De Norte a Sur

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Remembranzas de la Batalla del Cinco de Mayo que salvó a Estados Unidos
Los fracasos de Trump en su política xenofóbica contra los mexicanos indocumentados

Guillermo Correa

El Cinco de Mayo es la fiesta más grande de los mexicanos que se encuentran en Estados Unidos y está relacionada con la Batalla de Puebla que México ganó a Francia que en 1862 ostentaba tener el ejército más poderoso del mundo. Todavía con Obama en el poder se realizaba en la Casa Blanca grandes fiestas con mariachi incluido, en tanto que en otros estados de la Unión hay desfiles y celebraciones oficiales que logran la asistencia de miles de migrantes, los que ahora son perseguidos por Donald Trump para deportar a los que son “ilegales” y que suman millones, mismos que con su trabajo han logrado, junto con los que tienen sus papeles en orden, sacar adelante la economía de ambos países. Es el Día del Orgullo Mexicano, que se conmemora en tierras estadounidenses porque con la derrota francesa los yanquis también se salvaron de ser invadidos, confrontados como estaban con la Guerra Civil. Hay que recordar también que el general Ignacio Zaragoza, héroe del encuentro bélico con las tropas de Napoleón, nació precisamente en Goliad, Texas, lugar en que por primera vez se efectuó el festejo en 1867. Actualmente el evento es superado únicamente por el del Cuatro de Julio.

Dicen también que es la fiesta de los migrantes que a diario ganan batallas, sobre todo ahora con el gobierno xenófobo que sólo ha logrado obtener derrotas para construir el muro fronterizo y la negativa de administraciones estatales que se oponen a la persecución de mexicanos que en marzo pasado rompieron récord en el envío de remesas a México – 2,520 millones de dólares–, a manera de humillación al gobierno trumpista. De esta forma se confirma la identidad entre ambas nacionalidades que cada vez es más intensa, pues al festejo se han sumado desde hace tiempo los demás migrantes latinos.

Aunque hay señales de que hoy puede ser distinto, existe la posibilidad de que no sea así con un Donald Trump que ha sido contradictorio en sus primeros cien días de presidente. O bien, puede ser la ocasión en que una vez más los migrantes muestren su fuerza y lo necesarios que son para que los gringos fortalezcan sus finanzas.

Seguramente habrá protestas masivas por el caso de los dreamers — los hijos de mexicanos que son deportados a pesar de haber nacido en Estados Unidos–, las redadas en los centros laborales, la discriminación y otras expresiones racistas.

Trump en campaña por la presidencia prometió expulsar a más de 11 millones de inmigrantes ilegales y contrario a la reforma migratoria de su antecesor anunció una época de terror para los extranjeros indocumentados. El cambio ha sido drástico y las expulsiones se multiplican al mismo tiempo que lo hacen las manifestaciones de resistencia. Distintos estudios, como el del centro de investigaciones Pew, dan cuenta de que ha disminuido el número de migrantes pues de 12.2 millones en 2007, la cifra cayó a 11.3. Y si antes representaban el cuatro por ciento de la población total de Estados Unidos, hoy son el 3.4 por ciento. Además, según la misma fuente, la mayoría ya no es de origen mexicano. Disminuyeron de 6.4 millones en 2009 a 5.6 millones en el 2016. Parece que ha crecido la presencia de asiáticos y de centroamericanos.

El centro de estudios mencionado encontró que la mano de obra de Estados Unidos, dejando fuera a los trabajos del gobierno, incluye a 8 millones de inmigrantes indocumentados que representan el 5 por ciento de los que trabajan o están desempleados y buscando trabajo. De hecho, los inmigrantes no autorizados están sobrerrepresentados en las ocupaciones agrícolas y de construcción con 26 y 15 por ciento, respectivamente. Destaca la investigación que seis estados acumulan la mayoría de los indocumentados: California, Texas, Florida, Nueva York, Nueva Jersey e Illinois.

Pero las tendencias han variado. En siete estados (Alabama, California, Georgia, Illinois, Kansas, Nevada y Carolina del Sur) la población de inmigrantes indocumentados ha disminuido del 2009 al 2014, debido al descenso del número de los que provienen de México, mientras que en seis estados los números han incrementado en el mismo periodo (Louisiana, Massachusetts, Nueva Jersey, Pennsylvania, Virginia y Washington) en gran medida de personas que provienen de otras naciones diferentes a México, salvo Louisiana.

Pew halló que el 66 por ciento de los migrantes adultos indocumentados en el 2014 habían vivido en Estados Unidos por al menos una década, comparado con sólo el 41 por ciento del 2005. Sostiene que un número cada vez menor de inmigrantes adultos no autorizados ha vivido menos de cinco años, 14 por ciento, comparado con el 2005, 31 por ciento. En el 2014 los migrantes indocumentados habían vivido en Estados Unidos en una media de 13.6 años y, para el 2014, sólo el 7 por ciento de los mexicanos indocumentados han vivido en Estados Unidos por menos de cinco años, a comparación del 22 por ciento de los de otros países.

Una verdad que incomoda seguramente a Trump es que los estadounidenses envejecen y cada vez son más los que se jubilan mientras la potencial fuerza laboral de Estados Unidos se apoya conforme pasa el tiempo en los inmigrantes. Según Pew, el número de adultos en la principal edad de trabajar de 25 a 64 años aumentará de 173,2 millones a 183,2 millones en 2035. El aumento en dos décadas será menor que el total en ninguna otra década desde que los baby boomers –los que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial– comenzaron a entrar a la fuerza laboral en los años sesenta. La tasa de crecimiento de los adultos en edad de trabajar también ha bajado notablemente. El mayor segmento de esos adultos, nacidos en EE.UU. de padres estadounidenses, se proyecta que declinará de 2015 a 2035, tanto en número como en porcentaje de población en edad laboral. Las proyecciones del Centro muestran una reducción de 8,2 millones de esos adultos de 128,3 millones en 2015 a 120,1 millones en 2035.

La declinación será compensada en parte por un aumento en el número de adultos en edad laboral nacidos en EE.UU. de padres inmigrantes, los que se proyecta que suban de 11,1 millones en 2015 a 24,6 millones en 2035. Pero quizá el componente más importante del crecimiento en la población en edad laboral en las próximas dos décadas será la llegada de futuros inmigrantes, cuyo número se proyecta que aumentará de 33,9 millones en 2015 a 38,5 millones para 2035 con una mayoría de nuevos inmigrantes responsables por ese aumento.

Seguramente, muchos de ellos seguirán siendo mexicanos que no dejarán de festejar en Gringolandia el Cinco de Mayo, la derrota a los franceses, el fervor patriótico y quizás el agradecimiento del gobierno de Estados Unidos por impedir, con la Batalla de Puebla, el surgimiento del imperio entonces amenazado por las fuerzas napoleónicas.

DESDE EL CENTRO
Como parte de los festejos mexicanos en Estados Unidos por la Batalla del Cinco de Mayo, mañana pelean Julio César Chávez jr., y El Canelo Álvarez… El Frente Auténtico del Campo (FAC) reclamó al Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, el activismo del gobierno mexicano ante la Organización de Estados Americanos (OEA) para condenar a Venezuela por la violencia y ruptura del orden constitucional “promovidos por la oposición de derecha y el gobierno de los Estados Unidos” lo que coloca a México como “lacayo al servicio del imperio”… Hay alerta ante brote de virus de gripe aviar en Jalisco.

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