Ciudad de México.- Tras lamentar las expresiones discriminatorias que se han pronunciado contra Evo Morales por su condición de asilado en México, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, negó que el expresidente de Bolivia viole el Tratado de Montevideo relativo al refugio.
Aseguró que luego de una investigación llevada a cabo por el gobierno mexicano, se pudo conocer que Bolivia no ha ratificado el Tratado sobre Asilo y Refugio Político de Montevideo de 1939.
“Lo que sí es cierto es que Bolivia no obstante que lo firmó, nunca lo ratificó su Senado, entonces no es derecho vigente ni en México ni es derecho vigente en Bolivia”, declaró a los medios de comunicación.
Al término de la ceremonia de toma de protesta de Mónica Maccise Duayhe como nueva titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) para el periodo 2019-2023, Sánchez Cordero aclaró que México tampoco firmó el Tratado; “nunca, nunca, nunca y menos lo ratificó”, expuso.
Lo anterior respecto al cuestionamiento en el país sudamericano y medios de comunicación en México que señalan la posible violación del expresidente al tratado, pues desde su asilo expresa en redes sociales su posición política.
Según el Tratado, no está permitido que asilados practiquen acciones que alteren la tranquilidad pública o que influyan en actividades políticas.
Sánchez Cordero lamentó que ahora existan grupos que se han convertido en “ultras” que critican a una política de asilo para una persona indígena, “a una persona que desde lo más abajo llegó a ser presidente de su país”.
Por su parte, Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, dijo que en el actualidad existe un contexto y escenario político diferente, no solo por el cambio y la alternancia de gobierno, sino por el discurso xenófobo y discriminatorio que ha cobrado una enorme visibilidad, como en el caso de Evo Morales.
“Nunca hubiéramos imaginado que se presentara en los peores años de la persecución política de nuestro país y mucho menos en momentos cuando México abrió sus puertas a muchos asilados y refugiados políticos, a pesar de la enorme cerrazón del gobierno al ejercicio de las libertades políticas para todos”, agregó.