Londres.- La reciente demanda de los trabajadores metalúrgicos alemanes de una subida salarial del 8,2% puede ser una señal de que está a punto de producirse una espiral alcista de costes salariales, el componente que falta en la inflación europea, dijo el martes el Deutsche Bank.
El banco dijo que la demanda del sindicato IG Metall de un aumento salarial del 8,2% en 12 meses para 76.000 trabajadores del sector siderúrgico supera todo lo visto en los últimos años.
Deutsche Bank señaló que, si bien en tiempos normales los acuerdos salariales tienden a ser de alrededor del 50% de la demanda inicial de los sindicatos, «estos no son tiempos normales», dado el aumento de la inflación.
La inflación alemana alcanzó el 7,8% anual en abril, la más alta en más de cuatro décadas. Pero gran parte de esta cifra se debe a los precios de la energía y los alimentos, por lo que los responsables monetarios están pendientes de si el aumento de los costes se traduce en demandas de subidas salariales, lo que a su vez elevaría el perfil de la inflación a largo plazo.
Como reflejo de la presión para aumentar los salarios, el indicador de presión salarial paneuropeo de Deutsche Bank se ha disparado hasta el nivel más alto de su historia, que se remonta a 1992.
El índice de ofertas de empleo de la Agencia Alemana del Trabajo también alcanzó un nuevo récord en abril, añadió el banco.
Es probable que la escasez de mano de obra le de a los sindicatos poder en las negociaciones, dijo Deutsche Bank, señalando que hay pruebas puntuales de que las empresas están empezando a compensar a los trabajadores por el aumento de la inflación, además de los salarios acordados colectivamente.
Aproximadamente la mitad de los aumentos salariales de 2022 se fijaron en 2021, cuando la inflación no estaba tan presente, dijeron.
«Aun así, el mensaje parece claro. Existe un claro riesgo de que nuestra previsión actual de una subida anual del 3,5% en los salarios efectivos de 2022 sea demasiado baja», añadió Deutsche Bank.