Moisés Sánchez Limón
Es posible que en esto de las guerras de lodo en tiempos electorales (y preelectorales, por supuesto), haya aprendices de brujo e incluso oficiosos que en aras de ayudar una causa terminan por echarla a perder, evidenciándola en sus objetivos básicos.
Y dejan huellas de básica lección, tanta que el destinatario del golpe, del lodo, tiene tantas posibilidades de dar con autores materiales e intelectuales, como el ánimo que le mueva a enfrascarse en una batalla que le puede resultar negativa, restarle puntos en el top ten de la popularidad política. Es una apuesta eso de responder a un golpe, más cuando éste se fundamenta y soporta con datos, más allá del trascendido y el chisme de café.
Pero, vaya, en la carrera política del tamaño que usted le aplique, siempre el riesgo de batirse en el lodo es latente. ¿Quiere usted enterarse de lo que no sabía de su vida privada? Bueno, pues busque un cargo de elección popular y aguante a que sus contrincantes le peguen donde más le duela.
Es el juego que todos en las básicas, intermedias y granes ligas mayores juegan. En esos escenarios en los que no hay casualidades y abundan los oportunismo y, sobre todo, el fuego amigo porque en un equipo no todos quieren ser aguadores o levantapelotas ni formarse en espera del turno; una espera que puede ser eterna.
Así es que, digamos a manera de recomendación, busque usted entre sus compañeros de partido, amigos y conocidos, cuates y vecinos, quién o quiénes le tienen tirria por haber osado buscar la candidatura a un cargo de elección popular y, lo peor, es que tenga usted todas las posibilidades no sólo de ser nominado, sino incluso triunfar en las urnas.
Porque, más que hurgar en la acera de enfrente en busca de huellas de quienes hayan enderezado una campaña o el arranque de ésta para calumniarlo, difamarlo, sacarle sus trapos al sol en espacios públicos, lo básico es voltear al lado para saber de quién es la sombra del operador de la guerra de lodo.
Eso debe hacer Ricardo Anaya Cortés, el joven político líder nacional del PAN, a quien le ha seguido desde hace rato una campaña para desbarrancarlo de la carrera por la candidatura albiazul a la Presidencia de la República.
¿A quiénes ha pisado los callos políticos en esa carrera que despuntó en la Cámara de Diputados, cuando con el apoyo de Manlio Fabio Beltrones lo apoyó para rendir protesta como presidente de la Mesa Directiva del órgano legislativo?
Porque, considerar que desde el PRI e incluso de los altos niveles del gobierno federal se ha emprendido una campaña para desprestigiarlo, es un exceso de vanidad. Y es que se consideraría que tiene segura la nominación albiazul y el triunfo electoral. Sí, es un exceso petulante.
Este miércoles, en un comunicado, Anaya mediante su oficina de prensa se refirió expresamente a lo publicado en el diario El Universal y, antes de reflexionar en su entorno doméstico, en ámbitos del PAN, se lanzó en contra del PRI y del gobierno federal, responsabilizándolos del golpe mediático que lo evidencia como un rico que se hizo millonario junto con la familia de su esposa.
Por supuesto que no está en mi ánimo emprender una defensa oficiosa de Ricardo Anaya y de su familia, porque él tiene quién y quiénes lo defiendan. No, sencillamente el punto es que, con el arranque tempranero de la carrera presidencial, cada quien ve los fantasmas que le persiguen de tiempo ha.
Dice Anaya, mediante su oficina de prensa: “En política no hay casualidades. Ayer, después de varios días de intenso diálogo, la Comisión Permanente del PAN, encabezada por Ricardo Anaya, aprobó por unanimidad un resolutivo en el que rechaza el pase automático del actual Procurador General de la República para convertirse en Fiscal General de la Nación para los próximos 9 años, así como la determinación de que el próximo Fiscal General no tenga filiación partidista alguna.
“Menos de una hora después de haberse aprobado el resolutivo, el Presidente Nacional del PAN recibió un mensaje con la amenaza de que le harían un escándalo público con información difamatoria sobre un supuesto crecimiento irregular del patrimonio de su familia política”.
Recuerda que, “acompañado de destacados liderazgos panistas, ofreció una conferencia de prensa en la que denunció las amenazas recibidas y señaló que el PAN no dará ni un paso atrás en este tema, y agregó: “pueden amenazar todo lo que quieran con difamarme en lo personal, con difamar a mi familia, pero con ello no nos van a detener, vamos a ir hasta las últimas consecuencias”.
Y acota que “la nota publicada ha merecido el rechazo público de importantes liderazgos nacionales del sector hotelero”, amén de que reconocidos liderazgos del sector empresarial de Querétaro han manifestado su profunda indignación por la información publicada.
Bueno, bueno, por de pronto, Ricardo evidenció el nivel de donde viene el golpe que lo alude millonario, porque ¿quién diablos puede adelantar el golpe y dar pie al destinatario para que alce la voz y se diga perseguido y calumniado? Ese aviso es de primaria.
Claro, la información publicada en El Universal tiene sustento documental. ¿Miente el diario? ¿Quién es garganta profunda que avisa a Ricardo que lo van a golpear? El asunto tiene tintes de una pelea arreglada, la plataforma para victimizar al líder nacional del PAN y abrirle el camino a la candidatura. “Me pegan porque soy el mejor”, sería el sustento del joven Ricardo. Pero hay que recordar que, en política, el golpe no se avisa, se ejecuta. Conste.
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