El factor Frenaaa
Moisés Sánchez Limón
La orden que se dio desde la oficina del vocero presidencial para el trato con la prensa y cómo atender a la crítica de la oposición reflejada en los medios de comunicación fue simple, palabras más, palabras menos: no les hagan caso, déjenlos que digan lo que quieran, no respondan, ya se cansarán.
La instrucción no es reciente, data de finales del año pasado, pero evidencia la ruta trazada por Andrés Manuel López Obrador en la estrategia mediática de mentir todos los días y descalificar a la oposición, con apoyo de la franja mercenaria que le acerca preguntas a modo e incluso, sin rubor alguno, insulta a quienes en Palacio consideran no contrincantes ni críticos, simple y llanamente enemigos de la 4T, a quienes quiérase que no son líderes de opinión.
Pero, dígame si no es una enorme verdad esto de que si no hacen daño, entonces para qué hacerles caso. ¿Dónde queda la recomendación de Jesús Ramírez?
Un ejemplo de ese temor que ha pegado en la línea de flotación de la 4T es el factor FRENAAA, sí, éste Frente Nacional Anti-AMLO que ha sido descalificado desde el mismo día en que sus integrantes y simpatizantes, montados en sus automóviles recorrieron principales avenidas de varias capitales del país, entre ellas la Ciudad de México, con la única demanda de la renuncia del presidente al cargo.
El licenciado López Obrador dice que respeta a los conservadores, a los críticos pero los hace pedazos con sus respuestas llenas de ironía, imitadas en redes sociales y marchas de sus simpatizantes, de evidente manufactura casera, es decir, oficial, que insultan a los que consideran sus enemigos y enfatizan el nivel socioeconómico.
¿Hay desdén y pueden permanecer en plantón sin ser molestados? Bueno, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se ha mimetizado y asumió la ironía para descalificar a quienes mantienen el plantón en el Zócalo:
“Y pues sí, una orientación a que pues si van a poner tiendas de campaña, pues que por lo menos las ocupen. O a lo mejor es un performance, también se vale, ¿no? Pero pues sí es distinto decir que es un plantón a un performance”.
¿Un performance? Y por qué el temor, por qué la embestida en redes sociales para desacreditar a la marcha y divulgar que eran cinco mil e incluso hasta 18 mil. Jugar con las cifras e incitar al insulto contra este sector de la población que tiene sus creencias y el único motivo de su marcha y plantón: la renuncia de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia.
¿Es un sueño guajiro de FRENAAA el cumplimiento de esa demanda? Sin duda lo es porque esa voluntad debe tener asideros legales y será hasta 2022 cuando los ciudadanos pueden sustentar la revocación de mandato. No antes.
Pero, mire usted, mientras los expertos se devanan el seso en busca de las fuentes de apoyo económico a este movimiento y otros, como el mismo inquilino de Palacio, encuentran en un sector de la iglesia católica la línea que alimenta a los conservadores que quieren su dimisión, lo cierto es que ha movido conciencias de ciudadanos que en 2018 votaron por Andrés Manuel, quien rechaza ser un vulgar ambicioso.
“Yo no soy un ambicioso vulgar, yo llegué aquí para transformar, yo lucho por ideales, lucho por principios, no por cargo, entonces por eso se decide que se establezca la revocación del mandato”, dijo en la mañanera de principio de semana cuando se le preguntó precisamente si renunciaría.
¿Es una amenaza FRENAAA para el licenciado presidente y, por ende, para la 4T? En realidad no es un movimiento que vaya a tener éxito en su objetivo de lograr la dimisión de Andrés Manuel, no en el corto plazo, pero se significa como un grupo que se atrevió a dar la cara y enfrentar la maledicencia de los defensores y fundamentalistas que se burlan del discurso anticomunista de los conservadores, pero se preocupan por saberse desnudos frente a credos personales.
Sí, los católicos de clóset seguidores de López Obrador, ofendidos porque en el campamento de FRENAAA frente a Palacio Nacional haya hasta, dicen una capilla cuando se trata de un altar, en el que se venera a la Virgen de Guadalupe.
