¿Sin contrapesos? No espantes a los mercados
Norberto Vázquez
Los resultados electorales del pasado 2 de junio se volvieron una fiesta democrática para México. Pero no fue así, para los mercados internacionales y los inversores globales que comenzaron a ponerse nerviosos al saber que Morena arrasaba en las urnas y no tendrá contrapesos serios en el Congreso de la Unión ni en la esfera política. Están espantados.
El presidente Andrés Manuel López Obrador atribuyó la caída de Bolsa Mexicana de Valores tras triunfo de Claudia Sheinbaum a “factores externos”. Explicó que ello también sucede en Estados Unidos y otros mercados.
Pero esto no es así. Al ver los capitales foráneos que tienen inversiones en México, que el gobierno que entrará el 1 de octubre gozará de total panorama de acción gubernamental en todos los terrenos: estados, Gobierno Federal y Poder Legislativo, simplemente se preocuparon. Y el peso mexicano, lo resintió.
¿Quién va a querer invertir en México con una pistola en la cabeza? Lo digo porque los mercados han lanzado una alerta de preocupación cuando el próximo gobierno puede privatizar, expropiar, cambiar la ley, crear nuevas y en suma, tendrá el control político, legislativo y económico de todo. El inversor quiere seguridad legal. No quiere invertir donde hay riesgo de perderlo todo. Habrá un gobierno sin límites de acción.
Esto no pasó desapercibido ni para Claudia Sheinbaum, ni para López Obrador. Menos cuando el nearshoring y los polos de desarrollo en el Proyecto Interoceánico Oaxaca-Veracruz, se están promoviendo para atraer inversiones.
El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, lanzó un mensaje con la finalidad de establecer su continuidad en la dependencia, así como el encargo de la candidata ganadora para establecer un dialogo con los mercados para tranquilizar las especulaciones sobre el nuevo gobierno que comenzará el 1 de octubre.
Rogelio Ramírez de la O estableció que la candidata presidencial ganadora le solicitó permanecer en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, “lo cual haré por tiempo indefinido”, dijo.
Sus encomiendas inmediatas, agregó, son “la reducción del endeudamiento generado cada año de cara a 2025, hasta niveles compatibles con un rango de deuda/PIB sostenible en el mediano plazo, en torno a 3% del PIB”, destacó.
También buscará, “actualizar toda comunicación con inversionistas y agencias calificadoras para confirmar nuestras prioridades: estabilidad macroeconómica, prudencia fiscal y la viabilidad de nuestros objetivos fiscales”.
Aseguró que, en estrechar colaboración con Pemex, se “aprovechará el apoyo en el Congreso para optimizar el buen uso de los recursos públicos”.
Y un punto central: “Confirmar a los organismos internacionales e inversionistas privados que nuestro proyecto se basa en la disciplina financiera, acatando la autonomía del Banco de México, el apego al estado de derecho y facilitando la inversión privada nacional y extranjera”.
Como se le vea, los mercados internacionales están desconfiando. Saben que un régimen absoluto, es muy peligroso, y si lo consideran de izquierda, con más sigilo aún. El discurso financiero de Sheinbaum será determinante. Mejor aún el de Ramírez de la O. Las señales del gobierno entrante deberán ser claras y alentadoras, sino veremos por lo menos tres años (hasta las elecciones intermedias de 2028) inversiones raquíticas y muy prudentes.
La izquierda “moderna” debe de entender que no se debe pelear con el capital. Debe de convivir y beneficiarse de la instauración de empresas y el fomento de los emprendedores. No hay más. Si quieren dinero para repartir en “beneficios sociales”, deben de apoyar que se generen recursos y dar las herramientas para que los inversionistas nacionales y extranjeros tengan la confianza para desarrollar empresas.
Fuera máscaras. ¿Quieres recursos? Promueve la generación de la riqueza. Hay que dejar de exprimir fideicomisos, contribuyentes, Afores…Hay que trabajar, y darles manga ancha a los inversionistas. No espantes a los mercados. No atemorices a los inversores. No son tus enemigos, son los que crean empleos, impuestos y desarrollo. Se una izquierda moderna, responsable y progresista. México te lo va a agradecer.