Ciudad de México.- BBVA México destaca en el Informe “Situación Banca”, correspondiente al segundo semestre de 2019, la pérdida de dinamismo del crédito bancario al sector privado no financiero. El moderado crecimiento fue impulsado principalmente por el financiamiento a empresas, en tanto que el crédito a la vivienda mantuvo su recuperación, mientras que el crédito destinado al consumo reflejó la debilidad de la demanda interna. La institución financiera señala que en la medida en que se reduzca la incertidumbre sobre factores internos y externos será posible observar un mayor crecimiento del crédito durante 2020.
El estudio también reporta la desaceleración de la captación bancaria, que refleja principalmente la disminución en el ritmo de crecimiento de la actividad económica, efecto que ha contrarrestado el impulso de las mayores tasas de interés y de la recuperación del salario real. Además, el reporte documenta la debilidad de las fuentes de financiamiento externas, que en 2019 se ha reflejado en una desaceleración de la inversión en instrumentos gubernamentales de renta fija y renta variable por parte de no residentes. Por último, el informe compara los resultados de los dos levantamientos disponibles de la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN), para identificar los avances en materia de financiamiento a las empresas entre 2015 y 2018.
Bajo dinamismo de la actividad económica ha limitado el crecimiento del crédito al sector privado no financiero
El informe “Situación Banca” registra que de enero a septiembre de 2019 la tasa de crecimiento anual real promedio del crédito al sector privado no financiero (SPNF) fue 5.2%, tasa menor a la del promedio de 6.9% correspondiente al mismo periodo de 2018. En los primeros nueve meses de 2019 la aportación al crecimiento del crédito al SPNF por parte de sus componentes fue: empresas, aportó 3.5 puntos porcentuales (pp) de los 5.2 pp en que el crédito al SPNF creció; vivienda, 1.2 pp; y consumo, 0.5 pp.
En cuanto al crédito empresas, la tasa de crecimiento real anual promedio de enero a septiembre fue de 6.2%, tasa menor a la tasa promedio de 10.2% registrada en el mismo laso de 2018. El menor crecimiento del crédito a empresas se debe a que las grandes empresas dejaron de sustituir financiamiento del exterior a favor del crédito bancario interno, además de que la desaceleración económica ha reducido su demanda.
Por su parte, el crédito a la vivienda aumentó su ritmo de crecimiento en los primeros nueve meses de 2019: su tasa de crecimiento anual real promedio en estos meses de 2019 fue de 6.3% en tanto que en el mismo lapso de 2018 fue de 3.4%. El mayor crecimiento en 2019 se debe a que se ha otorgado un mayor número de créditos en promedio mensual lo cual se explica por la menor actividad de INFONAVIT en los segmentos medio y residencial, lo cual se considera como un acierto de política económica y al crecimiento del salario real promedio del IMSS. El riesgo para este segmento consiste en que la desaceleración del crecimiento del número de trabajadores permanentes registrados en el IMSS observada desde mediados de 2018 limite la demanda de este crédito a partir de 2T20.
El estudio precisa que la tasa de crecimiento anual real promedio del crédito al consumo de enero a septiembre de 2019 fue de 2.2%, similar a la tasa observada en los mismos meses de 2018 (2.3%). Este limitado ritmo de crecimiento se debe a la rápida desaceleración de la tasa de crecimiento número de trabajadores permanentes registrados en el IMSS desde el 3T18 y al impacto del menor crecimiento del PIB en 2019. Estos factores reducen el número de nuevos clientes potenciales con capacidad de pago del crédito bancario al consumo.
El mayor ritmo de crecimiento que puedan tener los componentes del crédito que la banca le concede al SPNF dependerá de que el PIB crezca a tasas altas y sostenidas. El mayor crecimiento sostenido del PIB de la actividad económica aumentará el ingreso y el empleo formal, lo cual incrementará la demanda de las diferentes categorías de crédito bancario.
Impacto de la desaceleración en la actividad económica sobre la captación tradicional contrarresta el impulso de un entorno de tasas de interés altas.
En lo que se refiere a la tasa de crecimiento real anual promedio de la captación tradicional, BBVA México indica que entre enero y septiembre fue de 3.7%, 1.4 puntos porcentuales (pp) menor al promedio observado en el mismo periodo de 2018. En los primeros nueve meses de 2019, las tasas de crecimiento real de la captación tradicional continuaron ubicándose por debajo del doble dígito. Este desempeño refleja principalmente la disminución en el ritmo de crecimiento de la actividad económica, el cual ha dominado al efecto positivo de las mayores tasas de interés y de la recuperación del salario real.
