EL TERCER DEBATE
Guillermo Correa
A unos días de que inicie el Campeonato Mundial del deporte más gustado en el mundo es obvio que México no llegará a concretar el sueño dorado de cualquier nación futbolera. Los milagros están descartados. Igual sucede con la elección presidencial que habrá de decidirse el próximo primero de julio. Ni el intento de fraude por parte del partido que gobierna hasta ahora podrá impedir el triunfo tan cantado de un candidato de izquierda que, con sondeos, encuestas y no, se ha convertido en el símbolo del cambio que anhela la mayoría. El tercer debate entre los que compiten solo dejó en claro que nada pueden hacer, legalmente, los aspirantes de partidos políticos cuestionados por la población que llegó al hartazgo de la corrupción, inseguridad e impunidad de quienes han administrado el país bajo la moda neoliberal.
El encuentro de anoche en Mérida, Yucatán, sirvió para confirmar que ese candidato que para la derecha encarnada en Diego Fernández de Ceballos es un “orate” resulta ser quién continúa adelante en las preferencias por sobre aquellos que cuentan con doctorado o saben hablar muchos idiomas, los mismos que demostraron tener agallas para acusarse mutuamente de ladrones. El abogado panista de marras agregó a sus comentarios sobre AMLO de que “es un enfermo, un psicópata”, argumentos que encajan más bien en anteriores personajes que ya fueron presidentes de la República sin dejar más a cambio que pobreza y traiciones a la población.
La contienda última fue replica en actitudes de las dos anteriores: Un Bronco ocurrente que no ofrece nada. José Antonio Meade Kuribreña más despierto pero sin futuro al diagnosticar los padecimientos de una nación hundida en lo peor de los males sociales. Ricardo Anaya manipulador y grosero en ocasiones. Ambos, los del PRI y el PAN en momentos interesantes en sus propuestas reprobadas desde que tuvieron el poder. Y un Andrés Manuel López Obrador siempre político que aprovechó los tiempos para definirse con valentía en temas como el educativo, el de la salud y su sostenida bandera de achacar a la corrupción la base de todos nuestros males. Los moderadores bien en su papel.
Una imagen casi al final del debate puso color a la disputa. Fue aquella en que “El Peje”, obligado por Anaya, negó cualquier negociación con el presidente Enrique Peña Nieto y en la que le dijo al panista que ni a él lo metería en la cárcel o sufriría persecución, lo que provocó el reclamo del representante del PRI cuando expresó que el queretano “es un lavador”. Quizás lo mejor fue el minuto que casi al final les fue permitido a los cuatro para lanzar su mensaje a la ciudadanía porque permitió ver que unos siguen engañando con pretendidas acciones que en el pasado nunca cumplieron sus institutos políticos, mientras que el tabasqueño fue la voz de millones de mexicanos que desean el cambio tantas veces prometido.
Pobreza y desigualdad fue uno de los temas comprendidos y que tocan sensiblemente a todo México pero en especial al sureste de la República que hasta hoy se encuentra marginado del desarrollo nacional equitativo. Sabemos que un puñado de mexicanos, todos anti López Obrador, concentran hasta el 90 por ciento de la riqueza del país. Lo que queda es para los 129 millones de mexicanos que somos. Pero ese pedacito de pastel lo aprovechan también unos cuantos quedando en el desamparo, entre otros, trabajadores urbanos, campesinos, los lumpen de las ciudades y los indígenas, estos últimos los que más sufren a pesar de ser los dueños originales de los recursos naturales despojados nuevamente por extranjeros con la complacencia de los gobiernos neoliberales.
El asunto más polémico del sexenio fue la reforma educativa que ha sido defendida con ataques al candidato de MORENA porque a su modo de ver le falta profundidad y sólo se quedó en lo administrativo-laboral, a fin de debilitar al magisterio. Y porque obedece, dijo, a los lineamientos del Fondo Monetario Internacional. Aunque habrá que observar la forma en que votarán los maestros que enfrentan amenazas en la víspera de los comicios que van desde los castigos laborales, represiones de toda índole incluyendo despidos; y amenazas de quitarles sus conquistas.
En cuanto al desarrollo sustentable, el que debe ser más humano y sólo se arañó en las intervenciones, hay que decir que implica a casi todo lo contrario al aplicado en la era priista, sobre todo de Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari a la fecha. Sus resultados se pueden ver en todas partes. Hay ejemplos en la CDMX de Miguel Ángel Mancera, hoy flamante candidato panista a una senaduría plurinominal por Chiapas, cuyo gobierno en la capital de la República privilegió el los mega-desarrollos urbanos que acaban con vegetación, agua y tranquilidad de quienes habitamos la enorme ciudad. Un caso más son las reformas. La de Salinas al 27 Constitucional que privatizó la tierra ejidal y que ahora empieza a dar frutos con los cambios estructurales de Enrique Peña Nieto que de esta forma traslada el dominio del petróleo –aunque se niegue- a poderosas compañías trasnacionales.
Selvas, playas y hasta el viento no se salvan de este desarrollo deshumanizador porque arrasa con todo privatizando. Y justo por eso se da el cambio climático cada vez más aterrorizador que puede ser peor con el programa para desarrollar el sureste mexicano, que no es otra cosa que una nueva versión del Plan Puebla-Panamá que ha sido prioridad en el discurso oficial no por llevar civilización a regiones olvidadas sino porque en ellas todavía hay bastante riqueza que robar.
Por eso y más, con debates o no, es que urge un cambio en el país.
DESDE EL CENTRO
Aseguran Janine Otálara Malassis y Lorenzo Córdoba, presidentes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y del Instituto Nacional Electoral (INE) que no hay posibilidad de fraude el próximo primero de julio. Y entonces surge la pregunta ¿Por qué la noche del viernes pasado el senador Ismael Hernández Deras –exgobernador de Durango- pareció festejar por adelantado el triunfo del PRI con una gran cena celebrada en el patio que ocupa el estacionamiento de la Confederación Nacional Campesina a la que convocó a todos los dirigentes de Ligas de los 32 estados y a los enlaces delegacionales de la promoción del voto? Claro que los convocados fueron para ser instruidos en redoblar esfuerzos. Sólo que lo que a todas luces fue festejo –hasta mariachis hubo– duró pasadas las dos de la mañana del sábado siguiente. Abundaron las carnes argentinas; el tequila, el mezcal y los wiskis. Si como mascan los dirigentes de la CNC pudieran hacerlo los hambrientos campesinos de la CNC, de seguro que sí gana su candidato. Por lo pronto todo indica que habrán de conformarse con ya saben quién… De nueva cuenta la sede de la SAGARPA en la capital del país fue tomada por organizaciones de campesinos que reclaman al gobierno la entrega de recursos para sus proyectos productivos… A partir de este jueves llega la oleada futbolística. El domingo se enfrentan las selecciones de Alemania y de México. Ojalá los ratoncitos verdes vuelvan a jugar como nunca, aunque pierdan como siempre.
[email protected]