Claudia E. Anaya (*)
Cuando la Cuarta Transformación tomó las riendas del país tenía un objetivo claro: diferenciarse de las administraciones pasadas. Términos como la inclusión social, la austeridad y el cese de la corrupción empezaron a poblar los discursos oficiales, además de los habituales cambios de nombres en eventos y dependencias.
Producto de lo anterior, el pasado mes de abril se hizo oficial el cambio de la Feria Nacional de Pueblos Mágicos para pasar a ser el “Tianguis de Pueblos Mágicos de México», cuya primera edición como tianguis, está programada a realizarse del 24 al 27 de octubre en Pachuca, Hidalgo.
En su momento, el titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Miguel Torruco Marqués, aseveró que el cambio tenía por intención elevar el nivel y la calidad del evento iniciado en 2014, colocándolo como el evento del sector más importante después del Tianguis Turístico.
La organización del evento le fue delegada a la empresa Creatividad y Espectáculos (Crea), quien se encargó de la realización del último Tianguis Turístico de Acapulco y que está a cargo de todas las Ferias Internacionales con participación mexicana a futuro.
La sede hidalguense se escogió en función de la Feria de Pachuca, recinto que cuenta con facilidades de conectividad con la Ciudad de México y con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, además de tener la capacidad de recibir a 30 mil personas.
La llamada “evolución” de la otrora Feria Nacional tiene por objetivo fungir como una plataforma de intercambio comercial y una ventana de promoción para las 121 localidades de toda la República que forman parte del programa.
Aunado a ello, el secretario de Turismo federal destacó que la principal diferencia del evento con la antigua Feria es que se dispondrá de una infraestructura mucho mejor, ya que por primera vez se tendrá un espacio para realizar citas de negocios y venta de paquetes turísticos. A escasos días de realizarse el Tianguis muy poco se ha develado respecto a las supuestas novedades implementadas.
En términos de resultados se tiene la vara alta respecto a la última Feria Nacional de Pueblos Mágicos, donde se obtuvo una derrama económica que asciende a los 44.8 millones de pesos, con una asistencia de más de 127 mil visitantes.
Durante esa edición del evento, que se combinó con el Segundo Encuentro Nacional de Cocina Tradicional, se recibió a dos mil 500 expositores de los entonces 111 Pueblos Mágicos de México.
Desglosado por sector, se obtuvo que el transporte público registró una derrama de 11.6 millones de pesos; alimentos y bebidas obtuvieron 13.4 millones de pesos; el hospedaje se vio beneficiado con 8.7 millones de pesos; compras de artesanías y otros productos con 7.9 millones de pesos y otras actividades obtuvieron 3.2 millones de pesos.
Además de esto, la secretaria de Turismo de la entidad, Claudia Chávez López, destacó que durante la semana de realización del evento, en Morelia se estimó un flujo de 118 mil 500 paseantes, con una derrama económica de 340 millones de pesos en todo el estado y una ocupación hotelera del 90 al 100 por ciento.
Por último, la quinta Feria Nacional de Pueblos Mágicos se caracterizó porque en ella se suscribió el Convenio de Licencia de Uso No Exclusivo de la Marca Famosa denominada Pueblos Mágicos, denominación otorgada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Este año, la primera edición como Tianguis de Pueblos Mágicos tiene como pronóstico la asistencia de entre 100 mil y 120 mil personas durante sus cuatro días de duración, además de generar una ocupación hotelera del 85 por ciento y una derrama económica que rondaría los 100 millones de pesos.
“Este encuentro mostrará el folclor, las artesanías, la gastronomía y los paquetes turísticos de todos los Pueblos Mágicos del país, y será un motor impulsor del turismo interno, que fortalecerá la cadena de valor turístico”, aseveró el secretario Torruco Marqués.
A reserva de los resultados finales tras el evento, el primer Tianguis de Pueblos Mágicos de la actual administración tiene por delante el gran reto de acercarse a los resultados obtenidos durante los últimos cinco años sin la participación del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) y con pocas novedades claras.
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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx
