Empresarios convocan a una gran Acuerdo Nacional para proteger el empleo y reactivar la economía lo más pronto posible. Gobierno cerrado a las propuestas, acusan el CCE
José M Gijón Anaya
La pandemia global de Covid-19 ha traído consigo serios retos a las economías de las naciones con casos registrados, ya que las medidas de distanciamiento social y confinamiento han afectado el desarrollo cotidiano de las actividades.
Recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo la declaratoria de que la economía mundial entró recesión, la más grave de los últimos 100 años, lo que agravaría aún más la recuperación en el corto y mediano plazo.
En México el panorama resulta muy similar al de sus socios comerciales. El desplome de la economía, de acuerdo con datos de diversas firmas e instituciones financieras podría ser superior al 9% en 2020, con el consecuente incremento en la tasa de desempleo.
Desde finales de marzo pasado, BBVA México advirtió que la eventual llegada de la cuarentena sería problemática, ya que muchos emprendedores no aguantarían un paro temporal.
La institución financiera indicó que si bien la creación de empleo se mantuvo en un crecimiento esperado durante febrero, la expectativa es que durante los siguientes meses haya una alta probabilidad de contracción de empleos formales y masa salarial, lo que impactaría de manera negativa al consumo a nivel familiar.
Particularmente, el banco advirtió que 17 millones de trabajadores de sectores como el comercio, los restaurantes, el transporte y el turismo se encontraban en un mayor riesgo potencial dadas las inevitables medidas de distanciamiento social generalizado.
Tras el inicio de la contingencia en el país se empezaron a advertir las consecuencias que tendría el coronavirus en los empleos a nivel nacional.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), el golpe económico podría afectar 200,000 empleos en el sector hotelero, dadas las bajas ocupaciones registradas en los destinos de playa y en los pueblos mágicos.
Por su parte, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) señaló que la crisis afectaría a 96,000 empleos en el sector aéreo, con pérdidas en el rubro que ascenderían a los 252 millones de dólares durante 2020.
En función de evitar los escenarios más adversos para la economía nacional, las principales agrupaciones de empresarios han tratado de interceder con el gobierno en pos de adoptar medidas similares a las de otras naciones en el combate a las secuelas del virus.
Por un lado, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) urgió al Gobierno de México a adoptar las medidas propuestas emanadas por el sector privado para proteger los empleos, apoyando el llamado de la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin) para fungir como aliados de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Señor presidente, hemos buscado todas las formas posibles para decirle que el empresariado es su aliado, que estamos para apoyarle, para hacer las inversiones que generen el empleo que esperan y necesitan los mexicanos”, manifestó la Concamin previo al inicio de la cuarentena.
En este contexto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) precisó a inicios de abril que se presentaría un programa de reactivación económica para ayudar a la liquidez de los hogares y a la generación de empleo.
Días después se llevó a cabo una conferencia de prensa donde López Obrador ofreció una serie de medidas como el aumento en la inversión en obras públicas, créditos sin intereses, reducir el sueldo de altos funcionarios, adelanto de pensiones y la creación de 2 millones de nuevos empleos.
Pese a ello, tras la conferencia del presidente hubo críticas generalizadas al plan presentado por considerarse como insuficiente para poder atender las necesidades del país durante la contingencia.
«No sabemos si son apoyos nuevos o son parte del presupuesto que ya se ejerce. No hay claridad de cuánto es el monto que se va a utilizar, en dónde y de qué parte salen los recursos», indicó Valeria Moy, directora de la organización civil México Como Vamos.
Cerrazón gubernamental
Aunado a esto, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), advirtió que con el presidente se encontró una puerta cerrada a sus propuestas, por lo que no sería culpa del sector empresarial el impacto del Covid-19 en la economía.
El dirigente del organismo empresarial cuestionó la apuesta del Ejecutivo para crear empleos, siendo que mediante los programas sociales no es como se genera economía y el escenario no es el ideal para que se den inversiones.
Posteriormente, la Concamin advirtió que si el paro de actividades se prolongaba hasta mayo sin una estrategia de reactivación económica se podrían perder un millón de empleos, con el cierre de unas 200,000 micro, pequeñas y medianas empresas.
Como medidas adicionales para hacer frente a la situación, el CCE convocó a un Gran Acuerdo Nacional entre el Gobierno Federal y la iniciativa privada para dejar de lado “enconos, frustraciones, ocurrencias, politiquerías e indiferencias y trabajar de la mano por un bien común”.
“Podemos estimar que vamos a tener una caída económica (…) lo que queremos es que esa caída no implique que la pérdida total de empresas. Pueden cerrar durante estos 90 días pero queremos que tengan la capacidad de restablecerse”, estimó Carlos Salazar.
Otra de las propuestas del sector privado fue la creación de un “salario solidario” para que el gobierno apoye en el pago de salarios a los trabajadores durante el periodo de la emergencia.
La idea de la Coparmex es que se autoricen recursos extraordinarios financiados con los impuestos para que una parte de los salarios se cubra con dinero aportado por la Federación, lo cual puede marcar una diferencia para que los empleos subsistan a la crisis.
Conferencia pro recuperación
Las propuestas del sector privado al Gobierno Federal para superar la emergencia y, sobre todo, revertir la crítica situación económica del país y de las familias no cesan. Apenas el pasado 24 de abril, el CCE y los 11 organismos empresariales que la integran convocaron a la “Conferencia Nacional para la Recuperación Económica”.
El objetivo, según explicó el CCE es “diseñar juntos un plan de recomendaciones concretas que nos permitan hacer frente exitosamente a esta coyuntura. Es tiempo de unidad, colaboración y responsabilidad”.
Los empresarios hicieron un llamado a la sociedad mexicana a actuar responsablemente, “dejando atrás las diferencias, para avanzar unidos de manera solidaria y enfrentar juntos el virus del COVID-19.
Para ello convocó a todos los sectores de la sociedad: trabajadores, empleadores, productores del campo, académicos, sociedad civil y servidores públicos a la conferencia nacional que se realizó los días 27, 28 y 29 de abril. Se plantearon diez objetivos son:
- Cuidar la salud de todos los mexicanos.
- Proteger el empleo y las fuentes de ingreso para evitar que la crisis de liquidez se convierta en crisis de solvencia.
- Reactivar la economía lo más pronto posible, de manera sostenible en el campo y en las ciudades.
- Minimizar los costos para detonar una reactivación gradual.
- Estimular el crecimiento de la economía mediante el incremento de liquidez a personas físicas y morales.
- La economía mexicana requiere políticas públicas contracíclicas.
- Convocar a la cooperación internacional.
- Enfocarnos en la diversificación comercial y no romper la proveeduría nacional y regional en América del Norte.
- No aumentar el endeudamiento permanentemente. Varias de las acciones señaladas implican una mayor deuda pública.
- Enfatizar la visión de largo plazo de la economía es la mejor vacuna contra la incertidumbre durante la crisis.
Se organizaron 11 mesas de trabajo, en las que participaron los principales líderes empresariales para enfocar el análisis, desarrollar propuestas y articular recomendaciones “para que la sociedad pueda continuar ayudando a nuestras autoridades a enfrentar al enemigo del Covid-19”. Las conclusiones del encuentro quedarán plasmadas en el Acuerdo Nacional.
Hasta el cierre de la edición no hubo declaraciones por parte del Gobierno Federal respecto a si se suscribiría a las propuestas de la iniciativa privada o si se limitaría al plan de reactivación económica presentado por el Jefe del Ejecutivo Federal.