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Cuñado

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Moisés Sánchez Limón

Justo por estos días, pero de 2011, Fernando Manzanilla Prieto, entonces poderoso secretario General de Gobierno del estado de Puebla, contraía nupcias con Gabriela Moreno Valle Rosas, hermana del debutante gobernador poblano Rafael Moreno Valle Rosas, ungido mandatario estatal en febrero del mismo año, cargo que soñó con ocupar con tanta ambición como la de catapultarse, desde esa encomienda, a la nominación del PAN a la Presidencia de la República.

Pero algo muy severo ocurrió en ese entorno del poder que distanció, en términos graves, al hoy senador Rafael Moreno Valle Rosas del hoy diputado federal y coordinador de la bancada del Partido Encuentro Social, Fernando Manzanilla Prieto, al grado de que, en mayo de este año, en plena campaña por la gubernatura poblana, Martha Érika Alonso Hidalgo, ex primera dama de la entidad, molesta negó parentesco alguno con el cuñado.

Y precisamente Manzanilla Prieto, quien en aquellos días de gloria, cuando disfrutaba del triunfo de Rafael, quien lo llamó en un momento en el que su campaña al gobierno de Puebla amagaba con naufragar, para que salvara a la embarcación y la llevara a puerto seguro, es decir, al triunfo, como ocurrió merced a triquiñuelas que fueron vox populi pero que la autoridad electoral soslayó.

Hoy, cuando se ha cumplido el dictado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de contar votos en busca del fraude que acusa Miguel Barbosa Huerta, candidato de Morena a la gubernatura poblana, sufrió frente al aparato desplegado desde la casa Puebla que ocupa José Antonio (Tony) Gali Fayad para que Martha Érika ganara la elección y fuera confirmada después del recuento de sufragios, Manzanilla Prieto acusa y sostiene que hubo fraude.

Diputado federal distanciado de la familia de su esposa, convertido en una especie de oveja negra del morenovallismo que está en proceso de cimentar su feudo en Puebla, cuando Martha Érika rinda protesta el próximo 14 de diciembre como la primera gobernadora de esta entidad, Manzanilla es dueño de esa película que se corrió en 2010 cuando logró que su entonces gran amigo Rafael Moreno Valle Rosas remontara adversidades, tejiera alianzas y, con un vasto fondo financiero a la mano, ganara la elección a Javier López Zavala, el delfín del entonces poderoso gobernador Mario Marín.

Manzanilla, no obstante haber sido parte toral de ese equipo hasta que osó convertirse en cuñado de Rafael, hoy lo califica como peor gobernador que Mario Marín, pero con una agravante, si es que así puede denominarse a la ambición que paulatinamente se consolida como un feudo.

En una especie de acto de contrición, Manzanilla dice cándidamente que creyó cuando Rafael ganó nominado por el PAN, se combatiría al autoritarismo y la corrupción, mas no fue así. Pero, en todo caso, habría que preguntarle cómo califica a los métodos poco ortodoxos y demasiado oscuros utilizados y apisonados con dinero, para ganar la elección de 2010.

Un poco de esa praxis la refirió Manzanilla hace unos días, en conferencia de prensa ofrecida en la Cámara de Diputados, para descalificar al triunfo de su cuñada política, Martha Érika Alonso Hidalgo, con sustento en un estudio de la Universidad Iberoamericana, campus Puebla, “cuyos datos aquí se han comentado y mucho de lo que vivimos ahí son señales de que hubo un verdadero cochinero en la elección”, refirió.

“Al final de cuentas –acotó Manzanilla–, consideramos que no hay certeza de los resultados cuando se hizo el recuento, gran parte de los paquetes habían sido abiertos cuando ustedes abren, cuando el Instituto Estatal Electoral de Puebla abre un paquete, tendría que notificar o avisarle a los partidos para que estén presentes, eso nunca sucedió, por eso ahora que el grupo morenovallista dice: bueno, ya hicimos el recuento y ganamos otra vez, pues es porque los paquetes ya habían sido acomodados y habían sido ya alterados.

“Hay innumerables temas, por ejemplo, un tema muy simpático que a lo mejor han escuchado, es que se encontraron muchísimas boletas que no estaban ni siquiera dobladas, es decir, nunca fueron dobladas para meterlas. Las tacharon incluso a veces con la misma tinta y las dejaban ahí, fueron bastante burdos en lo que hicieron”.

Y, mire usted, algo más, dijo que, “el resultado del Tribunal Estatal Electoral de Puebla no es sorpresivo, el Tribunal está compuesto por tres integrantes, dos de ellos, uno de ellos, por cierto, fue mi empleado cuando yo fui Secretario General de Gobierno y por cierto era un pésimo abogado, no sabía nada electoral, no sé qué hace ahí, es el Presidente”.

Una más, de cómo operó en la tarea de hace gobernador a su cuñado, una confesión no pedida, mas ilustrativa de sus andanzas como operador –¿mapache?– electoral en 2010:

“Ese y otro más son empleados de Moreno Valle de años, trabajaron con nosotros en la campaña de 2010 y, bueno, pues obviamente ellos están ahí a sus órdenes, o sea, no es un gran logro que el Tribunal Estatal Electoral ratifique ahora la presunta victoria de Martha Erika Alonso, era de esperarse y el otro y esto sí es importante, un tercero que fue propuesto por el PRI en su momento.

“A mí me tocó todavía, bueno, ya no como secretario General de Gobierno, pero sí viví un poquito el proceso a través de los medios, fue el PRI quien propuso al tercero. Ese tercero no iba a votar a favor porque decía que había muchas irregularidades, oh sorpresa, ahora vota a favor, lo cual nos lleva a señalar que existe una alianza ya entre el PAN y el PRI, entre el morenovallismo y las cúpulas del PRI en el estado y seguramente a nivel nacional.

“Ese es un tema que hay que destacar y yo creo que habla de una alianza del PRIAN para perpetuar el fraude, entonces tendremos que estar muy vigilantes de lo que hace el PRI, porque es parte de este mismo contubernio.

“Y lo que pediríamos ahora es al Tribunal Federal, que pueda hacer una revisión exhaustiva, que pueda hacer una revisión independiente, que pueda hacer una revisión objetiva, porque también sabemos, conocemos, estamos al tanto de las múltiples cantidades de dinero que está soltando Moreno Valle de distintas vías, justamente para tratar de asegurar el número de votos que requiere, para poder ratificar el presunto triunfo de Martha Érika Alonso”. Hasta aquí parte de la confesión del cuñado Manzanilla Prieto.

Por supuesto, el senador Moreno Valle Rosas ha guardado silencio. ¡Vaya con ese cuñado! Cinismo e impunidad, el manto protector del fuero y la dolce vita en Puebla, donde la señora Alonso Hidalgo despachará como gobernadora a partir del 14 de diciembre. Y la pre posada será de lujo; por cierto, ¿asistirá el, para ese momento, Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador? Digo.

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