Ciudad de México.- La economía mexicana crecerá este año 0.6 por ciento, como consecuencia de la debilidad de la inversión, el bajo consumo privado y la precarización del mercado laboral, anticipó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
El director general del organismo, José Luis de la Cruz Gallegos, señaló que el Producto Interno Bruto (PIB) cerró con una caída de 0.2 por ciento en 2019. “Desde nuestro punto de vista, la economía mexicana está en recesión”.
Al dar a conocer las “Perspectivas Económicas 2020”, indicó que desde el segundo trimestre del año pasado se observó una recesión y está podría extenderse, al menos, hasta el primer cuatrimestre del año en curso.
“El mensaje de 2019 fue contundente: sin inversión no hay crecimiento”, sostuvo el economista, al señalar que aún no existen factores de inversión para tener un mayor dinamismo de la economía mexicana.
A ello se suma la debilidad de los signos de confianza porque, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los indicadores de confianza empresarial en manufacturas, construcción y comercio han presentado contracciones durante los últimos siete años, apuntó.
Refirió que el crecimiento promedio del consumo privado fue de 1.0 por ciento en los primeros 10 meses del año, una cifra inferior al promedio de 2.2 por ciento registrado entre 2001 y 2018, y podría alcanzar 0.8 por ciento en este año.
Además, De la Cruz Gallegos prevé la generación de poco más de 300 mil plazas laborales registradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y “los programas de apoyo social no alcanzan a compensar el debilitamiento del mercado laboral”.
Si bien varios sectores productivos han resultado perjudicados con el bajo crecimiento económico, la industria de la construcción seguirá con una tendencia negativa en 2020 y tendrá una contracción de 3.8 por ciento.
En tanto, continuó el directivo, el tipo de cambio se ubicará en 19.80 pesos por dólar al cierre del año y la inflación se ubicará en 3.2 por ciento, de manera que seguirá en el rango establecido por el Banco de México (Banxico).
Ante el escaso crecimiento económico de México, opinó que 2020 presenta el reto y la oportunidad para que México revierta la tendencia de su historia reciente, es decir, “pasar de la inercia de bajo crecimiento a una etapa de desarrollo económico y social”.
Lo anterior debe estar fundamentado en la fortaleza de sus capacidades productivas y los mecanismos para atraer inversión al país. “Ahora corresponde a la actual administración alcanzar los resultados que el Estado mexicano ha dejado pendientes en otros momentos del tiempo, mayor crecimiento económico y desarrollo social”, añadió.
