Ciudad de México.- La medida del viernes pasado por parte del Gobierno Federal para reducir la carga tributaria de la empresa productiva del Estado Petróleos Mexicanos (PEMEX) constituye un primer paso importante para revertir la tendencia negativa del perfil crediticio de la compañía visto de manera independiente a la calidad crediticia del gobierno mexicano, indicó Fitch Ratings.
El recorte relativamente pequeño de impuestos, mencionó, representa un cambio relevante en la relación entre el gobierno y la empresa, puesto que se reconoce la necesidad de revisar el régimen fiscal actual a fin de incentivar la inversión en producción que, de otra manera, no sería rentable.
El decreto por el cual se otorgan beneficios fiscales, firmado por el Presidente Peña Nieto el 18 de agosto de 2017, es la primera acción significativa con impacto en la capacidad de PEMEX para retener efectivo e invertir en el negocio desde la aprobación de la reforma energética en México en 2013, refirió la firma.
Este cambio en el marco fiscal aumentará la retención de flujo de efectivo en los campos que son rentables antes de impuestos pero que no lo son después de pagarlos y cuya producción de petróleo y condensados, de forma agregada, no exceda de 150,000 barriles por día (bpd). Asimismo, el ajuste fiscal tendrá solamente un efecto limitado en la carga tributaria total de PEMEX, la cual alcanzó 314 mil millones de pesos o 17 mil millones de dólares en 2016.
Fitch estima que el impacto anual proforma en los impuestos que PEMEX paga a México será inicialmente de entre 400 a 600 millones de dólares, o bien, entre 2% y 3% del total de impuestos pagados.
Por su naturaleza de empresa productiva del Estado, la relación financiera de PEMEX con el gobierno tiene una influencia considerable en su perfil crediticio visto de manera aislada o independiente del gobierno mexicano.
La calificación de PEMEX otorgada por Fitch es de ‘BBB+’ con Perspectiva Estable para el largo plazo en moneda local y moneda extranjera, reflejando el vínculo con el Gobierno Federal. La calidad crediticia de manera independiente de PEMEX podría ser consistente con una calificación de ‘B-’ si la empresa no fuera de propiedad estatal y el gobierno no le brindara soporte financiero.
