El verano en su apogeo

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Claudia E. Anaya (*)

Estamos en plenas vacaciones de verano, y los destinos predilectos de los turistas son aquellos que cuentan con las mejores playas. Acapulco, Cancún y Puerto Vallarta son nombres recurrentes en esta época del año, pero no son las únicas opciones. Así lo hizo saber ClickBus esta semana, al enlistar algunas playas poco conocidas de nuestro país.

En primer lugar mencionó a Playa Bagdad, en Tamaulipas. A esta llega turismo desde Matamoros, Nuevo León y San Luis Potosí, caracterizándose por la limpieza de sus aguas, la suavidad de su arena y su oleaje suave. El visitante puede realizar windsurf y kayak, o pasear en cuatrimotos o jeeps a través de las dunas de arena que rodean a la costa.

Otra opción es Piedra de Tlacoyunque, en Guerrero, donde se organizan lunadas, destacando el exuberante aspecto interno del risco y los peces de colores que arriban a la costa. Cuenta con un oleaje intenso, de color verdoso dada la abundante vegetación marina del sitio, por lo que es un lugar idóneo para los amantes del surf.

El Madresal, en Chiapas, es un centro ecoturístico que ofrece actividades sustentables como la pesca recreativa, el paseo por los manglares, la observación de aves (tanto locales como de migración) y tours informativos sobre la flora y la fauna de la localidad.

Por su parte, Caleta Tankah, en Quintana Roo, es una playa en la que convergen corrientes de agua dulce, provenientes de los cenotes de la península, con lo que se crea una piscina natural que se distingue del mar por su color. Es una zona especial ya que permite admirar el desove de las tortugas marinas entre mayo y noviembre.

En la misma península se encuentra Sisal, puerto pesquero al noroeste de Mérida, Yucatán. Cuenta con aguas verdeazuladas, marea baja y fina arena blanca, aunado a la práctica de la pesca.

Turismo de museos

El sol y el mar no son las únicas formas de disfrutar el verano. En la Ciudad de México, por ejemplo, se ofrece un amplio número de museos que se pueden conocer durante estas vacaciones.

Uno de ellos es el Museo Memoria y Tolerancia, que como su nombre indica está destinado a la memoria de momentos históricos que resaltan la importancia del respeto a los derechos humanos para evitarlos, así como fomentar la consciencia y el compromiso de ayudar a las personas que más lo necesitan. Está ubicado frente al Hemiciclo Juáres en la Alameda.

También se puede acudir al planetario Luis Enrique Erro, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en el que se pueden conocer las galaxias, las estrellas y los planetas mediante bases de datos actualizadas. Cuenta con un Domo de Inmersión Digital para hacer de la experiencia algo impresionante, con una sala de astronomía y con la esfera de la ciencia, la cual adquiere la apariencia de los planetas del sistema solar. Se debe estar presente con 15 minutos de antelación a las proyecciones del Domo. Se encuentra en la avenida Wilfrido Massieu, junto al Centro de Lenguas Extranjeras.

Para los apasionados por la literatura se encuentra el Museo del Estanquillo, el cual aloja colecciones del escritor Carlos Monsiváis que van desde la fotografía y el arte popular hasta las caricaturas y artículos miniatura. En el mismo sitio se ofrecen talleres de caligrafía, grabado, cómic, etc. Se ubica en Isabel la Católica número 26, colonia Centro, Delegación Cuauhtémoc.

Finalmente, para los amantes de los sabores dulces, una opción es ir al Museo del chocolate, donde se puede conocer la historia de este producto derivado del cacao, sus procesos de preparación e incluso se puede probar, al contar con una tienda para adquirir este postre. Se localiza en Milán 45, en esquina con la calle Roma, en la colonia Juárez.

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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx