Evergrande evita su liquidación con inesperado aplazamiento de vista judicial

La vista se celebrará ahora el 29 de enero de 2024, indicó la promotora en un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong

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Shanghái.- El endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande logró que la Justicia hongkonesa autorizara un séptimo aplazamiento de la vista sobre la petición de liquidación que un acreedor extranjero presentó en su contra hace año y medio, pese a que todo indicaba que el obtenido en octubre sería el último.

La vista se celebrará ahora el 29 de enero de 2024, indicó la promotora en un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza.

En octubre, la juez del caso, Linda Chan había dado de plazo hasta hoy a la compañía para tener listo un acuerdo de reestructuración y advirtió de que, en caso de que el conglomerado no concretase el citado plan, era “altamente probable” que ordenase su liquidación.

Entonces, Chan aseguró que ese posible último aplazamiento serviría para que Evergrande ofreciera una opción más satisfactoria para los acreedores frente a lo que recuperarían en caso de liquidación, y apuntó que la compañía había perdido demasiado tiempo en sus negociaciones a lo largo del último año y medio.

En junio del año pasado, Top Shine Global Limited -compañía registrada en Samoa propiedad del inversor local Lin Ho Man- presentó esta petición de liquidación al alegar que Evergrande había incumplido su compromiso de recomprar acciones por el equivalente a unos 110 millones de dólares de una de sus filiales.

Informaciones surgidas en la prensa internacional apuntaron recientemente a que Evergrande habría ofrecido una permuta de las deudas de los acreedores por participaciones del 30% en sus dos filiales cotizadas en Hong Kong -dedicadas a gestión inmobiliaria y a vehículos eléctricos- y del 17.8% de la propia matriz.

No obstante, un grupo de tenedores de bonos que poseería más de un tercio de la deuda extraterritorial (“offshore”) de Evergrande habría presentado una contraoferta en la que reclama participaciones mayoritarias en las tres compañías; por el momento se desconoce cuál es la postura del conglomerado con respecto a esta propuesta.

Asimismo, analistas citados por Bloomberg habían planteado la duda de si una hipotética liquidación ordenada por la Justicia hongkonesa sería reconocida en la China continental.

Las acciones de Evergrande en Hong Kong se dispararon un 9.24% tras conocerse la noticia.

Evergrande, que acumula un pasivo de casi 330,000 millones de dólares, entró en impago hace dos años tras sufrir una crisis de liquidez por las restricciones impuestas por Pekín a la financiación de promotoras con un alto nivel de apalancamiento, tras lo que fue intervenida por las autoridades chinas.

Desde entonces, la otra mayor promotora inmobiliaria de China ha estado tratando de deshacerse de activos consiguiendo la mayor cantidad de dinero posible mientras prepara un plan para reestructurar su deuda.

En lo respectivo a la deuda “offshore”, de la que Evergrande acumula casi 20,000 millones de dólares sin pagar, la compañía no ha logrado el apoyo de un importante segmento de acreedores, y ya suspedió en varias ocasiones las votaciones sobre su propuesta de reestructuración.

El último de estos aplazamientos se produjo a finales de septiembre, cuando reconoció que sus ventas estaban evolucionando peor de lo esperado y anunció que no puede emitir nueva deuda a través de su principal subsidiaria en China.

Además, el grupo se ha visto sumido en una nueva crisis después de que su fundador y presidente, Xu Jiayin, fuese puesto bajo una especie de arresto domiciliario por “sospechas de actividades ilegales”.

Se estima que Evergrande tiene todavía que terminar de construir y entregar viviendas vendidas sobre plano por valor de unos 604,000 millones de yuanes (85,407 millones de dólares, 78,498 millones de euros), siendo este uno de los factores no financieros que más preocupa al Gobierno chino debido a sus posibles implicaciones para la estabilidad social, ya que los bienes inmuebles son uno de los principales vehículos de inversión de las familias del país.

Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es precisamente la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estima en torno a un 30%, según algunos analistas.