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Los lagos de fentanilo en México

Norberto Vázquez

Si para unos las teorías zombis de la destrucción del mundo son una fantasía, la aparición del fentanilo como droga usada por humanos demuestran otro escenario. Su tráfico es casi invisible, un kilo del enervante es capaz de poner de cabeza a todo un poblado de 50 mil personas dicen los expertos. El problema está aquí y los gobiernos ya se dieron cuenta.

Los conocedores del gobierno de la Cuarta Transformación ya encendieron los focos rojos frente al problema. Ya reconocieron que los principales conflictos en territorio nacional se dan entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, quienes mantienen la disputa de las rutas de distribución de fentanilo hacia los Estados Unidos y, además, han ampliado sus actividades delictivas a otros ámbitos como la extorsión, el robo de combustible, el secuestro y el tráfico de migrantes, logrando con ello mayores recursos económicos y mayor presencia en el país.

El inconveniente está encima. Los mercados ilícitos y el consumo de fentanilo no son una preocupación que atañe a un solo país. En América del Norte, México junto con Canadá y los Estados Unidos han sumado esfuerzos para combatir el tráfico de esta sustancia y, para ello, han establecido mecanismos de cooperación internacional desde hace algunos años.

En el ámbito bilateral, la Unión Americana y el país azteca celebraron en 2021 la firma del Entendimiento Bicentenario sobre Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras, que es un mecanismo de colaboración que incorpora las prioridades de cada país en materia de seguridad, con énfasis en la atención de la violencia y las consecuencias en la salud por el consumo de drogas.

Una de las principales razones por la que el consumo del fentanilo ilegal ha incrementado de manera exponencial, es que se trata de una sustancia psicoactiva 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína.

Debido a su alto potencial adictivo, bajo costo y la relativa facilidad en su producción ilícita, pocas cantidades de la sustancia psicoactiva pueden producir grandes ganancias económicas a los grupos de la delincuencia organizada, lo que estimula el crecimiento de los mercados ilícitos.

Desde 2011, se han documentado a nivel mundial múltiples muertes por sobredosis asociadas al uso de fentanilo fabricado ilícitamente. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en ingles), cada día mueren más de 150 personas por sobredosis de esta sustancia psicoactiva.

En los Estados Unidos, en 2021 se registraron 80 mil 411 muertes por sobredosis secundarias al uso de opioides, incluyendo opioides naturales, semisintéticos y metadona, además del fentanilo.

Este escenario, dada la relación geopolítica con los Estados Unidos, sin duda ha tenido un impacto directo en México, mostrando en una escala mucho menor, pero con crecimiento sostenido, la presencia del consumo de esta sustancia psicoactiva, principalmente en algunas localidades del norte del país.

La preferencia en el uso de opioides en los Estados Unidos ha significado grandes cambios en los mercados internacionales de las drogas. El Congreso de los Estados Unidos indicó que antes de 2019, China era la principal fuente de exportaciones de fentanilo y sustancias relacionadas con destino a los Estados Unidos, a través de operaciones de correo internacional y paquetería.

Después de que China impusiera controles más severos a todas las sustancias psicoactivas relacionadas con el fentanilo, organizaciones criminales en México incursionaron en el mercado, sintetizando la sustancia en laboratorios clandestinos.

Los gobiernos de López Obrador, Biden y Trudeau ya se dieron cuenta de que el tráfico ilícito de fentanilo ha resultado un negocio muy atractivo y lucrativo, ya que los cárteles no requieren de tierras, de trabajadores que cuiden de plantíos o esperar los tiempos de cultivo, sin mencionar que la inversión económica suele ser mucho más baja y las ganancias mucho más altas.

Por lo pronto, la Secretaría de Salud, mediante la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, ya dieron cuenta del Informe de la demanda y oferta de Fentanilo en México: generalidades y situación actual. Saben que el dilema que se viene es muy peligroso para controlar una sustancia invisible y super adictiva. Si de por sí, la humanidad ya desvaría. Imagínese el escenario que viene, amigo lector.