En particular, en el transcurso de 2019, los depósitos a plazo lograron mantener su ritmo de expansión, al alcanzar una tasa de crecimiento real promedio de 8.5% en los primeros nueve meses del año, tasa ligeramente menor al promedio registrado en el mismo periodo de 2018, de 8.7%. Dicho resultado fue apoyado principalmente por el entorno de mayores tasas de interés, las cuales mantuvieron el atractivo relativo de este tipo de instrumentos de ahorro. Por el contrario, los depósitos a la vista acentuaron su pérdida de dinamismo, registrando entre enero y septiembre de 2019 una tasa de crecimiento real promedio de 0.6%, significativamente por debajo del crecimiento promedio de 2.9% observado en el mismo periodo del año previo. Está pérdida de dinamismo se debió en parte a la desaceleración del consumo privado, pues los agentes mantienen este tipo de depósitos principalmente para fines transaccionales.
Los Fondos de Inversión en Deuda (FIDs) aceleraron su crecimiento en 2019, recuperando terreno frente a otras alternativas de ahorro como los depósitos a plazo o los fondos de inversión de renta variable. Esta alternativa de ahorro financiero incrementó su ritmo de expansión a partir de enero, y para el noveno mes del año logró un crecimiento real promedio de 5.8%, superando el resultado obtenido en el periodo enero-septiembre de 2018, cuando el crecimiento real promedio fue de 4.6%.
Las fuentes de financiamiento externo se debilitan, pero las fuentes internas muestran signos de recuperación
Asimismo, el reporte “Situación Banca” explica que las fuentes de financiamiento externas del país redujeron su crecimiento durante 2019 ante la menor demanda de instrumentos de renta fija y renta variable por parte de extranjeros, resultado de un entorno global de mayor aversión al riesgo. De hecho, la tenencia acumulada de bonos gubernamentales por parte de no residentes al 4 de diciembre se ubica en su menor nivel desde 2016. La demanda de instrumentos de renta variable se debilitó ante un entorno externo volátil derivado de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China y la incertidumbre por las políticas públicas locales.
En el caso del ahorro de los residentes, éste se vio apoyado por el ahorro obligatorio, particularmente de fondos de ahorro para el retiro. En el caso del ahorro voluntario BBVA México destaca que el incremento de la tenencia de bonos gubernamentales por parte de residentes a partir del tercer trimestre del año, mientras que la tenencia de instrumentos de renta variable retomó su tendencia positiva en este periodo. Cabe destacar que la significativa reducción de las tasas de interés en la parte larga de la curva ha influido en un buen desempeño de los precios de los activos locales durante 2019.
Resultados de la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN)
A partir de la comparación entre los resultados de la ENAFIN 2018 y la ENAFIN 2015 en el informe se analiza qué avances en materia de financiamiento a las empresas se han dado en el país. Este ejercicio permite identificar cambios relevantes en la situación y problemática de las empresas para acceder a financiamiento en México. Los resultados muestran el aumento en la proporción de empresas que ha utilizado financiamiento desde su inicio de operaciones, destacando el incremento observado entre las empresas pequeñas y micro.
Además de este aumento en la inclusión financiera de las empresas, también se registró un incremento en la penetración del crédito, pues la deuda como porcentaje de los activos totales y de los ingresos totales aumentó de 2014 a 2017. La banca comercial se mantiene como el sector en el que más frecuentemente las empresas buscan financiamiento tanto en moneda nacional como en moneda extranjera.
Distintos indicadores apuntan a que el incremento registrado en las tasas de interés en el periodo comprendido entre ambos levantamientos, desincentivó a las empresas a contratar más crédito, pues reiteradamente se mencionó este tema como un factor que limita su acceso al financiamiento. A medida que existan condiciones macroeconómicas para que las tasas de interés disminuyan, es de esperarse que el obstáculo de los altos costos pierda relevancia. Sin embargo, la sola disminución en las tasas de interés no sería el único factor necesario para incentivar un mayor uso de financiamiento.
Debido a que dentro de los principales usos que las empresas dan a los créditos que obtienen está la expansión de su negocio o la inversión en capital, es de suponerse que una mayor demanda por sus bienes y servicios sea el factor principal que alimente la necesidad de ampliar sus operaciones o invertir y, por tanto, de aumentar su demanda de crédito. Es por ello que BBVA México apunta que, sin este impulso, las empresas no tendrán incentivo a contratar mayor financiamiento, aún en un entorno de menores tasas de interés.