¿Por qué le da tanta importancia Andrés Manuel a estos opositores, si son unos cuantos católicos que rezan en el plantón y acusan de comunista al gobierno de la 4T? ¿Son anacrónicos? ¿Y? ¿Son mochos? ¿Y? ¿Tienen casas de campaña y se comportan civilizadamente? ¿Por eso les mientan la madre y los pendejean?
Así, en la mañanera del primer lunes de octubre, uno de esos integrantes de la línea mercenaria sembró la pregunta para que el señorpresidente diera vía libre al enésimo ataque contra sus opositores y detractores de FRENAAA.
–¿Cuánto estamos?—se preguntó el licenciado Andrés Manuel respecto del puntaje de su popularidad y se respondió:
–Sesenta y dos, o sea, de 59 del mes pasado pasamos a 62, o sea, aumentamos tres y los que no están de acuerdo de 40 a 36, o sea, se redujo en cuatro.
Y luego se fue directo a la materia que le ha generado mal humor, de tal naturaleza que su supuesto respeto por sus contrincantes se tornó en la recurrente ironía que insulta y descalifica. Lea usted:
“Entonces, los de Frenaaa tienen que echarle ganas porque a este paso van a estar aquí en el Zócalo hasta el 22. Nada más que se vengan a dormir los dirigentes, porque nada más están las carpas ahí. Ya voy a mandarle a poner una enramada para colgarles unas hamacas a (Pedro) Ferriz y al señor Junco, una hamaca grande, el del Reforma, porque son los que están, entre otros, impulsando mi destitución.
“Claudio X. González, aclaro, el joven, el hijo, porque el grande no se mete y además ahora está como yo, está padeciendo, porque ‘cepillaron’ a los Cardenales de San Luis.
“Pero a los otros los voy a mandar a instalar bien con una hamaca como las que usaba el libertador Bolívar, que se vengan aquí.
“Porque el Reforma ya se convirtió en el boletín de Frenaaa, ayer sus ocho columnas… A ver si no tienes ahí el periódico de ayer con la fotografía truqueada, porque da la imagen, o sea, proyectan la imagen de que está el Zócalo a reventar y no, para llenar el Zócalo todavía les falta, pero en la foto aparece. Y yo digo que no se llenó el Zócalo ayer, yo creo que si acaso la mitad o menos.
“Vi una foto de un sacerdote que es simpatizante de Frenaaa, que la tomó desde la torre de Catedral y ahí me di cuenta de cómo estaba. Y digo que es simpatizante porque antes de que se tomara esa foto ya sabíamos, por los mismos jerarcas de la Iglesia, que había dos, tres sacerdotes simpatizantes de Frenaaa de aquí de la Catedral, lo cual también es legítimo, porque somos libres.
“Pero miren cómo… La foto del Reforma, hasta aquí nada más, esto no es ni la mitad del Zócalo. Entonces, échenle ganas para ver si lo llenan, y tiene que ser varias veces y, además de eso, quedarse hasta el 22, que va a ser el referéndum y de manera legal, sin violencia, se le va a preguntar a la gente en el primer trimestre del 22: ‘¿Quieres que continúe o que renuncie el presidente?’ Porque, repito, el pueblo pone y el pueblo quita.
“Entonces, ya hay esa oportunidad, porque se hizo esa reforma a la Constitución y es cosa que sigan adelante para, si el pueblo dice que yo me vaya, pues adiós, a Palenque, Chiapas”.
En ese plano, no tarda en denunciar un complot de la ultraderecha internacional y de pasadita hasta revive al Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO) y culpa al Yunque junto con los editores del Financial Times de una maniobra golpista. Son los cargos de conciencia.
Vale insistir: si los integrantes de FRENAAA son unos cuantos conservadores a los que califican fanáticos religiosos, ¿por qué la preocupación? ¡Ah!, será tal vez porque a la marcha del sábado 3 de octubre asistieron ciudadanos que atendieron a la convocatoria alimentada por el hartazgo contra Andrés Manuel que en dos años no ha hecho una sola obra y sí se ha gastado el tiempo en culpar a los gobiernos anteriores de todos, todos los males del país.
El factor FRENAAA que ha dolido a la 4T y al inquilino de Palacio como una patada en salva sea la parte. Y conste que son unos cuantos, ¿unos cuantos? Digo.
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