París.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que el débil crecimiento de la demanda global de petróleo que anticipa para 2024 y 2025 quedará ampliamente cubierto incluso aunque el cártel de productores de la OPEP+ prolongue su política de recortes voluntarios.
En su informe mensual del mercado petrolero publicado este martes, la AIE mantiene prácticamente sin cambios sus proyecciones de julio sobre esa demanda, que debería aumentar en menos de un millón de barriles diarios tanto este año como el próximo (970.000 en 2024 y 953.000 en 2025), después del alza de 2,1 millones en 2023.
En términos relativos, eso significa una progresión del 1 % este ejercicio y del 0,9 % el próximo, es decir apenas la mitad de lo que anticipaba ayer mismo en su propio informe mensual la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En su análisis, los expertos de la AIE hacen notar que en junio la demanda de China se redujo por tercer mes consecutivo y los datos preliminares apuntan a que en julio esa tendencia ha continuado.
Al mismo tiempo, en los países de la OCDE después de que el consumo sufriera un recorte interanual de 300.000 barriles diarios en el primer trimestre, el movimiento se ha invertido, con una progresión de 190.000 en el segundo, gracias esencialmente a Estados Unidos.
Al final, la demanda mundial subió en 870.000 barriles diarios en el segundo semestre, si se compara con el mismo periodo de 2023, después de un ascenso de 760.000 en el primero.
Son cifras que ponen en evidencia una clara ralentización si se compara con la tendencia que había el pasado año (el alza de 2,1 millones), y no hay signos de una aceleración significativa en la segunda parte del año, teniendo en cuenta sobre todo la debilidad en China.
Por lo que respecta a la producción, se incrementó en 230.000 barriles diarios en julio por un alza en las aportaciones de la OPEP+ (los miembros de la organización y otros socios, como Rusia), de la mano de Arabia Saudí e Irak.
Eso permitió más que compensar las reducciones de otros países que no pertenecen a ese cártel petrolero y llegar a una producción global de 103,4 millones de barriles diarios, es decir 1,8 millones más que un año antes. Casi la mitad de esa progresión en un año se debió a Estados Unidos.
Para el conjunto de 2024, la AIE anticipa un aumento de 730.000 barriles diarios hasta un nivel récord de 102,9 millones de barriles diarios de media, y eso pese a que la contribución de la OPEP+ disminuirá en 760.000 barriles diarios.
En la práctica, los países productores que no pertenecen a ese cártel van a sacar al mercado 1,5 millones de barriles diarios más este año y otros tantos en 2025.
De esos 1,5 millones adicionales, 1,1 millones los pondrán cuatro países americanos que se han convertido en los grandes protagonistas: Estados Unidos, Guyana, Canadá y Brasil.
Es verdad que las tensiones geopolíticas, en particular por un posible ataque de Irán a Israel, han provocado un repunte del precio del crudo, en las últimas horas, y se ha situado por encima del umbral de los 80 dólares.
Pero hay que recordar que en julio y hasta comienzos de agosto, el barril había caído significativamente porque frente a esas amenazas parecían pesar más las inquietudes sobre la demanda de algunas grandes economías mundiales.