Ciudad de México.- La Cámara de Diputados, a través de su presidente, Jorge Carlos Ramírez Marín, entregó el Premio Nacional de las Finanzas Públicas, un reconocimiento que recompensa investigaciones inéditas en esa materia, y que abonan al trabajo parlamentario.
El legislador manifestó que la responsabilidad de los diputados es tomar decisiones que puedan nutrirse del conocimiento, debate y trabajo en conjunto como el que realiza el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), que dirige Alberto Mayorga Ríos, y del cual, dijo, nos podemos sentir cada vez más orgullosos.
Afirmó que el certamen es una invitación a no dejar el debate en materia de finanzas públicas, sino a abrirlo cada vez más. “Nos incita a pensar de manera audaz frente a la emergencia económica, ante a un mundo que se mueve no siempre sabiendo hacia dónde, y de cara a las realidades, muchas veces locales, que generan presiones sobre las haciendas públicas”.
Destacó que la premiación significa una convocatoria que requiere no poco esfuerzo, pero que contribuye de manera significativa a la tarea parlamentaria, lo que redunda en un mejor trabajo de los diputados.
Explicó que los tres trabajos premiados versan sobre “un viejo debate”, respecto a la relación financiera entre los estados y la Federación. Exponen qué se mide, qué es calidad de gasto, qué debemos entender por desempeño y quién recauda qué.
Estimó pertinente el reconocimiento, justo ahora que hace días se aprobó el Presupuesto de Egresos para 2018, “un trabajo único para hacer frente a los retos de todo un año y, en particular, a dos desafíos significativos: la transición e incertidumbre de cara a los tiempos electorales, y las presiones generadas por tiempos de desastres naturales”, comentó.
Ramírez Marín manifestó su entusiasmo por la amplia participación e interés de la gente en la convocatoria, y precisó que lo que interesa a los diputados es aterrizar el objeto de las finanzas públicas, es decir: ¿Cuántas familias, efectivamente, podrán elevar sus ingresos? ¿Cuántas podrán resolver sus necesidades? ¿Hasta qué punto el Estado podrá ser exitoso en procurar la mejora de todos y cada uno de sus integrantes? ¿Cuántos jóvenes podrán continuar sus estudios, cuántos tendrán que dejarlo? y ¿Cuántas madres y padres podrán asignarles un mejor futuro a sus hijos?
Al final, continuó, “ese es el objeto de las finanzas públicas, porque ese es el objeto de lo público; cuando la sociedad en su conjunto le transfiere esa responsabilidad a un ente llamado Estado”.
El diputado Ramírez Marín invitó a continuar el debate y a escribir sobre el tema, porque “cualquiera puede decir que las cosas no están bien, unos cuantos aceptan el reto de entender el problema, muchos menos los que aceptan el desafío de proponer soluciones”.
Asimismo, resaltó el respaldo y apertura de la Cámara de Diputados para impulsar ideas, desarrollar el talento de los premiados, pues “no hay nada más valioso para nosotros, que la certeza de nuestro propio talento y de la gente que es responsable de que ese futuro llegue lo más pronto posible”.
El premio al primer lugar se entregó a José Raúl Trujillo, por su trabajo “Los desequilibrios e inequidades legislativas del Fondo de Aportaciones para la nómina educativa, y gasto operativo Ramo 33, 2015-2017, un fondo federal que continua afectando a los erarios estatales con graves tendencias de impacto a 2024 y 2030”.
El segundo sitio se otorgó a María Eugenia Serrano y Cinthya Rocha Santos, por su trabajo “¿Está el presupuesto realmente basado en resultados? Un análisis del impacto del desempeño en la asignación presupuestal de los programas presupuestarios del gasto programable en México 2015-2017”.
La tercera posición se entregó a Rolando de Luna Dávila, por su presentación “Análisis de las fórmulas de incentivo del fondo federal de participaciones para el fomento de la recaudación local”.
