Estado mexicano, indemnizaciones ciudadanas

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  • Persecuciones fiscales infundadas
  • Dolosos errores procesales
  • Migración automatizada en aeropuertos

Agustín Vargas*

En muchas ocasiones hemos escuchado en diversos ámbitos sobre los daños que ocasionan las autoridades a la ciudadanía y el quebranto en el patrimonio de ésta por los errores administrativos y procesales o por venganzas en contra de los ciudadanos.

Sin embargo, son pocas las ocasiones — si no es que nulas– que también oímos, leemos o nos enteramos por cualquier medio que alguien se atreva a demandar una indemnización por parte del Estado cuando las autoridades, por error o dolo, ocasionan daños o quebrantos patrimoniales y morales a las personas.

Sea por temor a enfrentar al Estado y a su inamovible estructura burocrática y a su ejército de burócratas, que los ciudadanos no actúan para obligar a aquél a resarcir parte de ese daño. O bien por desconocimiento o por falta de recursos es que los ciudadanos prefieren absorber todos los perjuicios.

Como fuera, se está frente a un escenario de arbitrariedad, de impunidad por parte de las autoridades y de las instituciones que conforman al Estado mexicano.

Todo esto lo mencionamos porque justo es lo que le sucedió a una mediana empresa y a su representante legal, cuyos nombres por el momento nos reservamos, cuando por una presunta omisión tributaria se convirtieron en víctimas de una feroz persecución fiscal que comenzó en la década de los noventa y que a la fecha, pese a que se comprobó la inocencia tanto de la persona física como de la moral, las consecuencias para éstas aún siguen siendo desastrosas porque no han podido levantarse del quebranto que les generó dicha persecución y enjuiciamiento, que al final fue resuelto a favor de la empresa y su representante.

En esos años la autoridad fiscal pretendió imponer un crédito fiscal a la empresa y su representante legal por más de 450 millones de pesos por la supuesta evasión en el pago del ISR e IVA de los años 1992 y 1993, argumentos que fueron combatidos por las víctimas en los tribunales y resueltos a su favor años después.

Aun así se les imputaron otros supuestos delitos equiparables a defraudación fiscal, como el hecho de no haber notificado el cambio de domicilio fiscal, lo cual sí ocurrió pero la autoridad no quiso reconocer para continuar con la persecución.

De cualquier forma el representante legal fue encarcelado en el inter del proceso judicial y puesto en libertad al poco tiempo porque su detención fue ilegal y los
cargos que se le imputaron nunca se acreditaron.

Esto es lo que a grandes rasgos le sucedió a una mediana empresa mexicana cuya principal actividad era la importación de aparatos electrónicos y electrodomésticos con innovaciones tecnológicas muy avanzadas para la época, misma que fue obligada a cerrar por la persecución de que fue víctima al igual que
su representante legal.

Nos platican que aún no pueden trabajar en México con libertad y confianza que se quisiera, porque de nuevo han surgido amenazas que los obligan a posponer inversiones.

Ante esta situación y por los presuntos daños morales y patrimoniales que les ha causado el pleito de más de catorce años con las autoridades, es que se considera ejercitar acciones jurídicas en contra del Estado mexicano para demandar una indemnización por el quebranto que les ha ocasionado.

Por supuesto esto sentaría un importante precedente en el sistema judicial mexicano para ir derribando los sólidos muros de impunidad y arbitrariedad con que operan las autoridades en México en todos los niveles de gobierno.

Migración automatizada en aeropuertos
 
El secretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero, dio la bienvenida al sistema automatizado para procedimientos de internación de pasajeros en los aeropuertos de la Ciudad de México, Cancún y Los Cabos, con lo cual se hará más fácil, rápida y segura la atención a los pasajeros nacionales e internacionales durante sus trámites migratorios.
 
La puesta en marcha de este proyecto se remonta a hace dos años, con el compromiso gubernamental de facilitar los viajes con Estados Unidos y Canadá. De lo que se trata es de la incorporación de la tecnología a una solución migratoria. Además esta automatización permitirá garantizar la seguridad y cumplir con facilitar la llegada de visitantes del exterior o de mexicanos a nuestro país.
 
En México se registran anualmente 68 millones de llegadas de pasajeros, 30 por ciento con arribos al AICM. El año pasado llegaron 39 millones de visitantes del exterior, 18 millones de los cuales lo hicieron por avión. Son ellos los que explican el 80 por ciento de los ingresos que recibe México del turismo.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx