nuevo gobierno de la Ciudad de México tendrá ante sí la responsabilidad y el compromiso de atender en serio a los damnificados del terremoto del pasado 19 de septiembre de 2017, ya que la actual administración prácticamente dejó en el olvido y abandonados a su suerte a los miles de afectados, quienes desde entonces han mantenido un sinfín de protestas por las calles de la capital del país, sin que hasta el momento hayan sido tomados en serio.
Apenas el pasado 25 de junio, luego de casi 10 meses de ocurrido el terremoto de 7.1 grados en la escala de Richter que sacudió a la capital, se anunció que los afectados de una zona importante del sur de la Ciudad de México por fin contarán con apoyos financieros por parte de las autoridades capitalinas.
Ese día la Comisión de Reconstrucción de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México autorizó que el grupo Damnificados Unidos, que integra a 19 edificios dañados por el sismo del 19 de septiembre del 2017, tengan acceso a los recursos del Fideicomiso público para la Reconstrucción y Rehabilitación de Vivienda Multifamiliar.
Con ello, nueve edificios del Multifamiliar de Tlalpan, siete de Girasoles, uno en Insurgentes Norte 476 y otro en Rincón del Sur 15, serán financiados con 300,000 pesos por departamento, para trabajos de rehabilitación. En el caso del edificio 1C del Multifamiliar que colapsó con el sismo, por departamento accederán a 410 mil pesos para su reconstrucción.
De acuerdo con lo aprobado en sesión extraordinaria de la Comisión, a los damnificados se les otorgarán “los recursos adicionales que resulten necesarios, previo análisis técnico de los proyectos ejecutivos por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda”.
Una vez que se aprobó este acuerdo, el comisionado para la Reconstrucción, Edgar Tungüí ordenó “girar ocios a la Secretaría de Finanzas de tal forma que se instruya al Comité Técnico del Fideicomiso se abran las subcuentas correspondientes”.
Sobre el particular Leonel Luna, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, informó que será el instituto y la Comisión de Reconstrucción los que determinen qué inmuebles se reconstruirán de manera inmediata.
Explico que la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México busca redireccionar recursos para que el INVI inicie a la brevedad la construcción de vivienda para damnificados con una asignación mayor a los mil millones de pesos.
Luna comentó que se impulsará una para asignar recursos al Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (INVI) para que reconstruya y rehabilite a fondo perdido viviendas unifamiliares y conjuntos verticales, dirigidas a las familias que no podrán construir sus viviendas por su situación de vulnerabilidad por falta de recursos.
Los afectados del terremoto han protestado de manera recurrente con la acusación de que las autoridades capitalinas han incumplido los acuerdos que establecieron con ellos, para atender sus demandas de reconstrucción.
Fallido plan e ineficiencia burocracia
Una semana de ocurrido el sismo del 19 de septiembre de 2017, el entonces jefe de Gobierno Miguel Angel Mancera Espinosa, puso en marcha el Plan para la Reconstrucción, Recuperación y Transformación de la Ciudad de México. Bajo este Plan se tenía previsto atender más de 10,000 inmuebles que se vieron afectados.
La instrumentación de este plan consistía en tres puntos principales:
La construcción de la Plataforma CDMX para la Atención Integral de Necesidades; la conformación de un Paquete Inicial de Respuesta a Emergencias Sociales y Económicas, así como la creación de la Comisión para la Reconstrucción, Recuperación y Transformación de la Ciudad de México en una capital más resiliente.
Este plan atendería un universo de 10,000 inmuebles catalogados en color verde; de entre 1,200 y 1,300 en color amarillo (habitables, pero con daños considerales), y 500 en color rojo (inhabitables).
Para inmuebles catalogados marcados en color verde (daños parciales) se cubrirían gastos de hasta 8,000 pesos para recuperación de vidrios, reparación de fisuras, aplanado o plafones.
Los inmuebles de color amarillo, que implica daño significativo no estructural y que sea habitable durante su reparación, contarían con los siguientes apoyos: La reconstrucción se efectuará a través de personal de Asociaciones de Desarrolladores Inmobiliarios o bien, el otorgamiento de créditos para el mejoramiento de vivienda, mismos que serían manejados por el Instituto de Vivienda de la CDMX.
Aquellos inmuebles con daño estructural, catalogados en color rojo contarían con el diseño de un programa que implica hacer uso de los recursos del Fondo de Contingencias de la CDMX y de la Sociedad Hipotecaria Federal, para el otorgamiento de créditos con condiciones preferentes para la recuperación de sus hogares.
Las autoridades capitalinas fueron rebasadas por su propia burocracia y la falta de coordinación, por lo que los apoyos no fluyeron ni en el papel y a la fecha siguen detenidos los recursos financieros que se acumularon para la reconstrucción de los inmuebles habitacionales dañados.
Tocará ahora al nuevo gobierno capitalino responder por la ineficiencia de gubernamental que caracterizó a la administración de Miguel Angel Mancera Espinosa y ahora a la de José Ramón Amieva.